Escapé de la mansión o prisión como gusten llamarlo, y había sido sumamente fácil, me tomó minutos ir a dar una vuelta por el jardín, mis dotes a cambiar aparentemente de persona surtieron efecto con los de seguridad, que pensaron era Nasha, la sirvienta.
Era fascinante ya que teniendo en cuenta, mi aspecto físico se transformaba, ¡y boom! hacerles ver quien no era solía ser divertido, a veces.
Una vez intente hacerlo con mi madre, ¡vaya error!
¡Stop!
¡Help me!
Enumeró las opciones por las cuales no debí haberlo hecho.
1. La reunión a la que fui como otra persona, era para mí presentación «semi-oficial».
2. Vinieron Reyes, Gobernantes de otras regiones como se les llama.
3. Los Mayores se encontraban allí.
Sí. Ese fue mi error, el no contar que cualquiera de mi especie podría reconocerme a kilómetros de distancia. Muy estúpido de mi parte.
Yo me hacía pasar por otra cuando perfectamente los de mi especie me veían tal cual.
Ahora me preguntaba ¿Cuánto tiempo tardarían en darse cuenta que había escapado?
Después de aquel encuentro bastante afortunado, tuve que volver a mi verdadera forma, arrodillarme frente a más de 20 ancianos refunfuñones y a mi familia que en ese entonces querían verme bajo tierra, mar, fuego. Lo que hubiera primero.
No cualquiera de mi círculo sanguíneo podía tomar forma de otra persona.
Pensaran entonces ¿por qué yo sí?
Por mi queridísima madre. Ella había jugado sucio.
Se supone que los de mi espacie no podíamos cambiar, la acción no se concluye por descendencia a nuestra sangre. Apremiando también que contábamos con dos leyes ante eso:
1.- Si alguien lo hiciese y fuera descubierto en el acto o después de lo sucedido, el sacrificio es eminente, será consumido ante los 5 elementos; aire, tierra, agua, fuego y espacio. |0118|
2.- Quienes adquirieron el don, deberán exponerlos ante nuestra sociedad Yahac khatch, no valido para la población. Se abrirá sesión de manera inmediata. |0119|
El abrir sesión es la manera más tangible de decir que los mataran simplemente por el hecho de poder hacer aquel truco. Un truco demasiado impresionante a decir verdad.
Yo poseía el don, y los ancianos tenían conocimiento de ello sino, no existiría la Rēgīna en estos momentos.
Los mayores a quienes mencioné antes como ancianos—porque si, lo eran— son la autoridad máxima de nuestro circulo de sangre, tienen la idea de que esa magia fue concebida por un cruce de Yahac khatch y Mohachk, archienemigos por naturaleza.
Los nacimientos de estas dos especies vienen del antiguo Greoos. Conocido anteriormente como la antigua ciudad de Grecia. Entre ambos bandos se iban formando de a pocos, una ciudad pequeña fue la testigo de cómo iba en proceso la enemistad, desde que una unión de Mohachk se rompió por culpa de un tercero y nada más ni nada menos que por un Yahac khatch.
Se condenó a duelo.
El enfrentamiento fue sangriento.
Ya que cada especie contaba con ciertos poderes. La mía podía jugar con las mentes de los seres humanos, bien puede ser a través de la manipulación, su psicología a comparación de la nuestra era por decirlo: un chiste. Y capacidad de manejar los 4 elementos. A comparación de los humanos también éramos diez veces más rápidos que ellos, y eso, comparados con el más veloz.
Si cualquier humano se atrevería a retarnos a una carrerita, primeramente tendríamos que sentarnos a tomar un café y observar detenidamente como el sujeto mataba sus pulmones al correr.
En cuanto a nuestros archi-enemigos ellos gozaban del control del aire a diestra y siniestra—, mientras que nosotros adquiríamos lo más básico—. Tomaban cualquier forma, hasta de los propios animales, y se dividían entre sí. Su magia era distinta, aunque nos manteníamos casi en el mismo número. Pues no éramos abundante, una especie variaba entre mil a dos mil habitantes. Todo ello hasta que una pareja consuma su deber de procrear, que solo es cada 15 años. Nosotros llevábamos viviendo 150 años, no éramos taaaan viejos. Pero gracias a nuestro carácter y poder, habíamos conseguido que la mayoría de las personas del pueblo nos respetasen a como diera lugar.
Lo único que nos ataba a nuestros contrincantes era que: asumíamos una misma debilidad, por eso hasta ahora nos conservábamos en paz. Además ellos habitaban en otra región, lo que nos ayudaba a evitar conflictos.
En lo físico se caracterizaban por tener los ojos celestes, anaranjados, mostazas y con el iris rojo—, algo espeluznante si los vieran de cerca —por otro lado nosotros llevamos los ojos de color amarillo, rojo, y verde. No obstante, nuestro iris era el común color marrón, pero teníamos una capa extra visible por encima, rodeaba el contorno de este como un sobre iris, era del mismo color marrón, sin embargo hacia la diferencia enormemente por supuesto.
Ya había dicho que casi no conocía mi región, y estaba en lo cierto.
Mientras camino intento no darme de lleno contra el suelo, no soy torpe, pero si despistada, en efecto soy medio tarada.
Ahora solo veo cerros, casas en la cima de estos, escasos árboles, perros paseando con sarna, lo cual me llevaba a suponer que son abandonados, y lo más fascinante es que ya casi va anochecer, pero no se ve ningún poste de luz.
Simplemente estaba poniéndose oscuro. Y este es un grave problema para mí.
¿A dónde iría a parar?
¿Cuál en realidad es mi próximo destino?
Me siento en una telenovela, de esas que daban como hace más de doscientos años. Dramática hasta más no poder.
Estoy perdida, y muy en el fondo doy a ruegos que alguien en el castillo se haya dado cuenta que su reina ha desaparecido.
Ya no aprecio lo bueno a mi ataque de rebeldía que surgió por la mañana, estoy prácticamente sola, con frío, hambre y si ¡sola! Cabe recalcar.