Lista ahora, para ganar.
Marine caminó despacio hasta el estacionamiento, subió a un automóvil azul, estaba despintado, lo había alquilado hace dos días, era el más barato, pensando que se compraría uno negro dentro de poco tiempo para poder trabajar. Encendió su auto y se puso en marcha, primero iría a su casa, a recoger sus cosas, y después iría a la terapia con Alana. Al principio no le tenía confianza, principalmente por la manera en la que se encontraron, una parte de su mente le decía que tenía que cuidarse, que sus sospechas eran ciertas, sin embargo no podía acusarla sin tener pruebas. Se mordió la lengua lo suficiente para hacerla sangrar un poco.
Se escuchó el ruido de las llantas en el pavimento. Bajo algo agitada, contempló su casa, hace días todo había sido un caos, su casa rodeada de policías y ambulancias, reporteros, cámaras y luces que la aturdian. Nunca se había sentido cómoda con tanto ruido, la cabeza comenzaba a doler, se sentía como pez fuera del agua, no era su territorio. No podía atacar, prefería las sombras y el anonimato. No era capaz de ser nada, de viajar con el viento, atar a los asesinos como una serpiente, rodear su cuello, fuertemente y ver como se les acaba el aire y por último devorarlos. Se quedaba en un solo lugar, ansiosa.
Se golpeó un poco la pierna para despejar su mente, siguió su camino he introdujo la llave a su puerta. sintió un aire frío en el rostro por la falta de presencia en su hogar. se adentro en busca de comodidad, observó las cintas y cajas del FBI en su casa, subió a su habitación y encontró manchas de sangre en su cama y suelo, su armario era un completo caos, desvió la mirada hacia el otro mueble de ropa que tenía, sacó unos pantalones y blusas, las colocó dentro de una bolsa negra,tomó tres pares de zapatos y se marchó deprisa sin voltear a ver su casa, había sido testigo de escenas grotescas, pero no soportaba la idea de pensar que esta vez era su casa una escena del crimen.
se subió al automóvil y lo puso en marcha, se dirigió al centro comercial para comprar alimentos, cuando comprobó que ya tenía todo lo necesario se marchó. llegó a su habitación, dejó las cosas en el comedor, tenía sueño,sentía las piernas cansadas como si hubiese corrido kilómetros bajo el sol.
“no tienes tiempo de dormir, necesitas acabar la ballesta” se decía mentalmente.
la tarde se estaba agotando, dieron las 6:40 y marine sonrió contenta por el trabajo que había realizado, la guardo debajo de su cama, sintiéndose un poco más segura, vio la hora en el reloj y se metió corriendo al baño para darse una ducha rápida, tomó el primer pantalón que encontró y blusa, cuando se vio en el espejo casi se ríe por lo mal que se veía.
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Alana se despidió de su paciente, era una mujer regordeta que había perdido a su marido en un accidente automovilístico.
se preparó para ver a Marine, llevaba un traje color azul marino,su cabello recogido suavemente. miro el reloj, eran las 7:44 p.m le molestaba que la gente llegara tarde a sus citas, pero viendo la situación le preocupaba que algo le pasara a marine.No iba a permitir que alguien la lastimara, ella tenía planes para su nueva compañera. Pensó que tal vez podría jugar un poco con ella, sin embargo, sabía que marine sospechaba que ella era la asesina serial que tenían que atrapar,se le había peligroso, tenía que ganar su confianza y demostrarle que puede confiar en ella.
El timbre sonó y se levantó de inmediato, abrió la puerta para encontrar a marine en la sala de espera, está agitada y se disculpó entre exhalaciones.
entró cuando Alana le indico que podía pasar, se fijó en su ropa y solo le sonrió.
siento haber llegado tarde, se me fue la tarde.
no te preocupes, no me molesta.
mientes
¿perdón?
tus hombros estaban tensos.
me preocupe.
¿por qué te preocupas?
me importas.
Marine se tensó y miró a su compañera,ahora terapeuta. Alana se acercó de forma que no tuviera espacio para moverse.Le tocó la mejilla con delicadeza.Mirar los ojos de alana era como ver el infierno, ardientes e imponentes.
¿Qué te parece si comenzamos la terapia?
De....de acuerdo.
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El silencio duró unos minutos, no era tan incómodo como Marine lo había pensado, esta era la primera vez que asistía a una terapia y no sabía que decir, sus pulgares se tocan por su nerviosismo, Alana le había dicho que la terapia sería guiada por ella, que hablara de lo que quisiera pues ella estaría ahí para escucharla.
¿Que se supone que diga? ¿mi familia?
hoy me despedí de mis estudiantes.
entiendo, ya has escogido algo de qué hablar. entonces marine, ¿la despedida fue dura?- la miro-. ¿o acaso fue liberadora?