- ¿Por qué desea ingresar a la revista Inno?
- Dijeron que era la mejor revista de estos lugares. Y no sé, quise intentarlo
Era la quinta vez que la echaban de su apartamento y recién se cumplirían dos meses desde su llegada a la ciudad, nuevamente se estaba ganando una mala reputación y obviamente el odio de sus vecinos, es por eso que necesitaba un trabajo que le diera prestigio, del cual dijeras “soy de tal empresa” y te dejaran en paz.
- Según su currículum, no tiene ninguna experiencia – dijo otro
Pero ahora necesitaba recuperar algo que era suyo.
- He trabajado en pequeños proyectos individuales de aquí para allá, es verdad que es la primera vez que me animo a ingresar a algo grande como una revista, pero si tengo experiencia.
Ya había puesto en pie su plan.
- En resumen, solo quiere ingresar para tener un trabajo estable
- No, simplemente quiero intentar algo nuevo
Tenía que sonar convincente. No estaba entusiasmada por el trabajo y comenzaba a aburrirse debía actuar lo antes posible.
- ¿Es mi apariencia? desde que empezó con la entrevista, note que no les agrada mi presencia. ¿Es porque esperaban a una mujer con escote y minifalda? – ellos no sabían que decir, ¡Bingo! – no me imagine que una prestigiosa revista discriminara de tal forma, es realmente indignante.
Se retiró fingiendo decepción, siempre funcionaba, eso era una de los pocos puntos a favor que le traía no tener un cuerpo de modelo, como la mayoría de esa ciudad lo tenían. Sería difícil encajar en aquel lugar.
- Fue aburrido, pero estoy adentro - Dijo somnolienta – debería ser actriz, con mi talento conmovería a todo el mundo.
Su caminar era lento y sentía que su cuerpo le pesaba, había alterado su ciclo circadiano, dormía en el día para estar fresca como una lechuga por las noches, levantarse a esa hora y asistir a la entrevista fue un esfuerzo sobrehumano que tuvo que tomar.
- Todo sea por el dinero
Quería llegar lo mas antes posible a casa para así poder tirarse a la cama y deshacerse del horrible traje que llevaba. La ropa formal no era lo suyo
- Me siento atrapada en este traje
Fue algo extraño. Se paro bruscamente, era como si aquel aroma la llevara a través del tiempo, su infancia, volteó buscando su dirección.
Se encontró con una anciana sentada cómodamente en uno de los asientos de la plaza mirando nostálgicamente los árboles.
- ¿Por qué todo el mundo hace eso? – balbuceó, sentía que les daban mucho crédito a esos simples árboles.
- No son los árboles, son los recuerdos que hay en ellos.
Le sorprendió la agudeza auditiva de la abuela.
- Nada mal, abuela.
Ella también esperaba tener sus propios recuerdos.
- ¿Tu preparaste esto?
Señalando las galletas. Le asombro el parecido que tenia al de su propia abuela
- Claro, es la típica galleta de abuelita
- Ya veo – tenía razón - Llevare una bolsa.
- ¿Quieres la receta?, al parecer no son simples galletas para ti.
- ¡Si quiero!
Había intentado reproducir el mismo sabor varias veces en su adolescencia, al final se había rendido.
- En otra ocasión será.
- Pero…
- Paciencia niña, paciencia.
Se levantó, recogió su canasta, su bastón y tomo el primer taxi que encontró.
- Acaso, ¿Acaban de jugar con mis sentimientos? – dijo Isabelle desconcertada – que abuelita más extraña.
Siguió su camino a paso lento, su departamento se encontraba cerca, así que no le quedaba más que caminar. En cuanto llegó a casa se deshizo rápidamente de su traje, un poco más y la incendiaba.
- ¿Dónde están?
Buscaba el par de sus pantuflas en el desorden que había creado aquella mañana.
- ¡Que flojera! – se lanzo a su cama tal como lo había estado planeando desde que salió de la entrevista.
Hasta el momento había trabajado independientemente, ella era su propia jefa si quería no iba a trabajar, no quería apresurarse, pero tenia que asegurar el plan B por si el plan A fallaba.
- Todo podría suceder – pensaba en silencio – tal vez podríamos regresar y de esa manera todo podría ser como antes
Trataba de tener esperanza, aunque muy en el fondo sabía que no era así
- Es el destino, por algo todo este problema me trajo aquí.
Aun no podía creer que estuviese en esa ciudad, hace mucho que quiso venir, pero no se animaba. Falta de dinero, confianza y otros factores que se lo impidieron por mucho tiempo.
- tal vez era su propósito. Tal vez él me guio a este lugar