- ¡Ay, ay, ay! – sentó adolorida en el asiento.
Bastó una noche y un par de días para descubrir varias cosas: Wara amaba un viejo reloj que tocaba por lo menos cada 5 minutos, que además de estar obsesionada con la limpieza, también lo estaba con las listas. Incluso ahora tenían una hoja colado en un pequeño tablero, improvisado por Wara por supuesto, con las obligaciones en casa que ambas tenían que hacer, y lo que le pareció más devastador, no estaba segura de que Wara durmiera.
- ¡Dioses!, quien renunciaría a dormir. Si es lo mejor que existe.
Todo lo que había descubierto en tan poco tiempo, hacían que Wara le pareciera cada vez más extraña, en todo el sentido de la palabra.
- Lo gracioso es que no volveré a atrasarme en el trabajo, ¡Ay! – se tocaba la espalda adolorida.
Se mañana había despertado gracias a la alarma de Wara, la misma que la había hecho caer de la cama del susto. Pasaron ya un par de días y aún no podía acostumbrarse a ella.
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Definitivamente las luces que llegaban desde la terraza del lugar en donde vivía, eran mucho mejor que la de Olie. No tardó mucho en terminar la pintura, una menos en la lista de pendientes.
- Vamos Wara, tranquila – era la quinta vez que se repetía lo mismo
Tal vez eso era uno de sus defectos, se preocupada demasiado por las cosas, no podía evitarlo. Tenía que estar segura que todo está bajo control, caso contrario no estaría tranquila.
- Los ingresos no superan a los egresos
Ya lo sospechaba, aunque no se esperara tal cantidad. Y lo peor fue que no pudo pensar en un plan, para cumplir la meta, en todos esos días. Eso hacía que se preocupara aún más.
- Ya no puedo rebajar más los costos, ¿Ahora que hago? – se preguntaba mientras volvía a limpiar la cocina.
Isabelle no ayudaba mucho en ese sentido. Su aprendizaje era complicado, ella no tenía la culpa, lastimosamente le tocó trabajar en un mal momento y Wara era consciente de eso, es por eso que le tenía paciencia.
- Isabelle no se guarda nada – pensó en el primer día cuando llegó
Un cliente se quejó porque no pusieron azúcar a su té. Wara por lo general solía escuchar en silencio todas las quejas, Isabelle no era así, ni bien el cliente le alzó la voz, ella también lo hizo.
- ¡Ah!, aún tiene mucho que aprender – se tocó la frente
Tuvo que rogarle que no siguiera discutiendo con el cliente. Lo gracioso vino después, cuando Isabelle creo “Él tablero de la vergüenza”, un tipo de lista negra, donde colocó la fotografía del cliente y le colocó cuernitos. ¿De que cómo lo consiguió?, Isabelle lo sacó a escondidas sin que este se diera cuenta. Wara quedó sorprendida por la habilidad de su compañera.
- Bienvenido – dijo en cuanto un cliente ingresó a Olie.
- Buenos días – la saludo amablemente.
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- Se ausentó dos días – le reclamó enfadado.
- Si, lo sé – respondió sin ganas – trabajare horas extra – Dijo, mientras escribía en su celular.
Tenía un pendiente que atender.
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- ¡Con que aquí estabas! – se acarició la espalda
Comenzó a pensar que lo había borrado accidentalmente, ya se estaba asustando.
- Haber, haber. Que tenemos
Con el mouse revisó cada una de las hojas, y llegó a una conclusión. No solo era la apariencia, el perfil de todas esas mujeres eran curiosas.
- Hijitas de papá, editoras, ¡casadas! – gritó - ¡Uh!, modelo
Ninguna pertenecía a una clase social media, ni mucho menos pobre. Eran muy distintas a las mujeres que Esteban había engañado.
- Tal vez fue como una prueba, y ahora van enserio – pensó – ¡Genial!, ahora me siento de maravilla.
Imaginaba toda una corporación criminal. Que estaba fuera de la realidad.
- Ahhh – parecía que intentaba recordar su nombre – como sea. Toma – le dijo un compañero, entregándole otro montón de documentos.
- ¡Como sea! – le señaló con ambas manos en forma de pistola – a por cierto me llamo Isabelle. Como sea, un gusto.
.-.-.-
- No – ladeó su cabeza hacia atrás
Sus plegarias no funcionaron en su totalidad, exactamente duraron dos días.
- Justo cuando me estaba surgiendo una idea. Ya no recuerdo que tenía en mente
Abrió el mensaje, nerviosa.
Niño engreído :(
Primera cita, mañana. Ponte linda 😉
Mas te vale no faltar.
Caso contrario, ya sabes lo que te espera
Mas tarde te mandaré la hora y el lugar.
10:00 am