Tiempo después

Ya iban varias semanas que no escribía una carta. Solo me resignaba con ir a clase, y aún no habían empezado los entrenamientos. Para mi sorpresa, al llegar a clase descubrí que cambiaron el modo de estudio a mesas de 6 integrantes. Fui el primero en llegar, así que me senté en una de las mesas de la esquina y esperé.
La segunda persona en llegar fue mi amigo, Sebastian, el cual a ver el tipo de distribución corrió para sentarse en el mismo grupo que yo. Pero unos segundo después, yo me perdí en la puerta de entrada, viendo como Alejandra miraba extrañada las mesas, pero después de un tiempo entró, y se sentó junto a mi. Casi no podía contener los nervios, así que para disimular, entrelacé mis dedos y coloqué mis manos sobre la mesa.

-Oye -Dijo Alejandra colocando su mano sobre las mías-, perdona por no haber podido ayer. Quería verte

-N-no te preocupes -Dije lleno de nervios y algo sonrojado-, yo también te quería ver. Pero las cosas pasan, igual, te veo aquí a diario -Le sonreí-

Después de haber terminado esa corta conversación, ella aún no había quitado su mano de encima de la mía, así que yo quite una de las manos para ver como reaccionaba, y terminó de agarrarme la mano, de forma normal, casi como un saludo, pero la estaba teniendo. Me perdí tanto pensando en eso que ni siquiera noté cual clase estábamos viendo cuando sonó el timbre para cambiar de aula...
En la siguiente nos volvimos a hacer nosotros 3, pero también se sentaron unos amigos míos que llegaron tarde. Sus nombres eran Johan y Mateo

-Paulo, van dos semanas y ¿Ya estás ligando? -Dijo Johan en tono burlesco-

Ella y yo nos sonrojamos y miramos hacia abajo, casi ni nos miramos en toda la clase, así que para evitar la pena me puse a hablar con Mateo y con Sebastian sobre lo que siempre hablábamos, videojuegos. La clase terminó y yo iba a salir del colegio hasta que Alejandra me jaló de la mano

-¡Espera! -Me gritó- oh, no tenía pensado gritarte. Lo lamento. Solo quería hacer esto

Procedió a abrazarme, me quedé perplejo por unos segundos, pero después seguí el abrazo. Un tiempo del abrazo después, ella me dio un beso en la mejilla y se despidió. Yo me quedé unos segundo atónito y sin saber que pensar, hasta que llegó Sebastian

-Ey bro, ¿Que pasó? -Dijo pasando su mano por mi cara como para llamar mi atención-

-¿Eh? Oh... Nada -Dije entre risas- ¿Qué pasa?

-¿Será que puedo ir a tu casa?

Era muy común que preguntara eso. En la casa de él no había computador, y a él le gustaba jugar mucho al League Of Legends, simplemente asentí y empecé a caminar junto a él de camino a casa. Cuando llegamos, mi madre nos tenía almuerzo a los dos

-Sabía que vendrías -Dijo mi madre refiriéndose a Sebastian-

- ¡Segunda madre! -Dijo él, refiriéndose a mi madre-

Se llevan demasiado bien y eso me agrada mucho, hasta me parece tierno. Terminamos de almorzar, y dejé que Sebas jugara un rato, y yo me puse a escribir.

"Pues sí. Apenas empezó el año y ya conocí a una chica maravillosa. No sé que tiene, aún no sé bien como es. Pero tengo que conocerla, y espero llegar a más que una amistad con ella. Espero no lo quieras intentar tú, porque ya te voy ganando, amigo...
Realmente te quiero demasiado, jajaja. Pero, la ley del amigo ya no te permitiría intentarlo, o tendríamos que llegar a un acuerdo. Depende de como salgan las cosas, lo hacemos
Firma: Paulo"

La doblé, y al dorso coloqué:
"Para Johan"
Y para el cajón.

Mientras Sebas terminaba su partida me puse a pensar y fui por papel, tijeras y algo de pegamento. Coloqué en el papel la frase "Cartas el viento" la decoré con unas ondas de aire y un campo, la recorté y la pegué en el cajón. Espero que así nunca las envíen...