Capitulo IV
Daemon
A tu madre la han secuestrado.
A tu madre la han secuestrado.
A tu madre la han secuestrado.
Esa frase se reproducía constantemente en mi cabeza, además de las interrogantes ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Quién? Esa última era la que mas me hacía ¿Quién pudo secuestrar a mi madre? Y ¿Por qué? Son tantas preguntas sin respuestas, o bueno aun no las tenía. Lo primero que quería era exigirle las respuestas a mi padre. No obstante lo que salió de mi boca fue otra cosa.
—¿Qué. Mierda. Estas. Diciendo?—pregunté detenidamente.
—Daemon, de verdad lo lamento—vi la culpa en sus ojos pero no me inmuté.
—¿Al menos sabes quien lo hizo?—bramé.
—Si—afirmó—antes de decírtelo debo contarte todo y en ese todo esta en que consiste mi mundo.
No pude evitar ¿alegrarme? porque al fin mi padre se dignaría a decirme en que consiste su mundo, sin embargo, ese sentimiento paso a convertirse en preocupación por la situación en la que estábamos. No pude evitar pensar en mi madre, en cómo estará ¿estará bien? Pero ¿que pregunta era esa? Es obvio que cualquier persona secuestrada estaría asustada hasta la mierda.
—Al menos siéntate—no me había dado cuenta que estaba de pie hasta que papá me lo pidió, cosa que hice para tratar calmarme.
—Habla—ordené.
—Verás, todo comenzó cuando tenías 16 años, para ser más exactos el día en que mataste a ese hijo de puta. Como recordarás yo no estaba ese día por negocios. Ese día me reuní con el vicepresidente, él me mando a llamar porque de alguna manera se enteró de que yo fui el mejor en la academia militar y me pidió que me encargara de entrenar a hombres y yo acepte. Al principio sólo serían 20, pero luego ese 20 se convirtió en 200. Yo solo pensaba que era solo entrenarlos pero había algo más, siempre hay algo más.
Escuchaba atento cada palabra que salía de la boca de mi padre.
《Él me pidió que liderara una "misión", la cual consistía en capturar a un corrupto. Esto seria tipo un secuestro, luego hablarían con él, resolverían las cosas y luego él se iría fuera del país, funcionó. De ahí comencé a hacer trabajos para el vicepresidente. Después de un tiempo ya no era a sólo personas corruptas o delincuentes sino más bien a cualquiera que se cruzara en su camino.
Yo me quise salir de todo eso, pero descubrieron que en mi juventud tuve ciertos problemas con drogas. No sólo consumía sino que también vendía y con eso me chantajearon, por eso aun estoy metido en esto. Al pasar los años solo me fui acostumbrando》
—¿Por qué me metiste en tu mundo si ni siquiera te gusta?—no pude evitar preguntar.
—Cuándo mataste a ese chico a golpes no te preguntaste porque no fuiste a la cárcel.
—Aun me lo pregunto ¿por qué no fui?
—La persona que mataste se llamaba Matthew Darnell el cual era el sobrino del vicepresidente. Cuando se enteró que su sobrino estaba muerto te iba a matar, porque en ese mismo instante por uno de sus informantes se enteró que tu fuiste el causante de esa muerte. Yo trate de impedir eso a toda costa y para que no te mataran te tenia que incluir en la organización. Por eso estas ahí.
—Esa parte ya la entendí, lo que aún no entiendo es ¿que tiene que ver mamá en todo esto?—pregunté.
-Te explico. Cuando conseguiste a tu madre atada a esa silla-hizo una pausa. Se notaba que se sentía culpable por no estar ahí en ese momento—la persona que mataste con mi arma se llamaba Drake Miller el cual era hijo de Nicholas Miller, un empresario multimillonario. Al parecer Drake fue un desliz de Nicholas y por eso lo mantuvo oculto.
—Aun sigo sin entender.
—Calma, no he terminado. Drake creció en un barrio de mala muerte y muy bien sabes que de ahí no sale nada bueno.—asentí—Él tomo el camino de la vida fácil y comenzó a robar en mansiones. Para cuando quiso robar en la nuestra no se percató que tu madre se encontraba allí. Cuando lo mataste a los 3 días su padre se enteró y juro vengar su muerte cueste lo que cueste.
—No he oído hablar de Nicholas Miller.
—¿Recuerdas cuando te dije que había que investigar a una persona muy importante?—asentí—hace poco me dijeron de quien se trataba.
—Nicholas Miller—terminé por él.
—Exacto.
Todo lo que mi padre me ha dicho hasta ahora tiene mucho sentido. Ahora comprendo esas salidas tan tarde, esas llamadas en las madrugadas y ese misterio que el tenia con sus asuntos. No obstante, si antes me sentía culpable por la muerte de ese hijo de puta pues ahora me siento peor, porque ahora mi madre está pagando las cosas consecuencias de mis actos y eso nunca me lo voy a perdonar.
Hacer sufrir a mi madre es lo que menos quería pero por lo visto no todo lo que quiero se cumple.
Ya no podía ni muchos menos quería seguir escuchando a mi padre, ya era suficiente por ahora. Todavía tenía que ordenar mi mente, en este momento estaba hecha un lío. Necesitaba respirar aire puro y de pronto está oficina se volvió más pequeña, casi claustrofóbica y sin decir nada más me levante de la silla y salí de ahí. Fui directo al ascensor y en lo que estuve fuera de ese edificio solté todo el aire que me estaba conteniendo. Me dirijí al aparcamiento en busca de mi auto, en lo que estuve dentro de él lo único que quería era alejarme lo más que pudiera de ese lugar. No quería hablar con nadie. Recorrí unos 5 kilómetros al este de California. Ni siquiera quería escuchar música, algo que siempre he hecho siempre al subir a el auto aunque estuviera de lo más cabreado pero en este momento simplemente no quería nada, bueno... si, a mamá a salvo.
Estaciono el auto, salgo de él y me adentro en lo que era especie de un bosque. A la medida que pasaba árboles y arbustos llegué a mi destino, una pequeña laguna. Bueno no tan pequeña, más bien era de un tamaño promedio pero no estaba de ánimos para averiguar cual era el diámetro de la laguna, solamente quería respirar algo de aire fresco.