Aprovechando la oportunidad, el trío se apresuró a avanzar, buscando un refugio momentáneo. Sin embargo, en medio del caos, uno de los amigos quedó atrás, rodeado por las criaturas corrompidas. Loriana, Faelan y Drakonar se apresuraron en su ayuda, pero la lucha se volvió desesperada. Las flechas volaban y los hechizos brillaban en un estallido de color y magia.
Loriana se abrió paso hacia su amigo en peligro, su arco disparando con precisión mientras tejía escudos mágicos para protegerlos. Faelan y Drakonar se unieron, creando un torbellino de luz y energía que dispersó las criaturas y permitió a Loriana rescatar a su amigo. Sin embargo, el enfrentamiento había cobrado su precio. Loriana y sus amigos estaban agotados y heridos, pero su determinación ardía más intensamente que nunca.
Después de una feroz batalla, finalmente lograron repeler a las criaturas corrompidas y encontrar un breve respiro. Sabían que su misión era más crucial que nunca. Los tesoros mágicos debían ser reunidos para sanar Elysium y erradicar la oscuridad. Mientras se curaban y se preparaban para continuar, la amistad que los unía se fortaleció aún más. Unidos en su valentía y convicción, sabían que juntos eran capaces de enfrentar cualquier desafío que el destino les presentara.