Sus ojos se habían acostumbrado a la oscuridad. Lanzaba desde su cama a la pared un pequeño balón que rebotaba y caía nuevamente en sus manos. Se sentía aburrido.
1:30 am
- Tengo hambre
Se levantó en dirección de la cocina, si tenía suerte encontraría algo, generalmente no acostumbraba a comer en casa por lo que no tenía muchas esperanzas.
- ¡Wow! – le sorprendió ver su refrigerador lleno – debe ser obra de la sirvienta que mandaron de mis padres – pensó – si tan solo se hubiera tomado el tiempo de dejar alguna comida precocida o instantánea - suspiró
Buscó en las gavetas algo comestible. Se topó con lo que había hecho Lina cuando limpió su casa por primera vez.
- Muñeca de trapo – Acarició uno de los platos - Rara
Trató de desordenarlo un poco y continuó con su búsqueda.
- ¡Si! – sonrió al encontrar una caja de cereal – esto servirá
2:40am
Echado en el futón de su habitación, apoyaba su cabeza en una de sus manos e intentaba mantenerse despierto.
45678921
Muñeca de trapo. ¿Sabes lo rara que eres?
Quien ordena tan meticulosamente y pone notas hasta en las comidas.
¿Eres un alíen?
02:40 am
- No está conectada – se quejó
Le molestaba que le ignorase
3:10 am
Su cabeza chocaba con el futón.
- ¡Estoy despierto!
Se estiraba y movía el cuello.
- Porque tarta tanto, ¡Amanece ya!
5:00am
Mantenía los ojos entrecerrados, era el último esfuerzo para evitar que sus ojos cedieran al cansancio.
6:00am
Los primeros rayos de luz golpeaban su ventana e iluminaban la habitación.
- ¡Bien! – se levantó de la cama – solo tengo que ir al centro comercial – bostezó.
La idea era trabajar en todo el sentido de la palabra por lo menos por un mes, hasta que su padre se olvide de él y que los comentarios, del supuesto intento de suicidio, por parte de la prensa y las redes sociales desaparecieran.
Se levantó en dirección al baño.
- Tengo sueño.
Sentado en la tapa del baño, se cepillaba de mala gana tratando de mantenerse despierto.
.-.-.-
Gimió molestó, cuando las luces golpearon su rostro. Abrió lentamente sus ojos y estuvo por varios minutos desorientado mirando el techo no sabía que día era y que pendientes que tenía que realizar.
- Espera
Se levantó de golpe y frunció el ceño, ¿Las luces entraban por su ventana? Giró su cabeza hacia la pared donde ya hacia un reloj.
- No puede ser ¿Me quedé dormido?
Acostumbraba levantarse a las 5 am. Había ocasiones en las que por el cansancio se permitía descansar unos minutos, ¡pero no más de una hora! Salió de su cama en dirección al baño y tomó una ducha rápida.
- Aún hay tiempo – Observó su celular
No se explicaba porque no había escuchado su alarma. Negó con su cabeza y se preparó para afeitar todo rastro de barba en su rostro.
- Lávate muy bien el rostro, aplica la espuma de afeitar para evitar que se te irrite.
Abrió ojos de par en par cuando vio su reflejo en el espejo.
- Usa con mucho cuidado la navaja, no te vayas a cortar
- ¿A cuántos grados la inclino? – preguntó curioso.
- ¿Cuántos grados? – movió la cabeza a ambos lados – a 45° grados más o menos. Cuando termines vuélvete a lavar la zona – Observó a su hijo y sonrió – Cuando seas grande te enseñare con mucho más detalle – le acarició la cabeza
Bajo la mirada e inclinó su cabeza hacia adelante. Mirarse en el espejo le recordaba a su padre. Trataba de apartar esos pensamientos. Se apresuró en terminar, se vistió y dirigió a la cocina.