☆♡ Canciones para Hayle Jones♡☆

Bajo sus ojos

Mamá siempre decía: Dios los hace y el diablo los junta 

 

-Antes de ella (Flor M. Salvador) 

 

Horas atrás dela llegada de Hayle al campus:

 

—Sí, señor. Tengo muy claro lo que debo hacer. ¿Cuál era su nombre? ¿Hayle Jones?— el desconocido sonrió de lado y fijó su vista en la universidad que tenía delante—Muy bien, señor, lo veré dentro de 2 meses. Para entonces, ella caerá. Lo prometo. 

AHORA

—¡¿Pero es que cómo se te ocurre maman?!—grité molesta.— ¡No quería verlo ni en pintura!

 

—Hayle Liet Jones. No se te ocurra hablarme así , ¿me oyes señorita? Por que nada me impide coger un vuelo y cruzarte la cara, ¿entendido? 

 

—....

 

—He dicho que si me has entendido, Hayle —emití un gruñido como respuesta, molesta—Tu padre estaría muy decepcionado viendo como tratas a su ahijado. 

 

—Papá ya no está. No se te ocurra meterlo a él en esto.—siseé cabreada— si él estuviera aquí, respetaría mi decisión y no me regañaría.—Se quedó callada, respirando con dificultad, como si fuera a llorar. 

 

—Maman, yo... lo lamento, no debería haberte sacado el tema.

 

—No, no cariño... yo lo siento. Debí preguntarte si te parecía bien que As te llevara, no pensé que os abordarían sus fans.— casi pude oír como se restregaba los ojos, como cada vez que estaba estresada.— Una cosa más que tienes que saber, cariño... Tu pad- 

 

—¡LIET!—gritó Drew desde el otro lado de mi puerta. Había pasado 2 días desde esa presentación y lo cierto es que ella era mi única amiga en esos días de adaptación.

No me había dado por salir. Por socializar. Y ahora menos sabiendo que lo más probable fuese que esa "amiguita" de Astro estuviese por ahí.

No es que Astro me importase, pero.... al lado de "doña perfecta" me sentía insignificante. 

Vacía.

Impotente.

Me gustaría no sentir eso, pero... no era una carga de ahora. Era un cúmulo de cosas.

Y siendo sincera... no me creía la persona con más fuerza de voluntad ni con más amor propio, para aceptar que ella era mejor que yo. 

 

—Espera maman, te llamo mañana o luego... 

 

—¡Nono! ¡Es importante que sepas que...!—corté la llamada. No me interesaba lo que pudiese reprocharme ella acerca de cómo trataba a nuestro vecino. No iba a estresarme más.

Abrí la puerta y me quedé apoyada en el marcó de esta. 

 

—¿Que tripa se te ha roto, Drew?—pregunté divertida. Su aspecto era el de zombie recién levantado con resaca de sueño. ¿Dormiría bien? Me encojí de hombros, suponiendo que asi sería—Antes de que preguntes, no. No he visto tu móvil.

 

—¡¿Qué móvil ni qué mierda?!— alterada, entró en tromba a mi habitación, revolviendo los armarios—Dime que te has traído algún vestido bonito, por favor.—dijo mirándome. 

 

—¿Vestidos? Mmm, creo que tengo uno que fue de mi prima en mi cómoda.— abrí el mueble, sacando un vestido negro corto, de falda al vuelo y mangas de una telilla muy fina, como de rejas. Lo había usado cuando...—¿Te sirve este? No creo que entres, eres muy larga... —Confundida, se rió y me golpeó el hombro suavemente.

 

—¿Para que voy a quererlo yo? Quiero que te lo pongas tú, boba. 

 

—¿Yo? ¿Y para que me voy a poner yo el vestido? ¿Para pasearme por el piso?— me reí fuertemente—no gracias, prefiero seguir com mi ropa de mendigo—señalé mi ropa ancha de estar por casa. Drew me sacó de mi cuarto como si fuera un bicho, expulsándome de mi guarida.

Puse los ojos en blancos y me echó al baño. 

 

—Prepárate, hay una fiesta muy exclusiva a la que hemos sido invitadas. ¡Irá Astro Widson! ¡Kyaaaa!

 ¿¡QUEEEE!? 

Todas mis alarmas saltaron cuando escucharon ese nombre salir de los labios agrietados de mi compañera de apartamento. ¿Qué Astro iba a estar ahí? Pues me negaba a ir. No quería verle el careto a ese idiota.

Me dejó tirada por una estúpida francesa más operada que Oli london (imitador de Jimin de Bts, polioperado). No quería verlo poner una cara de víctima de la carretera, solo porque yo lo odio. 

 

—Mmm, ahora que lo recuerdo, creo que debería ir a recoger mi calendario a la oficina del campus. Lo siento, tal vez a la próxima—《Que excusa más idiota. Va a notar que es mentira y se va a enfadar. Nos quedaremos sin amiga por tu egoísmo de no verlo a él. ¡Soportaste a ese burro durante nueve años! Tres horas más no son nada》pensé, frustrada, que tenía razón. No podía correr ese riesgo. Al ver la cara triste que ella ponía, me apresuré a decir— A-Aunque tal vez pueda aplazarlo e ir contigo.

 Me iba a arrepentir.

Mucho.

Demasiado.

Drew dio palmadas y cerró la puerta

 

—TIENES MI MAQUILLAJE EN EL ESPEJO. ¡PONTE BONITA!—gritó desde el final del pasillo.

Sonreí y me empecé a vestir de mala gana. Me miré en el espejo, y me analicé.

Joder, fácilmente hubiese pasado el casting de The walking Dead, sin maquillaje ni nada. 

El cabello rizado caía por detrás de la espalda como una cascada en descontrol, despeinado. 

Los ojos azules estaban apagados, sin ningún furor que los caracterizarse de ser humanos. 

La nariz respingona llena de pecas imperceptibles. 

Los labios finos, blancos y secos. 

El mentón perfilado... 

 

Dios de mi vida, parecía un muerto. 

 

Me puse el vestido, sin perderme detalle del resto de mi cuerpo.

Era delgada, sin llegar a ser extremo, aunque se notaba que no solía comer demasiado. 

La piel blanca estaba llena de heridas imperceptibles, cada una resguardado un pasado, cada uno peor que el anterior.




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