capítulo cuatro : socializar no es malo.

Incluso entre más cerca lo vez más parece un castillo de esos de cuentos, uno de piedras y cemento grises oscuro que se ve de una pesada construcción y años de mucho trabajo, unos ventanales grandes, fachada elegante y césped verde a sus alrededores, con árboles gigantes y majestuosos, no era un lugar muy ruidoso, ni tampoco estaba lleno de esmog como en el lugar de donde yo venía, el aire era ligero, y podías llenarte los pulmones de olores celestiales y frescos los seres vivos que eran las plantas, jamás me había sentido tan a gusto de respirar.

-Ella es Adriana Serón, su nueva compañera, es de...

-México...

- Y será ahora de su grupo, trátenla... -la directora hizo una pausa y me miro, no entendí el porqué de su gesto, pero no le di importancia hasta que siguió - como se debe, recuerden que compartirán clases, hasta el término de sus estudios universitarios, suertes jóvenes y espero verlos hasta su clausura.

Todos soltaron un gracias al unísono y la maestra me pidió que me sentara, había un gran espacio al lado de una chica de cabellos negros densos y una piel muy blanca y algo ojerosa.

Le sonreí amable y no espere su respuesta para sentarme a un lado de ella, entonces comencé con los apuntes, de todas las clases, aunque me costó trabajo seguir el ritmo sin duda eran mucho más avanzados que en mi escuela y los dictados eran un horror pues no había pausa ni para que cambiara de lapicero.

La hora del descanso llego y la chica con la que había compartido asiento se deshizo de todo en su mochila y uso esta misma para recostarse. En la butaca, yo no hice mucho debido a que no sabía dónde estaban los comedores y si salía ¿a dónde iría?

Pero sabía que de todas formas tenía que conocer, aun así decidí dejarlo para el final de clases y dormitar un poco también.

Las clases siguieron y trate de seguir lo más posible el ritmo, la chica de mi lado nunca hablo, para nada. Y decidí observar mejor a todos al día siguiente, para hacer tal vez un amigo.

Aunque ya había observado un poco en el salón.

La chica que sufría falta de atención y trataba de que todos la miraran.

El grupo de maricas que se la pasaban hablando como comadres de las chicas y les ponían apodos y se creían los machos alfas del salón.

los que solo hablan de estudiar.

Y las rebeldes que se creían Robin Hood.

Era mucha acción para mí y no quería nada que tuviera tanta intensidad como para que llamaran a mis padres diciéndoles que no me querían en su escuela.

Tampoco es como que se me haya hecho tanta ilusión ser una becada del Internado PORS DBIS, pero mis padres no pudieron estar más felices cuando eso paso y realmente era lo único bueno que había aspirado desde mi nacimiento así que no puse pegas ni hice berrinches por no venir.

-tienes que ir al edificio "C" ahí te darán tus datos y habitación.

-gracias... -mire con pena a la secretaria y ella sonrió amable - disculpe ¿qué edificio es este?

-El "A" princesa, tendrás que hacer un poco de ejercicio para llegar.

-claro.

Sali de la oficina y seguí las flechas, mientras conectaba mis auriculares a mi celular, entonces el camino se me hizo menos pesado pero igual de largo, tenía bonita vista y ahora entendía porque era uno de los institutos más caros y más llamativos, la plaza más grande que era donde supongo yo se reunían para las actividades era enorme y aun así no estaba segura que todos los alumnos de esta Instituto cabrían pero me pareció que estaban todas las banderas, y en cada Castillo atrás estaban los edificios con sus dormitorios.

Joder ahora si no me arrepiento de haberle aceptado la beca, aunque también había escuchado que no había una sola persona que hubiera rechazado la beca.

-Buenas tardes -llegue casi jadeando al lugar.

-Buenas tardes.

- ¿Aquí es donde me dicen los cuartos?

-Dormitorios - me corrigió - Y si, ve a la sala de halla, toma - me entrego una carpeta llena de papeles y yo le mire sin entender, pero su expresión era una llena de desagrado - Léelos TODOS.

- ¿Todos?

- ¿No me escuchaste?

Me retiré al salón donde había apuntado y me senté en la primera banca que había a lado de la puerta había otros tres chicos más y luego se escuchó un bullicio estrepitoso, pero era de otra aula así que seguí con lo mío, llevaba hora y media y apenas llevaba la mitad de lo que había escrito ahí, era básicamente toda mi vida resuelta, ósea que tenía que escoger mi carrera universitaria ya y solo había cuatro opciones:

Secretaria

Contadora

Licenciada

Asistente del instituto PORS DBIS.

Y la penúltima era la más pesada de todas no había más, no había menos. Eran a los únicos trabajos que podía solicitar siendo becada y de padres de bajos recursos, leí todo lo que solicitaban cada una de ellas y todas eran muy peleadas entre los becados y la última llegaba a tardar hasta 6 años. Básicamente consistía en ser un asistente o si corrías con mucha suerte la mano derecha de un egresado de *PORS PAES

Algo que me sorprendió fue advertencia de que "en consecuencia a la baja de promedio se empezará a solicitar el pago por ser Interno de PORS DBIS"

Algo más de avisos de seguridad, la privacidad de los libros de texto de PORS. Y las actividades que me veía obligada a hacer como:

Esgrima

Natación

Karate

Gimnasia

Teakwondo

Boxeo

Me apunte en natación y luego de eso recuerdo haberme quedado dormida...

-ay que lindo juguetito tenemos aquí.

Lo escuché entre voces en mis sueños, pero jamás pensé que se dirigieran a mí, el sol se estaba poniendo cuando desperté y quería seguir mi lectura donde ya solo quedaban tres hojas, pero el idiota de enfrente.

-Levántate - era un tipo de ojos oscuros al igual que su piel, tenía el cabello muy corto y su mirada era muy lasciva entonces empecé a temblar por eso, quería hacerme la fuerte e desinteresada cuando dijo eso y volteó mi vista de nuevo a los papeles, pero - ¡QUE TE LEVANTES! - y golpeo mi butaca.