Instantes antes de un anticlimax, Evan, comprobó el vacio, la concentración irrompible gracias a ventanales de doble capa creando la insonorización, una decoración relajante con aspecto zen, con intensidad de luz del día poco molesta y entre varios detalles mas que reiteran el pacifismo.
Sobre la misma mesa, donde se encuentra el equipo de trabajo, este último muestra un error en pantalla. Se ignoró su relevancia ya que mencionaba la falta de conexión y puede tratarse de un problema de segundos.
El primer indicio que se va alargando provoca la liberación de la incomodidad emocional del técnico, el obstáculo que requiso de la aparición de terceros.
Era hora de ocuparse de esa incidencia interna tras una hora, realizando tan sólo una llamada al personal externo de mantenimiento levantandose, con dificultades debidas al agotamiento que forma parte al apartado de excusas de cosas de la edad.
- Parezco un viejo ya.
Dijo el joven treintañero tras ponerse en pie, con el fin de dirigirse a la centralita situada a un par de pasos de él.
Aquí, buscó entre la lista de contactos hasta que halló el numero buscado. Al marcar, se suma al mal dia un apagón, que le quita el nitido y llamativo color a las paredes.
La suerte le sonrió al encenderse el generador eléctrico. La alegría duraría hasta que el tanque de gasolina se agotara o por lo contrario volviera la corriente.
Rehace sus actos, pero al parecer no hay comunicación. Lo vuelve a intentar esta vez con su dispotisivo móvil y obtiene el mismo resultado en su búsqueda.
El reloj, tras tantas vueltas del minutero, marcó la hora de vuelta a casa, Evan debía soltar el testimonio para que otro empleado tomara el relevo.
En ese 6 de setiembre a las dos del mediodia, no vió aparición alguna en esa perdida carretera y la inteligencia avanzada del sistema no permite la salida al exterior si solo halla a un integrante dentro de ese edificio.
Empezó a transformarse ese sueño en una pesadilla con solo el tiempo, cuando de forma definitiva se acaba el subministro eléctrico marcando la oscuridad.
El poco afortunado, pone a prueba la muerte de ese ojo que le tenía bajo observación, abriendo la puerta, empujando de la maneta hacia ambos lados con toda su fuerza.
- Seguro que puedo encontrarte un defecto.
Menciona mirando hacia la cámara, retandola a la perfección recorriendo las plantas en busca de materiales con los que poder forzar la cerradura.
El milagro no estuvo cerca de las distanciadas alturas.
- No creo en dioses pero quizás no sea tarde.
Alegó al aire al aparecer oportunamente lo que la trama ahora necesita pero si tan pocas repercusiónes tuviera no formaría parte de una gran cadena del mal.
La claustrofobia se desarrolla tras la imposibilidad de efectuar el extracto de su cuerpo con sencillez, siquiera gritar podia.
El animal creía poder convertirse en el rey de su hábitat sacando su instinto de supervivencia. Tal y como se cuenta, nada sale como uno se espera.
La situación se volvió vulnerable y frágil como el mismo cristal que cubre la infinita altura de esa construcción, material en el que creyó encontrar la salida pero el ser humano ya no tiene esperanzas y empieza a faltar la cordura al dejar de mantener el orden.
- A quien voy a engañar, seguramente esten blindados, verdad?
Le sugiere con pocas fuerzas a la inanimada y apagada lente que le apunta.
- Ya llevo 12 horas aqui dentro y le estoy hablando a un montón de chatarra. En caso de que estes ahí, disculpame por faltarte al respeto.
Sugerió a si mismo cediendole sentimientos y derechos de habla a algo hecho a base de guiones y digitos no interpretables. En el acto aparecen una cantidad de vehiculos a toda velocidad por la carretera conjunta al edificio que se van aclarando des de la lejanía.
- Dios mio, estas viendo eso? Voy a salir de aqui.
Cada vez son más la cantidad de automóviles que se aprecian en la que se consideraba en un principio la possibilidad de que fuera una escasa circulación.
- Espero que esto no sea un espejismo ni ninguna clase de alucinación. Ha sido un placer, nos vamos a ir despidiendo. Hemos tenido nuestros problemillas pero hemos aprendido a convivir.
Se despide anticipandose al ser sin sistema de escucha ni comprensión mientras que al presenciar la poca distancia en relación a los allegados gesticula saltando y abriendo los brazos. Al otro lado, la hilera de coches va pasando sin atender al encerrado a la vez que deceleran poco a poco hasta convertir a sus conductores en otros atrapados con una unica diferencia, que una de las escapatorias esta en el asfalto siendo libre de retomar camino.
- Que demonios? Que esta pasando ahi fuera?
Piensa alarmante y desesperado mirando a lo artificial, cambiando su gesto facial a uno con mas desenfreno y enfado.
- Todo esto es culpa tuya!
La locura y agobio pudo con el gritando y lanzando objetos hacia la inocente programada desentendiendo los sucesos.
Tras 16 horas, nada ayudaba, no era mas que un ser invisible de caras a las afueras y el sol ya no estaba presente, solo la fria noche.
La batería del unico medio con el que dejar un mínimo mensaje se terminó hace una hora.
Cada vez estaba más acabado, ese hombre necesitaba comida, todas sus ideas hacían aguas y las conversaciones ya no eran normales. Para rematar sus tripas ya pedían manjar.
Ni un resto halló en los comedores, se topó con neveras vacías y cajones llenos de cuberteria sucia.
- Parece que nadie nos quiere, eh! A ti nadie te ha intentado arreglar ni a mi rescatar. Bien pensado, mejor que tengamos la fiesta en paz. A fin de cuentas, dicen que si no puedes con el enemigo, unete a él.
Resalta el hambriento a la que no tiene palabras, asumiendo los hechos.
- Mañana será un nuevo día. Quizás salga de aquí y me den respuestas.
Los parpados cayeron con fuerza tirandole al más hondo pozo de los sueños después de 17 horas activo