Capítulo 42

AVISO
En el capítulo 43 hay escenas de nuestros personajes juntos. ¿Quiénes esperaban este capítulo? 
Aunque advierto NO SON ESCENAS EXPLÍCITAS pero igualmente tenía que avisarles. Gracias♡

No sé si se lo esperaban de esa manera, pero espero no defraudarlos😉

Cielo

Después de salir de la mansión, corro rápido pero con precaución, impulso mis patas traseras para saltar algunos troncos que me impiden pasar. Mi destinado va sobre mi lomo, va muy bien ajustado pero aún así debo ser precavida cuando salto, no quiero que se caiga.

《Se siente tan bien tenerlo así de cerca》.

Me interno en el bosque alejándome de mi manada Luz de Luna.

Cuando ya he dejado atrás los límites de la manada, voy mas rápido, aunque sé que no me harán nada si me encuentran. 《Igual es mejor prevenir que lamentar como dice el dicho》.

El aire de la noche es fresco, pero esta muy tranquilo para mi gusto. Ni siquiera el canto de los grillos se escucha, es extraño, igual que cuándo salí a pasear a los alrededores del bosque aquella vez que fui de visita al castillo de mis abuelos. El mudo susurro del viento me dice que algo anda mal, el pelo de mi lomo se eriza alertándome del peligro que nos acecha, pero si soy sincera, es algo que me esperaba. Aunque no tan pronto.

Me detengo lentamente, alerta, cierro los ojos para ver mejor, se que suena absurdo pero no lo es, agudizo mis sentidos, olfateo y el tenue olor a sangre inunda mis fosas nasales. 
Entonces lo veo.

— ¡Hola princesa! ¿Acaso no saludas a un familiar lejano y que se alegra de verte? —me mira pero yo no abro mis ojos porque así me mantengo mas segura. 《Ya sé, ya sé ¿con lo ojos cerrados más segura? Bueno pues, eso es correcto estoy mas segura》 — vengo por tu destinado, ya sea por las buenas, o por las malas.

—Jamás, y lo sabes...

—Bien, me lo esperaba...—suelta una carcajada horripilante, cualquier otro estaría temblando de miedo, pero yo no— ¡ahora!

— También me lo esperaba...—le digo y sonrió para mis adentros, sabía que traería a muchos más con él cuando llegara la hora de encontrármelo.

《Es un maldito cobarde》.

Me conecto aún más conmigo misma, despertando al nuevo ser que habita en mi cuerpo desde hace poco, esa parte de mí es muy poderosa.

— Es hora...—me digo a mí misma en un susurro dejando de ser una loba, y sé que el maldito me ha escuchado, algo que no me importa— Estaba esperando con ansias el momento en que aparecieras. —mi cuerpo no necesita mucho tiempo para cambiar. Y una vez completado el cambio dejo a Daniel en el suelo mientras lo cubro con el manto protector. Uno de los dones que tiene el ser juez. Todo alrededor de mi amor y yo es impenetrable, mi cuerpo actúa por si solo utilizando otro de los dones de la Juez, uno que nunca he utilizado, hasta hoy. Abro mis ojos y comienzo a susurrar palabras en un idioma antiguo de mi especie. La neblina cubre poco a poco el bosque y veo al híbrido mirarme fijamente entre sorprendido y, ¿temeroso?

Me acerco a Daniel y lo beso, esto hace que nos transportemos a la cabaña cerca del Claro de Luz, sin ser rastreados gracias al manto a nuestro alrededor. Este don solo se puede utilizar en caso de que haya verdadero peligro.

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— Para ser la primera vez no estuvo tan mal...—digo sorprendida mientras miro a mi alrededor.

Estamos en el interior de la cabaña que está distribuida en una sola planta de unos 75 m2, la decoración es modernista de rasgos sencillos y confortables, dispone de un amplio salón con chimenea, cocina amueblada, comedor, baño, y una habitación con terraza. Ya he estado aquí antes, es un lugar hermoso, tranquilo y seguro, esta protegido por la luna. Nadie podría llegar aquí a menos que yo lo permita.

Observo con cuidado mientras avanzo a la habitación, todo esta igual a como lo recuerdo.

La puerta de la habitación esta semiabierta, por lo que no es un problema entrar, la cama es grande, cubierta por un edredón azul, hay dos mesitas de noche a cada lado, una alfombra gris cubre el brillante piso de madera. Recuesto a Daniel sobre la cama, y luego me acerco al armario que hay cerca de la puerta del baño.
Lo abro y busco una cobija, la encuentro y la coloco sobre él. Vuelvo al armario en busca de ropa, y noto que alguien a puesto bastante ropa de mujer y hombre aquí. Me sorprendo por la cantidad de ropa que hay ¡y sí! hay de mi talla por lo que se ve, la cabaña a sido bien cuidada, ya que no hay ni siquiera polvo. Alguien debió haberla abastecido, y solo hay una persona que podría haberlo hecho. Sonrío en agradecimiento hacia esa persona.