¿En serio es posible?

Ya van varias semanas de instituto, y he logrado hablar un poco más con Alejandra. Se supone que hoy vamos a hacer un trabajo en su casa, así que me dispongo a pedir permiso en la mía

-Madre, tengo que hacer un trabajo en la casa de Alejandra. ¿Puedo ir?

-¿Y ella dónde vive? -Dice con tono burlesco de que desde ya, me va a decir que no-

-Vive a unas cuadras del colegio.

-No puedes -Dijo, y se fue de nuevo a su habitación-

Esta vez decidí no alegar, ella recién se había ido. Sentí como si no me hubiera dejado, por pura maldad de ella, como si no quisiera que yo conociera mejor a Alejandra...
Me dio demasiada rabia que se fuera así como así, por ende, hice lo que mejor hago para desestresarme, que es escribir.

"Siempre has hecho cosas maravillosas por mi, me has ayudado en mucho. Pero no entiendo por qué no me das este permiso. Realmente quiero conocerla. Lo sabes, te lo he dicho varias veces...
Te amo. Pero me has hecho sacar la rabia muchas veces. Y eres tan infantil, que en vez de enfrentarlo, huyes... No dejas que te responda algo, por mucho que tenga argumentos. No lo permites...
Firma: Paulo"
La doblé como todas y al dorso coloqué
"Para: Madre"
Y la coloqué en el mismo cajón...

Más tarde, una hora antes de la "supuesta reunión", decidí escribirle a Alejandra y decirle que no iba a poder ir. Pero cuando desbloqueé el celular, me llegó un mensaje de ella diciendo que no podríamos hacer el trabajo juntos hoy, que ella tendría que hacer otras cosas. Así que hice como si sí hubiera podido, y me puse mal por el cambio de planes...

Inicié otra carta, como la mayoría, dirigida a Alejandra:
" Realmente quería verte...
Aunque, tomé la primera oportunidad que vi para quedar bien, y me siento algo mal por eso...
Sé que esta es corta, pero tenía que escribirlo. Total, no lo Leerás
Firma: Paulo"
Nuevamente la doble, la marqué y la guardé en el cajón