capítulo uno: Justicia tiene nombre y físico, se llama...

Era hace una vez en un instituto muy recatado existían más alumnos de los que una Universidad normal podría manejar, pues no solo era lo anterior dicho si no que iba desde secundaria y preparatoria así como también iba desde los alumnos más prestigiosos y adinerados como los más rebeldes con una situación económica flexible para cubrir los costos hasta los becados las maravillosas calificaciones de los becados ubican a la escuela en una de las mejores del mundo, sin exagerar pues esta se encarga de tener a los mejores estudiantes de cada país y soliciten traslado igual.

En fin, muchos, muchos estudiantes guiados y estrictamente educados por algo estudiar, estudiar y seguir estudiando. Había mencionado anteriormente que incluso había alumnos rebeldes se debe a que más que nada era un instituto de rectoría se dedicaba esencialmente a enderezar a los jóvenes para que tengan un buen futuro y evitamos a los vagabundos y tengamos por fin un orden el mundo era como el reacomodo de neuronas de los brabucones sin embargo al parecer dentro de la institución esto más bien era ridículo.

-Señorita, que milagro - hablo la secretaria sarcástica, pero sin maldad a la vista, simplemente sonriéndole cómplice a la chica que se acababa de sentar frente a ella - ¿Qué hiciste esta vez?

-Nada malo... solo... - su cabeza bajo un poco escondiendo la risilla que amenazaba con salir en una carcajada al depositar una mata de cabellos en el escritorio - ellas solo se quisieron pasar de listas de nuevo, ni siquiera conozco bien a la chica, pero tampoco habla mucho así que realmente era muy injusto...

-Ya veo - la Secretaría con ya marcados los años en su rostro suspiro, antes de proseguir no como normalmente lo habían hecho por dos años esta situación ya había llegado a oídos de la directora quien había abierto bien los ojos al ver más de dos carpetas llenas de castigos asignados a la chica de cabello negruzco tanto como la oscuridad en la noche - en una escuela normal cuando llegas al límite de reportes se te expulsaría de la escuela... Cassiopeia no estás en una escuela normal y la directora se reúsa a que haya una sola estudiante sin corregir su postura...

-Pero ¿Y qué hay de las otras chicas? Yo no soy el problema, ellas siguen queriendo pasarse de listas con todos y tratando como sus alfombras en pasarelas.

- Sabes cómo es el sistema aquí, los maestros cada día están tomando mandato de la escuela y la directora rara vez se aparece por aquí, y la subdirectora, es un verdadero dolor de... Olvida lo que digo, a lo que me refiero es que hace poco los rectores hicieron limpieza en mis archivos, ni siquiera te imaginas la emprendida que me lleve.

-Lo lamento.

-Ni siquiera es que entiendo como no han actuado ya los padres de aquellas chicas me imagino que son...

-De las riquillas.

-sé que no está bien, pero por una vez te pediré que ya no trates de ser Robín

-Pero...

-Cassie se lo mal que esta el sistema aquí, pero están todos por arriba de nosotros los maestros nos están midiendo bien a todos, ya no queda nada más por hacer más que pasar desapercibidas. - la chica suspiro llevándose las manos a la cara, todo sería más sencillo si todas fueran como Gabriela la secretaria que la atendía en ese momento. -solo tienes ahora limitado tres reportes más y estarás siendo asignada a otro campus, sin clases con tus amigas ni dormitorio juntas.

-Es que no es justo, no pueden portarse así con nosotros solo por un "yo puedo más tu" solo por ser de una familia con dinero, no buscó ponerme por encima de los demás, pero tampoco voy a dejar que me traigan por los suelos. -Ella sonrió arrugando un poco más sus mejillas y escondiendo tras sus parpados igualmente arrugados sus ojos cafés oscuro, tenían la misma procedencia becadas de bajos recursos, pero con la palabra justicia tatuada en sus almas.

-Entonces se más discreta. - la chica alzó su cabeza con un sonido "m" sin abrir sus labios ante la sorpresa.

-Que te vallas de aquí y trata de que las chicas no corran tras sus maestros que las protegen.

-yo... -sonríe - No la defraudare, gracias - le hizo una reverencia mientras la adulta sonreía sabía que ella haría bien su trabajo, no coincidían entre astros y guardianes, pero coincidían en propósitos era lo que unía a la humanidad... Pero no se veía de mucha en esta escuela...

-prisión, a esto es a lo que deberían llamar una prisión en su total significado...

-Guarda silencio si no quieres que te vuelvan a reportar - la chica más baja cubrió su boca con una de sus manos porcelana mientras sus cabellos dorados contrarios a los de la chica que luchaba por quitarse la mano de su boca, forcejeando mientras la más alta reía al verlas pelear como niñas pequeñas, solo vasto un pequeño empujón para que estas cayeran al suelo - ¡Vanesa! Cassie pesa como 500 kilos.

-Deja de lloriquear - hablo chica con cabellos cortos hasta las orejas y su castaño claro reluciendo en el sol ayudándoles a levantarse - ¿Qué fue lo que te dijo la señora Gabriela?

-Nada grabe...

- ¿Nada grabe? Cassie te llevarán lejos de nosotras si vuelves a ser reportada...

- ¿Y tú como sabes eso? - La rubia sonrió inocente y corrió tras la chica alta como si fuera su madre protegiéndola de su hermana abusiva... -Joder solo tengo que ser más cautelosa ¿Hasta dónde escucharon?

-Te mudas a otro campus después de tres reportes más - Hablo Vaneza seria para después reír un poco - ¿Acaso quieren que te vallas de una vez? Cualquiera que haya visto ese expediente sabría que no podrías pasarte un día entero sin 5 reportes

- ¡Gracias por tu exageración Vaneza!

-si realmente suponemos que no podrías pasar una semana sin tener como 25 reportes ya en la carpeta.

-Chantal - ambas Cassie y Vaneza le miraron con una pisca de "no estás hablando Enserio" a la rubia - es lo mismo cinco por cinco son veinticinco