Capricho (arte y Destino)

55

Zapateaba su pie, nerviosa. No quería pensar en lo que ocurriría después, ya dio un paso al frente, por lo tanto, no podía retractarse.

     - Encontrarme con la Sra. Emma y cita con el niño engreído – Observó las casillas que aún le faltaba tarjar – ¿Por qué Isabelle no llega aún?

Últimamente estaba saliendo muy seguido, no le gustaba dejar a Isabelle sola, pero no tenía otra opción. Se sentía mal, porque ella se iba al cine, a desperdiciar tiempo, mientras su compañera se quedaba a atender la cafetería.

     - Hola – contestó la llamada en cuanto vio de quien se trataba

     - Hola Wara – era Isabelle – te cuento que me perdí en el camino de la vida y no podré llegar a tiempo – Wara frunció el ceño – ¿te enojaste verdad? – riendo – se me presentó algo urgente, pero no te preocupes, llegaré cerca de una hora. Tú ve tranquila.

     - Está bien. Te dejare lo que tienes que hacer en el tablero

.-.-.-

La misma regañada de siempre, que no era puntual, que era irresponsable, que no hacía correctamente su deber, nada fuera de lo común, o que valiera la pena recordar. Suspiró hondo

     - ¿Me ignoras Nathan Dugan? – saltó al escuchar su voz

Le pareció extraño verla por ahí, ella lo observaba apoyada en el barandal, sintió vergüenza de que lo viera salir del supermercado.

     - A estas alturas ella debe saber que trabajo aquí – rio débilmente – Chloe, perdón no te vi – respondió

     - Te estuve llamando ¿Por qué no me contestas?

     - ¿De verdad? – revisó su celular – lo lamento, estaba ocupado.

Lo cual no era cierto, pues la estaba ignorando, cada vez que la veía a los ojos recordaba la última conversación que tuvieron, no podía evitar sentirse triste.

     - Eso es extraño – se levantó Chloe – tú nunca me ignoras – lo tomó del brazo.

     - Bueno siempre hay una primera vez linda – notó la irritación de su acompañante.

     - Vamos a divertirnos – ahora tiraba de él.

Él sonreía, y se dejaba llevar, por un instante se sintió bien. Una vibración proveniente de su celular le llamó la atención, lo observó por curiosidad.

     - ¿Quién es? – se colgó de él Chloe - ¿Muñeca de trapo?, ¿Quién es muñeca de trapo? – se burló

Nathan observó el mensaje pensativo.

     - Es mi novia – respondió finalmente – me tengo que ir

.-.-.-

Le pareció dulce ver a Wara toda sorprendida, observaba cada detalle de la cafetería, pero también notaba cierto grado de incomodidad en ella, tendría que acostumbrarse a ello.

     - Me alegra que te hayas decidido. De verdad muchas gracias – comenzó la señora Emma.

Wara se quedó en silencio

     - Se que parece difícil, pero veras que estarás bien – continuó – ahora yo te cuidare.

     - Gracias – dudó por un instante - ¿cuándo lo conoceré?

Analizó por unos instantes su mirada, quería saber si ella mentía, le era extraño que Wara no conociera a los Dugan, o que no haya tenido curiosidad de ellos con el incidente de Nathan.

     - Es extraño, pero no imposible – pensó la Señora Emma – y eso parece ser el caso de Wara – no sabía si era ventajoso – Supongo que en el día de la boda – respondió finalmente.

     - ¡¿Qué?! – derramó un poco de café en la mesa, se disculpó enseguida - ¿Me casare sin conocerlo?

Por la mirada que transmitió en esos momentos la señora Emma supo que Wara estaba asustada. Era consciente de que sus acciones eran severas, pactar un matrimonio en donde los interesados ni siquiera se conocían, era una locura. Pero estaba convencida que eso era lo mejor tanto para Wara como para su hijo, deseaba decirle con todo su corazón que no tenía que preocuparse, que ya conocía a su prometido.

     - No creo que sea necesario. Temo que mi hijo tal vez intente convencerte de que te rehúses a la boda – se quedó en silencio por un momento – Bueno… sabiendo esto ¿Aún estás de acuerdo con contraer matrimonio?

Wara miró un punto fijo pensativa, de seguro estaría replanteándose todo.

     - Si – dijo decidida

Le sorprendió la facilidad con la que se recompuso.

     - Supongo que hay que coordinar la fecha de la boda.

     - En realidad, ya se iniciaron los preparativos. Y la fecha tentativa de la boda sería dentro de un mes.

Wara estaba con la boca entreabierta

     - ¿La boda será en un mes? – le dio un sorbo apresurado a su café - ¿No es muy pronto? – continuo.

     - Lo sé – le tomó de la mano – pero no quiero lamentar nada luego.

     - No sé si podre evitar que suceda algo parecido – ella parecía estar consciente a lo que se refería – no puedo seguirlo a todas partes.

     - Con que lo acompañes en casa estará bien – se quedó pensativa – sé que estará bien.




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