Siento como alguien se acuesta a mi lado en la cama, como estoy en el apartamento de Einar y porque igual que él, sé que se trata de mi novio. Anoche no vino a dormir, y quise preocuparme pero sabía donde estaba, él incluso me mandó la dirección por si quería cerciorarme de que todo estuviese bien con él, pero Einar necesitaba su tiempo, necesitaba tiempo para expresarse y para eso necesitaba irse lejos.
Me acerco un poco más a su cuerpo y suspiro cansada antes de abrir los ojos y chocar con los suyos azules. Ya no se ve tan cansado como semanas atrás. Ya ninguno de ellos se ve tan cansados, siguen haciendo su vida pendientes de Candela. Pero, ya siguen con su vida y no se quedan estancados en la mujer que está en coma.
Los probabilidades de que despierten son altas, pero cuando es un misterio aún. Puede que sea esta semana como puede que sea el año que viene. Los médicos y por supuesto la familia de mi novio esperan que sea este año.
— ¿Cómo estás?
— Tranquilo. – se nota que está tranquilo. – ¿Alguna audición nueva?
— La semana que viene.
— Me alegra, ¿necesitas que te vaya a dejar a algún sitio?
— Abril vendrá a por mí. – él sonríe antes de comenzar a acariciar mi cabello. – ¿Está todo bien?
— Ayer fue un día largo volcando mis emociones al papel. – sonríe. – Con unas lloraba, con otras reía y con otras bueno, mejor no te digo. – ríe.
— ¿Son explícitas?
— Desearía que no escuchases algunas canciones del próximo disco pero… son mis emociones, no quiero reprimirlas.
Einar tiene esa sonrisa que te derrite, sonrisa decorada con dos hermosos hoyuelos que ahora mismo desearía tener yo. Los hoyuelos hacen que son sonrisas se vean más dulces y encantadoras, le dan ese toque final para que no puedas dejar de mirarlo.
— Tienes una familia magnífica.
— Tengo la mejor familia. – sigue sonriendo. – Tengo mucha suerte, lo sé.
— Yo desearía tener una familia como la tuya, unos padres que se preocupen por mí.
— ¿Pasó algo con tus padres Arlene?
— Mi madre me llamó esta mañana, quiere que asista a un evento estúpido. – ruedo los ojos. – Pero no quiero ir sola.
— Iré contigo.
— ¿Estás seguro? Creo, que deberías quedarte con Candela.
— No despertará mañana, y ella desearía que volviésemos aunque fuese por un par de horas a la normalidad.
— Le mandaré un mensaje entonces para avisarle de que iremos ambos. – él me sonríe por última vez.
— Debemos dormir.
Einar se duerme abrazándome, como si tuviese miedo de que fuese a huir, de que me fuese a ir y abandonarlo. Ni se me había ocurrido, pero supongo que todos tenemos miedos diferentes, ya sean o no racionales. No le he dado razones para pensar que vaya a irme, pero quizás su miedo al abandono viene de las tragedias que han marcado su vida. No es un abandono de que yo me marche por voluntad propia, sino de que algo me ocurra y quede grave o me muera.
Einar arregla su corbata antes de echarse el perfume que esconde por completo el mío, los perfumes masculinos son algo mágico. Cuando echas perfume masculino, todos los demás olores desaparecen, es algo fascinante que no entiendo. Einar me sonríe mientras yo termino de pintarme los labios.
— Vas a conocer a mi madre, y casi seguro a mi padre. – resoplo. – Ignora cualquier comentario que hagan.
— Arlene, conozco a tus padres. – me sonríe. – Ahora voy a conocerlos como mis suegros pero el año pasado los conocí por tu hermano.
— Bueno, entonces ya sabes como son. – resoplo y él asiente. – Ya estoy lista.
— Vamos entonces.
Einar se ve atractivo conduciendo, o bueno, yo lo encuentro atractivo haciendo cualquier tipo de cosa pero no esperes que te arregle una mesa, esta mañana quiso armar una estantería de IKEA y no fue bien. Acabó cabreado y yo tuve a montarla al final. Él se fue a darse una ducha para relajarse. No tengo un novio manitas. Tengo un novio cantante y muy inteligente hasta que le pones delante un mueble de IKEA, entonces se vuelve estúpido.
Al llegar le dejamos las llaves del coche al cochero y casi cegados por los flashes entramos al edificio donde nos esperan algunos reporteros. Estoy segura de que le preguntaran a Einar por el estado de Candela y espero que él pueda contestar sin ser grosero.
— Señor Emerson, pensamos que estaría aún con su hermana, ¿Eso significa que Candela despertó?
— Por desgracia aún no lo ha hecho, pero su estado mejora. – muy educado ha sido. – Estoy aquí para acompañar a mi pareja.
— No teníamos conocimiento de que saliese con alguien. – Einar me sonríe antes de devolverle la atención al periodista.
— Si, ella es un gran apoyo en este dolor por el que paso.
— Lo deseo una pronta recuperación a su hermana.
Einar parece relajado y eso tiene que ver con que el periodista parecía genuino al desear la recuperación de Candela. Muchas veces los periodistas son los seres más hipócristas que te puedes encontrar, luego hay periodistas como este que respetan el espacio y el dolor, y no lo juzgan o al menos eso aparenta. Mañana cuando salga la revistas para la que él escribe nos daremos cuenta de si fue real o simplemente es buen actor.
— No te lo he dicho antes de salir de mi apartamento, pero estás preciosa. – besa mi mejilla.