Allí estaba aquel cuaderno gris. Hace años que Mikel no abre esa libreta, igual que yo. Ahí tiene todas las historias hasta el día del accidente. Se sienta sobre su cama y empieza a leerlo.
1-02-2003
He conocido a una chica. Es rubia y con ojos azules, además de simpática. Nos hemos chocado mientras íbamos por la calle y me ha sonreído. Su sonrisa es muy bonita. Me preguntó que si me gustaba el fútbol. Le dije que sí y me invitó a jugar. Estuvimos toda la tarde de aquí para allí dando toques. Y cuando nos íbamos a casa, me invitó a merendar al día siguiente. Nunca había quedado con chicas, pero le dije que sí.
8-02-2003
Su madre y su padre me han invitado a un centro comercial a comer. Mi madre me ha arreglado demasiado, llevo un traje. Ella va con un vestido rojo y una cinta roja con una flor en el pelo. Parecemos salidos de una película. En el restaurante nos sentamos juntos y lo que recuerdo de aquella comida fue que ella me da la mano por debajo de la mesa. La miro, me mira y sonreímos. Ha sido el día más extraño. Las chicas apestan. Son raras, pijas, visten de rosa siempre y son un asco. Aunque ella era diferente.
-Menudo parón doy aquí.-dice Mikel.
23-06-2012
Victoria cada vez me desagrada más. Cada día más arrogante. Debería empezar a plantearme el seguir con ella. En vez de sentirme mejor, me siento peor. Horrible. Sólo valora lo suyo, se ha vuelto muy egoísta. Encima, me aburre escribir aquí ya. Ahg.
-Buen final para terminar un diario. Me pregunto si Alba tendrá también alguno. En fin, ya me lo plantearé otro día.
De repente, la puerta, suena. Cuando abre una puerta, se encuentra a un hombre trajeado de uniforme técnico. Trae consigo una caja.
-¿Es usted Miguel..eh...quién ha encargado el paquete con la prótesis?
-Sí, ese soy yo.
-Bien, tome. Tiene que firmar aquí.
Firma y coge el paquete.
-Muchas gracias, que tenga un buen día.
Por fin ha llegado el paquete esperado. Ahí está mi aparato para poder caminar. Se sube a su cuarto y toma un papel de regalo de color azul oscuro. Envuelve el paquete y le pone un lazo blanco. Después, coge su diario de nuevo y comienza a escribir:
Estoy nervioso. Me cuesta tocar el paquete sin pensar en ella. ¿Y si no le gusta? ¿y si lo rechaza? ¿y si se asusta y se va? ¿y si...? ¿y si no confía más en mí? Puedo cambiar su vida con esto. Además, me ha costado mucho esfuerzo y ella lo necesita. No debo pensar negativamente, seguro que le parece bien. Déjate de ''y si...'' y piensa siempre alto. Ya sólo queda esperar a que hagamos los dos meses juntos y se lo doy. Todo estará listo. Será la cita perfecta.
-Será la cita perfecta.-susurra Mikel.