Caos

Capítulo 11

Alexander

Me despierto en una sala esposado a una mesa en un lugar que se parece mucho a un comando de interrogatorio militar, me giro cuando oigo una puerta abrirse.

-Bueno hasta que por fin despertaste.-Dice el imbécil de Diego

-¿Que haces tu aquí?¿Dónde estamos?

-Estas en la base militar y yo voy a interrogarte.

-Y piensas que voy a responderte algo a ti.

-Lo harás si no quieres ir preso- Dice y no respondo- Bien no vas a hablar pues empiezo yo, estaba llegando al hospital a ver a mi novia, cuando oí un disparo en las escaleras de emergencia, fui para ya y adivina que encontré un arma tirada en el suelo y a ti desmayado unos metros mas abajo. Ahora dime o respondes mis preguntas o te detengo por alteración al orden público.

-Para empezar ella ya no es tu novia y esto es abuso de poder tu ni siquiera tienes rango para detenerme, debería estar en una estación de policía.

-Yo no pero mis padres si y tu puedes meterte en serios problemas, y mi novia no es asunto tuyo.

-Creo que paso a ser asunto mío en el momento en que la bese.-Digo y de un momento a otro tengo a Diego a mi lado golpeándome. Me rio de él y le escupo la sangre en la camisa blanca.

-¿Qué acabas de decir?

-Lo oíste muy bien, no tengo porque repetirlo

-Eso es mentira ella me quiere jamás haría algo así, además lo estas diciendo porque ella no se puede defender, eres un cobarde.

-Si pensar eso te hace sentir mejor, piénsalo.

-Espero que tengas permiso para portar armas y que no sea robada porque sino estarás en serios problemas

-Enserio crees que soy estúpido para dejarme arrestar por eso, yo no soy como tú-Digo y da un golpe a la mesa.

-¿Quien mas estaba contigo en esas escaleras, quien te golpeó?

-No lo sé-Digo cabreándolo mas.

-¡Mientes!-Dice y sale de la sala para llamar a alguien que entra con él.-¡Enciérrenlo!

-Pero señor...

-¡Qué lo encierres dije!-Dice y el tipo obedece y yo no pongo resistencia.

Me llevan a través de los pasillos de la base militar de alta seguridad y me dejan en una celda sin rejas, aislado del mundo.

-¡Tengo derecho a una llamada!-Digo por varios minutos hasta que me canso y nadie viene

Me tumbo en la cama que hay en la celda, si es que se puede considerar una cama, y me pongo a pensar en Victoria, habrá despertado ya, voy a llevarla conmigo mientras se recupera cuando salga de aquí.

Pasan dos días y nadie ha venido a verme ni a traerme de comer, estoy desesperado necesito salir de aquí, la cabeza no deja de dolerme y creo que tengo fiebre, estoy en condiciones inhumanas, mi padre deberá haber empezado a buscarme pero dudo que alguien me encuentre aquí.

Esa misma noche vienen a tirarme una botella de agua por la rejilla, me la bebo y no tengo ni fuerzas para gritar, creo que me desmayo porque en un tiempo no recuerdo nada de lo que pasa.

Hoy he perdido la noción del tiempo creo que es el cuarto día que estoy aquí encerrado, tengo obligaciones que atender, no puedo seguir aquí encerrado, tal vez Pablo me encuentre.

Sigue pasando el tiempo y yo sigo encerrado todo parece igual hasta que por fin escucho unas voces afuera.

-¡Como habéis permitido esto!¡Sabéis en el problema que se ha metido!-Dice la voz de una mujer.

Abren la puerta de mi celda y todos se quedan quietos ante la imagen que debo dar.

-¡Llévenlo a la enfermería, rápido!-Dice la mujer que creo que es la madre del soldadito.

Me llevan en una camilla a través del lugar hasta la enfermería del comando, donde me termino desmayando otra vez.

Cuando me despierto me sorprendo al ver a mi hombre de confianza y a mi abogado a mi lado.

-¿Cómo te encuentras?-Pregunta la mujer y no me molesto en contestarle es evidente.

-¿Cuanto tiempo ha pasado?-Pregunto.

-Una semana-Dice y esto no se va a quedar así esto no lo voy a dejar pasar y al soldadito le va a costar caro-Lamento mucho esto que ha pasado a mi hijo lo van a suspender por un mes por esto-Se piensa que con eso me voy a conformar.

-Créeme yo lo lamento más, me quiero ir de aquí- Trato de levantarme pero la cabeza me da un pinchazo y no me deja hacerlo.

-Es mejor que no te muevas tienes un caso leve de deshidratación y uno grave de desnutrición, además te acaban de dar dos puntos en una herida que tenias en la cabeza-Dice y eso solo me enfurece más, voy a matar a Pablo.

-Me da igual sácame de aquí- Le digo a mi hombre de confianza y me montan en un coche que me lleva a casa.

Quiero ir a ver a Victoria pero todavía no estoy preparado para que las personas que me rodean la conozcan, mucho menos para meterla en mi mundo como quiero hacer, primero tengo que hablar con ella.

Una vez en mi departamento mi hombre de confianza se queda conmigo y me informa de todo lo que ha pasado en este tiempo y me pasa una llamada de mi padre.

-Ya se porque has estado desaparecido y todo lo que te ha pasado pero no hay tiempo que perder y lo sabes, me alegro de que estés bien me has tenido preocupado.

-Tu tan cariñoso como siempre.

-No estoy para tus tonterías ahora Alexander, se que este problema va a retrasar la búsqueda pero tienes que continuar como antes, de un tiempo en adelante has estado muy despistado, te necesito concentrado en esto ¿Se puede saber que es lo que te ha estado pasando?

-No, lo sabrás con el tiempo pero ten por seguro que averiguaré esa información como sea, luego hablamos.

Una vez solo en mi habitación, llamo al hospital para pedir información sobre Victoria, me dicen que no ha tenido ninguna mejoría y que sigue en coma, trato de averiguar como conseguir que la trasladen a otro lugar mientras se recupera, no se si Victoria tenia algún familiar vivo pero nadie además de Diego ha pasado por allí, así que la voy a traer a mi departamento conmigo donde estará a salvo de momento hasta que ella despierte y decida que es lo que quiere hacer.



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En el texto hay: misterio, mafia, romance

Editado: 19.10.2022

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