Sentada en uno de los muebles Isabellle observaba atentamente cada uno de los movimientos de Wara. No habían hablado desde que se encontraron, parecía incluso que ella ignoraba su existencia.
- ¿Esta enfadada porque me vio con Daniel? – pensó – un momento ¡¿Te gusta Daniel?!
Wara ni siquiera se inmuto, ella simplemente salió de la casa, ignorándola nuevamente.
- ¿Eso fue un sí?
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- ¿Qué me gusta el Sr. Asher? – sonrió amargamente
Tenían una meta que cumplir, evitar que la Sra. Dayana cierre Olie y a Isabelle no parecía importarle, se lo tomaba a la ligera. Espero que Isabelle le dijera porque no abrió la cafetería, más ella simplemente le dijo que lo cerró temprano, la estaba mintiendo. Estaba realmente enfadada, tanto que murmuraba mientras caminaba, necesita despejar su mente.
- Ah – se tocó la frente, sentada en la parada de buses – tal vez estoy exagerando
Últimamente se sentía bajo mucho estrés, Olie, Sra. Emma, el niño engreído y lo que más le preocupaba la intervención se llevaría a cabo al día siguiente, suspiró frustrada.
- Ah… no tengo derecho a recriminarle por estar en una cita en pleno horario de trabajo, cuando yo hago lo mismo – se encogió al sentir la brisa nocturna – No es una cita real, pero – acariciando sus brazos – tendría que estar en Olie, y no, estoy metida en un noviazgo falso – suspiró nuevamente – al final si están saliendo
Llegó a la conclusión de que antes de enojarse realmente con ella, tenía que escuchar su explicación.
- ¿Debería decirle que está mintiéndome? – pateaba una piedra mientras volvía a casa.
Verificó la correspondencia, por si había llegado algún recado, un cuadro envuelto llamo su atención.
- Ah – era el cuadro que había pintado, reconocía el empaque – ¡¿Me equivoque al escribir la dirección?! – revisó asustada.
Se percató que la dirección era su vecino de piso.
- Está bien, si pude equivocarme
Subió apresurada a su casa en busca de su laptop, para leer le mensaje, agradeció que Isabelle estuviera en su cuarto.
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- Jajaja – levantó su cabeza – jajaja – se podía escuchar desde su cuarto
- Es como si un ratón se estuviera riendo – dijo Isabelle asomó su cabeza desde la puerta de su cuarto
Wara se encontraba arrodillada en la cama de su cuarto con su laptop.
- Jajajaja – ella se tocó el cuello mirando el techo – vive al lado mío y no me di cuenta, jajaja creo que tengo que descansar
La escuchó murmurar
- Creo que la perdimos – dijo Isabelle
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Estaba acostumbrada levantarse temprano por lo que no fue difícil terminar con sus qué haceres. Ahora esperaba nerviosa que el bus llegara a su parada, revisaba constantemente su reloj.
- Tal vez debí dejar más tiempo para el transporte – empezó a desesperarse.
Había calculado el tiempo que le tomaría tomar el bus, el trayecto y el tráfico, al parecer no fue suficiente. Lamentablemente no podría abrir en la mañana la cafetería debido a que tenía que estar en la intervención, se sentía culpable por no cumplir con su trabajo.
- Lo compensaré – pensó
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Se levantó temprano, incluso escuchó a Wara salir a trabajar, la razón, no pudo dormir creando teorías del porque su compañera se comportó de esa forma.
- Esto es fastidioso, ¿Esta celosa de Daniel? – cepillaba sus dientes – ellos se conocieron de forma extraña, es como si estuvieran destinados – se detuvo pensativa – además parecen entenderse ¡Por qué! – mirando al cielo, mientras preparaba un emparedado – Wara tiene al guapote de su jefe, porque no me pueden dar a Daniel a mi – abrió sus ojos de par en par – ayer estaban juntos – recordando a Wara y a ese chico – ¿Ellos están saliendo? – caminaba en dirección a su trabajo
Recordó todas las veces en las que Wara salió con el pretexto de tener una emergencia.
- ¡Espera! Wara estuvo saliendo con su jefe, mientras me dejaba atendiendo en la cafetería – ahora ella estaba molesta – bueno… Wara no es del tipo que deja su trabajo para tener una cita, ¿o sí?
- ¡Ayuda!
- ¿eh?
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Ya no tenía nada pendiente, por lo que ahora si podía dirigirse a su destino, esta vez opto por esperar el taxi que había pedido, de vez en cuando lanzaba pequeños suspiros, preocupada.
- ¿Wara? – escuchó que la llamaron - ¡WARAAAAAA, AYUDAAAAAA! – haciéndola sobresaltar
- ¿Isabelle? – se paró rápidamente
La sirena se combinaba con sus gritos, y ella asomaba su cabeza desde la ventana.
- Señora no puede sacar la cabeza
- ¿Señora? Soy una SEÑORITA – respondió – Wara yo no hice nada