VIII

Capítulo ocho; ↡↡↟↟
Narra Aleksei; ↡↡

- Me presento- caminó hasta quedar frente a mi. -  Me conocen por muchos apodos pero hay uno en especial que solo lo usa Jack; comodín.

Comodín. Comodín. Ella era el jodido comodín de Jack. La tuve todo este tiempo a mi lado sin saberlo y lo peor es que en mi mente jamás pude pensar que ella haría esto. Me sentí un maldito idiota al estar esperando a un hombre que me ayudara, ¿Por qué no podría ser una mujer? Ella me demostró más de una vez que puede hacer todo lo que se proponga; cuidar de sus hermanas pequeñas, ser gerente del club, boxear y ahora hacker. Definitivamente es genial.

- ¿Por qué nunca me lo dijiste?- pregunte aún sorprendido por la magnitud de tecnologia a mi alrededor; ordenadores de todos los tamaños, La TV más grande que vi en mi vida , celulares de todo tipo colgados en las paredes, entre otras cosas.

- Necesitaba mi tiempo para pensar en ayudar a un extraño - se giró y comenzó a enchufar cosas - No es normal que de un día para el otro metan a un extraño a tu casa y luego pidan que lo ayudes.

Lógico.

Se sentó en una silla giratoria en uno de los muchos ordenadores y comenzó a teclear con rapidez.

- Siéntate- obedeciendo su orden me senté junto a ella. - Aleksei Dmitriev-  murmuró mientras escribía. Cuando terminó se giró a observarme minuciosamente- Bien, Alek, dime de que o quien te tengo que salvar el trasero y ¿por qué?

- ¿No sé supone que saber esr es tú trabajo ? - pregunté arisco de tener que confesarme.

- Si, solo quería avitar que no sientas tanta incomodidad. No debe de ser nada cómodo que una desconocida manipule tus datos - dijo seca mientras volvía a girar su silla. Intenté calmarme, ella no tenía la culpa.

- Me metí en un disturbio y un policía logró verme - murmuré tensando la mandíbula.  Ella asintió lentamente y luego me miró.

- Voy a entrar en los archivos de la policía de allá - Avisó

- ¿Puedes hacer eso sin que te noten?- pregunte asombrado de su rapidez.

- La policía local no tiene buena seguridad tecnológica, es fácil entrar y salir de allí mientras sea rápido. - Explicó

- ¿Alguna vez te descubrieron ?- volví a preguntar interesado. Ya parecía un jodido niño.

- Solo una vez. Aún era novata y me creí lo suficiente lista como para jugar con el FBI- murmuró concentrada

- ¿Te encontraron? -  ella se rió y me miró de reojo divertida.

- ¿Sabes cuántos años de prisión son para los que hackean al FBI? - negué con la cabeza - Muchos,  tantos que no estaría aquí ahora. Desde ese día no volví a meterme con problemas grandes, perdí varios ordenadores y un terreno.

- ¿Un terreno?-

- Quemé la casa donde estaba, sabía que me buscarían siguiendo la señal de mi ordenador, a pesar de que estaba roto. -  explicó pacientemente - Listo, solo necesito que cargue y mañana los azules estarán fuera de tu vida

- ¿De verdad?- pregunté con la emoción haciendo estragos en mi voz- Gracias, Alek, yo... nose como puedo pagarlo.

- ¿pagarlo?- preguntó confundida mientras negaba - No me debes nada, Alek. Fue un placer ayudarte a ti y a tu hermana. -

- ¿Como sabes de mi hermana? - pregunté sorprendido y un poco tenso.

- Nose quien intentó borrar tú formación, pero hizo un pésimo trabajo. - se levantó de la silla junto conmigo - Quédate tranquilo, la borraré del sistema. - Asentí más tranquilo.

Luego de eso ,ella cerró la habitación otra vez con el dije y caminamos en un cómodo silencio hasta las habitaciones. Su puerta fue la primera de aparecer ,por lo tanto ,nos detuvimos ahi. No sabía que decir o que hacer, aquel silencio cómodo cambió drásticamente y amenazaba con volverme loco

- Buenas noches, Alek - murmuró ella mirándome de reojo.

- Buenas noches, princesa  - sin pensarlo dos veces dejé un beso en su mejilla y me perdí en el pasillo lo más rápido posible.

¿Por qué cojones hice eso?   Estupido.  Estupido. Estupido. ¿Qué debe estar pensando ahora ? Seguro piensa que soy ridículo, ¡Lo soy!

Narra Aleksandra; ↟↟

Rápidamente me adentre a mi habitación, cerrado la puerta con mi espalda. Miré hacia mi costado, donde se encuentra mi espejo, notando mi cara totalmente roja explicando mi ardor.

"Mañana será un largo día"

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- Ya voy- murmuré al escuchar la alarma sonar a mi lado.

Extendí mi brazo apagando la alarma, me estiro sobre la cama logrando escuchar el ruido de mis huesos tronar.

"Bien, comencemos"

Subí las escaleras acompañada por el enorme silencio de la casa, normal a las 5 a.m.   
Tomé la vendas rojas y los guantes, del mismo color, colocandolos en mis manos antes de entrar al gimnasio.  Coloqué música a un volumen bajo para evitar despertar a alguien, me posicioné frente al saco de Box y comencé a golpearlo una y otra vez.

El tiempo comenzó a retroceder a tal punto de llevarme a mi niñez. 

** - ¡Caballera! - gritaron mis pequeñas hermanas al verme entrar.

- Hola copias - las saludé mientras les recibía los abrazos.

- ¿Cómo te fue en el trabajo ?-preguntó Brook inocentemente.  Mi sonrisa comenzó a flaquear por un segundo hasta que me recompuse.

- Bien. - respondí cortante - ¿están listas para ir al parque?- pregunté instalando una falsa sonrisa en mi cara, como cada día.

- ¡Si!- gritaron al unísono.

- Niña - me llamó aquella ronca voz de mis pesadillas. Levanté la mirada hasta dar con los ojos azules de mi progenitor.  Rápidamente, a sabiendas de que quería,  saqué el dinero de mi pantalón desgastado y se lo entregué completamente- ¿Sólo esto conseguiste? ¡Eres una jodida imbesil!

Mis hermanas se pusieron detrás de mi espalda, miedosas de su enojo. Todo mi cuerpo se tensó y se llenó de miedo cuando comenzó a acercarse.