Carita De Ángel

CAPITULO 6

¿PRIMERA VEZ?

 

 

Sentía como si estuviera suspendido en el aire, que lo tomaban de las manos y lo elevaban, una sensación parecida a montarse en un ascensor, su cabeza parecía dar vueltas, pero de una buena manera, hasta que choco contra algo duro y un quejido se escapó de sus labios.

- Coño mano, más cuidado – susurro un hombre.

- Cállate y ayuda, casi no lo puedo – dijo una mujer con esfuerzo, muy cerca de él.

*Así que quede noqueado*

“Más que noqueado, muerto en vida” – se burló su lobo.

- Ay – quiso sobar su cráneo pero lo sostenían los las manos.

- Se está despertando, muévanse…

- Au, empújame más duro cara de culo, para acabar con tu existencia de una.

- Vamos princesa, no te me pongas así.

- Que te calles – se siseo molesta la chica, que ahora la reconocía como Bárbara.

- ¿Qué me están haciendo? tengan compasión de mi – dijo haciendo que todos se carcajearan. – Soy un santo, chicos, ya intentaron corromperme mucho esta noche – dijo riendo también, se sentía raro, un poco alegre y algo tonto pero no le importaba, al menos en ese momento.

- Daven, también podías habernos dicho que era primera vez que bebías… - dijo un chico, no identifico quien y tener los ojos serrados y pesados complicaba la cosa.

Hizo algo parecido a “Mmm” y se dejó llevar, sintió uno que otro golpe pero ninguno tan fuerte como el que antes había recibido en la cabeza.

- ¿Qué hacemos?

- ¿Lo dejamos en su cama?

- ¿En que bolsillo guardara sus llaves?

- Vamos chicos, váyanse que de aquí me ocupo yo – dijo Bárbara, y eso hicieron, despidiéndose entre risas y burlas mientas Daven descansaba recostado en la pared.

Los pasos se fueron alejando con risas, las pisadas torpes, una puesta fue abierta y después el pitido del ascensor logro llegar a sus oídos, sintió que acariciaban su cabello.

- ¿Daven?

- Diiime – arrastro las palabras adormilado – Dios mío ¿Qué me dieron a beber?

- Lo mismo que todos nosotros tomamos, pero no sé porque estas así ¿Puedes abrir los ojos? – lo intento y lo logro pero los achino por las luces del pasillo que le daban directo.

- Al parecer si – rio haciendo que ella también riera.

- Te ves lindo.

- Si claro…

- Es verdad, es como un niño.

- Este niño tiene calooooor – fue frunciendo el ceño y separo la franela de su pecho.

- Levántate tonto, es hora de entrar.

- Tonta tu – dijo como réplica de niño chiquito.

- Todo menos eso – respondió ella burlona.

- Si soy un tonto, no me puedo ni levantar… - intento hacerlo y callo de culo.

- Yo te ayudo – dijo ella acercándose mucho a él.

Y poco a poco y con esfuerzo lo puso de pie, en todo el proceso Daven reía por su propia torpeza en los movimientos, cuando saco las llaves de su bolsillo trasero la chica de las arrebato de las manos y maniobrando abrió la puerta.

Entre pasos donde casi caen los dos, ya que un brazo de él estaba sobre los hombros de ella, donde las piernas se le atravesaron y se fue hacia delante, casi cayendo de cara, Bárbara logro cerrar de un portazo y paso llave para trancar, dejándola en la cerradura.

Con risas tontas lograron llegar al pasillo, y la chica lo estaba llevando al cuarto de la izquierda cuando él le dijo que ese no era. Cuando entraron al que tenía vista al exterior y balcón, de un tirón cayeron en la cama justos, muy cerca el uno del otro.

Daven hizo como quería quitarse la camisa y de un momento a otro, la chica se encontraba encima de él dando movimientos circulares por su intimidad, él experimentando aquello por primera vez pelo los ojos y sin saber que hacer quedo flácido en la cama, mirándola a los ojos.

Era evidente que la chica era hermosa, más rápido de lo que quiso fue teniendo una erección y gemidos de placer de parte de los dos se hicieron presentes. Barbara tenía todo el control de la situación, y Daven solo se dejaba disfrutar y tocar, porque la chica lo fue desvistiendo.

Cuando desabrocho el pantalón se detuvo y él se quejó queriendo más de aquello, pero la diversión seguiría cuando la vio quitárselos y ver la parte que sus bóxer ocultaban, la mirada de ella era tan caliente y provocadora, que en fondo a Daven le gusto eso.

Bárbara volvió al movimiento de caderas arrancándole más sensaciones a Daven, este tenía los brazos a los lados sin saber qué hacer y ella pareció darse cuenta de su inexperiencia, se quitó la blusa quedando en solo sostén y sostuvo las manos de él hasta ponerlas en sus senos, el solo dejo más manos quietas allí, ella frustrada refunfuño y se desabrocho por si misma el sostén, tirándolo detrás y agarrando de nuevo las manos del chico y posarlas en sus senos, haciendo ella misma los movimientos que él debía ejecutar.

Sintiendo el tacto suave y tibio siguió tomándolos como creyó que debía hacerlo, ella bajo sus manos desde su pecho, que no era nada musculoso hasta las caderas, metió los dedos por la goma del bóxer y los bajo lentamente, haciéndolo ella también.

Cuando lo saco por sus pies le dio una mirada picara y las manos de la chica fueron a su pene, cubriéndolo con sus dedos y empezándolo a mover de arriba hacia abajo, con movimientos lentos, su rosto se acercó a milímetros de su miembro y paso su lengua, dándole escalofríos a Daven y las ganas de más.

La chica siguió pasando su lengua como si de una paleta se tratara, hasta que lo introdujo en su boca y empezó a chupar con agilidad, casi comiéndoselo todo, el excitado solo se movía, o sus caderas lo hacían por si solo, la chica contenta con eso fue aumentando los movimientos, hasta que el pobre Daven acabo.

Y ella se tragó toda su semilla.

Pero allí no terminaba su noche porque después de que lo dejo tomar un poco de aire ella se subió sobre el ya desnuda y el pensó “¿Cuándo se quitó los pantalones?” pero eso se fue de su mente tan rápido como vino porque con una mano de la chica sobre su pene lo introdujo dentro de ella.




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