Se bañó y se vistió.
- Wow parece que llegare temprano – dijo de mala gana al ver el reloj de su mesita de noche.
Se dirigió a la cocina y volvió a buscar algo comestible en el refrigerador, escogió una manzana.
- Comeré algo en el supermercado, al final puedo tener lo que quiera – le daba una mordida a su manzana – No tiene sabor, que raro – encogió sus hombros, sin darle importancia
.-.-.-
- No responde
Eso solo significaba dos cosas: que estaba profundamente dormido y que no había bebido la noche anterior.
- De seguro estuvo despierto toda la noche
Siguió intentando, o lo largo del camino.
- No contesta.
- ¿Quién? – preguntó su secretaria parada en frente suyo – lo lamentó – se disculpó apenada
- Nathan – respondió – bien, dígame que tengo para hoy a parte de la reunión con los ejecutivos.
- Tiene pendiente la reunión con el departamento 5, a horas 10 am señor.
- Está bien – respondió – por favor insista en llamar a Nathan – le dijo antes de entrar a la sala de juntas.
.-.-.-
Abrió sus ojos lentamente.
- ¡Ah! – se tocó el cuello adolorido - ¡Que! – miró a ambos lados - ¿No estaba ya en el centro comercial? – se preguntó confundido
Seguía sentado en la tapa del inodoro
- ¿Fue todo un sueño? – corrió hacia su cama, a su pequeño reloj, no sabía dónde dejó su celular - ¡9:30! – miró - ¡Mierda!
Se apresuró en asearse.
- ¡Hola! – contestó – con que aquí estabas – le dijo a su celular
- Veo que ya despertó
- Te dije 6:45 – respondió mientras se vestía.
- Y asi fue – dijo Daniel – llevo llamándote desde entonces
Buscó las llamadas perdidas de las que hablaba, se sorprendió de la cantidad de ellas.
- ¿Y por qué no me desperté?
- Porque estaba profundamente dormido, probablemente.
- Ay no – bajó los hombros - Nos vemos luego – respondió resignado
.-.-.-
- Otra vez se metió en problemas – negó con la cabeza
No podía reprocharlo porque él también se había quedado dormido. Suspiró sin saber porque exactamente lo hacía.
- Señor lo están esperando en el departamento 5 – le recordó su secretaria.
- Bien en seguida voy, gracias
Una reunión de vez en cuando siempre era necesario, para saber cómo se encontraban los departamentos, o al menos eso era lo que creía Daniel.
- Bienvenido – le saludaron en coro cuando llego
- Buenos días – respondió él.
Los observó uno por uno, todos se encontraban parados en frente de él, reconoció algunas caras conocidas, como también nuevas. Cogió el documento que se encontraba en su lugar cuando lo invitaron a sentarse y espero pacientemente que empezasen.
- ¿Por qué tardaste tanto?
Escuchó murmurar afuera, mas no le tomó importancia, en esos momentos leía atentamente lo que decían aquellas hojas.
- No te estreses – él levantó la mirada – fui lo más rápido que pude.
Desde adentro solo se podían ver las siluetas de dos mujeres hablando.
- Bien, dámelos
- ¿Por qué? Yo también quiero ver al presidente
Él se levantó de su lugar, reconocía aquella voz
- No puedes – le impidió el paso – solo los empleados permanentes ingresan a la reunión
- ¿Señorita Isabelle? - murmuró
Trató de salir para verificar sus sospechas.
- Señoritas – les advirtió uno de sus colegas