Hay días tormento
desatando a pedazos mi aliento,
se esconden –sigilosos- en la piel agrietada
enfurecida entrada, un silencio tocando mi mano
me mira despacio, sus ojos entre llorosos
escriben trozos de rayos que aclaran lamentos.
Callados te sujetan –fuerte-
¡qué ironía de momento!
No hacen ruido pero atrapan
sin que puedas verle, violento
descalzo, tirado a la suerte
entonando un latido leve.
Tocan, nubes a mi puerta
pero son pétalos rozando madera,
un beso inquieto
un verso que mira soñando con volar
y hacerse uno con el viento.
Espinas siento, junto a las noches
si no te tengo
tenerte, es lo único que pienso
ven, tómame, hazme tu mejor recuerdo
y ante todo amame, amame lento, eterno.