Nuestra historia comenzó siendo algo inocente, solo miradas robadas por miedo a decir lo que sentíamos. Dándole paso a la seducción, cuando me provocabas mordiendo tu lindo labio inferior cada vez que te atrapaba mirándome, siguiendo con el deseo y la pasión, el deseo de tenerte, amarte o simplemente tocarte, luego todo empezó a ser único e incondicional.
Editado: 19.06.2021