Uryan depositó el alma de Speranwa dentro de su nave y, de la misma, apareció una pantalla donde se vislumbraba a un ser etéreo, casi de la misma consistencia que los nativos de las estrellas.
Uryan les mostró la pantalla a Kienya y Sharman. Ambas se quedaron mudas del asombro. Tantos años la buscaron y, al final, no sabían cómo reaccionar.
Todos miraron fijamente a la pantalla, a la espera de que Speranwa les explicara cómo se encontraba Solestelar. Si era feliz, si recordaba algo de su vida pasada.
Una ráfaga de fuego casi atravesó a Uryan, que fue protegido por Mijail y logró bloquearlo gracias a un escudo de energía comprimida. Uryan, de la sorpresa, soltó su nave y casi cayó al suelo. Por suerte, Kienya logró sujetar la nave y cuidar de que el contenedor del alma de Speranwa no se destruyera.
Quien lanzó dicho ataque fue Mefiseles, quien escuchó la conversación. Mijail y Mefiseles se fulminaron con la mirada. De las manos de Mefiseles salieron unas ráfagas de fuego, todas bloqueadas por el potente escudo de Mijail.
Uryan, Kienya y Sharman obedecieron. Se llevaron consigo a Speranwa y se encerraron en la nave de Mijail.
Desde la nave, presenciaron la batalla. En realidad, Uryan nunca había visto a su hermano pelear. Le dijeron que era muy habilidoso y que, incluso, él solo logró derrotar a un ejército de energéticos rebeldes que querían conquistar todos los mundos existentes del universo.
Mefiseles cayó al suelo. Sus brazos estaban llenos de quemaduras. Pero aún podía seguir luchando
Mijail cayó al suelo por el impacto. Luego, se dio cuenta de que se estaba desvaneciendo lentamente. El "choque de energías" logró contrarrestar la consistencia de su cuerpo. Uryan, al ver lo que le pasó a su hermano, salió de la nave y lanzó un potente ataque de luz blanca a Mefiseles. El negativo cayó al suelo y, de su pecho, salió abundante líquido rojizo a quienes los materiales llamaban "sangre".
La tierra se abrió por debajo de Mefiseles y él cayó en el pozo. Uryan estuvo a punto de atraparlo, pero el agujero se cerró, haciendo que Mefiseles desapareciera por completo.
Kienya y Sharman salieron de la nave y se acercaron a Mijail. Ambas deseaban ayudarlo a recuperar su consistencia. Uryan se acercó a Mijail y estuvo a punto de prestarle parte de su energía, cuando Mijail lo detuvo.
Mijail se iba desvaneciendo, tal como pasó con Solestelar y Speranwa. Kienya y Sharman también empezaron a llorar. En el fondo sabían que, si Mijail no las hubiese socorrido aquella vez, él podía haber derrotado a Mefiseles fácilmente.
Luego de esas palabras, desapareció por completo.
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Lucero se despertó en medio de la noche. Soñó con Carlos, que la esperaba en un corredor oscuro y frío con una sonrisa retorcida. Pero no estaba solo. Otros más estaban detrás de él, todos con rostros indefinidos por la oscuridad. Lucero intentó huir, pero sus pies se volvieron pesados y los brazos de Carlos se extendieron, como si fuesen de goma, y la atraparon. Así terminó su sueño. Aún sentía esos horribles brazos alrededor de su cuerpo.
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Editado: 19.11.2022