Cambio Radical

Capítulo 23

 

Daniel es uno de los abogados más reconocidos del país, a pesar de su corta edad era uno de los más serios y obstinados abogados.

 

Por eso es que llevaba los temas legales de mi empresa, los mejores contratos los había firmado en base a su consejo.

 

Su especialidad era el derecho mercantil, pero a pesar de eso había ayudado a muchas personas en la cuestión familiar, por eso estaba confiando en él lo más importante para mí, mi hijo.

 

Mi amigo llegó media hora después, era un poco tarde pero eso no impidió que llegara corriendo cuando necesitamos su ayuda.

 

Daniel: va a ser algo complicado, sobre todo porque no eres su padre biológico - asentí- cuando ella presente una petición de ADN tendrá toda la ventaja sobre nosotros.

 

Samuel: pero debe haber algo que podamos hacer.

 

Daniel: sé que es difícil pero debes tratar de llegar a un acuerdo legal con ella, sería lo mejor para no tener que enfrentarse ante un tribunal que créeme… es lo peor en éste caso.

 

Samuel: ella nunca va a querer un acuerdo conmigo- me levanté frustrado.

 

Sara: cálmate Samuel- tomó mi mano suavemente sentándome de nuevo- al menos debemos intentarlo.

 

Daniel: trata de llegar a un acuerdo con ella porque si ella lo lleva hasta los juzgados no habrá mucho que hacer… ante la ley ella es el único familiar de Nicolás.

 

Sofía: ¿Qué hay de mí? ¿En el peor de los casos yo podría pedir su custodia no?... Es mi sobrino Daniel algo podemos hacer.

 

Daniel: podemos guardar eso como nuestra última jugada, aunque no es muy seguro, la mayoría de los jueces se inclinan hacia un familiar directo que en este caso sería… Miranda Fuentes.

 

Samuel: hablaré con ella, esa señora debe tener un motivo para volver justo ahora después de casi dos años - dije decidido.

 

Minutos después Sara y Daniel estaban a punto de irse ya que ella se encontraba algo cansada.

 

Mi amigo estaba despidiéndose de Nico y yo acompañé a Sara a la puerta.

 

Sara: tranquilo Samuel todo saldrá bien - dijo abrazándome.

 

Samuel: es que todo es tan complicado… ahora entiendo todo lo que tuvo que sufrir en silencio… ella no merecía esto Sara.

 

Sara: lo sé, pero ahora no podemos hacer nada aparte de tratar de estar con Nico, pero tú si puedes cambiar algo - la miré confundido-... ella engañó a Mauricio porque creyó que era lo mejor… le dijo que se había enamorado de otro para evitarle el dolor y sufrirlo ella sola…- sonrió triste- ¿Te suena la historia?

 

Samuel: ¿A qué te refieres?

 

Sara: Victoria hizo lo mismo Samuel…- me alejé un poco de ella- ¿Vas a dejar que su historia termine igual?

 

Samuel: ella está con otro Sara- dije triste.

 

Daniel llegó interrumpiendo nuestra conversación, me despedí de ellos y antes de irse Sara tomó mi mano

 

Sara: no todo es lo que parece Samuel… no la dejes ahora, ella te necesita.

 

Después de despedirme de todos me acosté a dormir junto a mi bebé, últimamente dormía con él ya que la cama me parecía extrañamente demasiado grande.

 

La cabeza me daba vueltas, no dejaba de pensar en lo de Edith y también en Victoria… juraría que yo sentía que me amaba y no me explicaba que me haya cambiado así de simple. Casi al amanecer pude conciliar el sueño.

 

Al día siguiente por suerte era sábado y no tendría que ir a la empresa, me levanté temprano e hice algunos ejercicios en el jardín para despejarme un poco.

 

Después tomé una ducha hasta que el monitor de Nico sonó. Salí y me encontré con la sonrisa que alegraba mis mañanas.

 

Estaba boca abajo elevando su cabeza y cuando me miró sonrió mostrándome los pocos dientes que apenas tenía.

 

Samuel: pero si tú eres todo un aventurero - lo tomé en mis brazos mientras él reía- buenos días mi campeón - besé su cabeza- casi que te caes de la cama heee- dije haciendo leves cosquillas en su estómago- vamos por tu biberón y a cambiarte ese cargado pañal.

 

Me cambié rápidamente mientras hacía muecas a Nico y lo entretenía para que no comenzará a moverse por la cama.

 

Después lo cargué y fui hasta su habitación para cambiarlo.

 

Bajamos a la cocina donde preparé su biberón el cual él tomó ansiosamente.

 

Mi cabeza trataba de encontrar todas las maneras posibles en que mi Nico se quedará conmigo pero como dijo Daniel, la opción más viable era un acuerdo con Miranda.

 

Pero esa señora siempre me había odiado, solamente aceptó que estuviera cerca de su hija porque me casaría con Sofía, pero cuando nuestra falsa relación terminó ella me trató peor que a sus empleados.

 

No entendía porque, yo siempre la traté adecuadamente a pesar de sus desplantes. Ella me odiaba desde pequeño pero su odio aumentó más después de que regresé de Madrid a donde fui a estudiar poco más de dos años.

 

Después de eso no me soportaba ni por cortesía. Con mi padre tampoco se llevaba muy bien y extrañamente con la única que llevaba una buena relación era con mi madre, por eso mismo acordaron  lo de la boda.

 

El timbre sonó sacándome de mis pensamientos, dejé a Nico en la alfombra rodeado de sus juguetes y me dirigí a abrir la puerta. Sofía entró casi corriendo.

 

Sofía: Samuel… mi tía viene para acá, me llamó y me dijo que viniera a tu casa, no sé qué pretende pero no es nada bueno…

 

Me quedé confundido. Hasta que la voz de Miranda resonó en la sala.

 

Miranda: ya dejen de conspirar en mi contra - dijo tranquila entrando a la casa y dejando su bolsa en uno de los sillones- buen día chicos.

 



#33910 en Novela romántica

En el texto hay: familia, amor, padre

Editado: 06.07.2020

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