Frank:
El alcohol no fue hecho para los momentos en que has roto con alguien, o ¿tal vez sí?
Mi cabeza es un lío, no tengo idea de cuánto bebí anoche, pero sé que no sólo fue champagne.
He dormido casi todo el día y con sólo pensar que tengo que hacer la maleta y buscar toda mi ropa me dan más ganas de quedarme acostada. Mañana temprano regresamos a casa, de nuevo estaré en la cuidad que tiene tantos recuerdos impregnados por todos lados, restaurantes, clubes, parques y en especial, mi casa.
Mis padres conocen el dolor y saben por lo que estoy pasando, pero, sé que por mucho tiempo no van a soportar mi actitud. Hay días en que estoy dispuesta a salir adelante y entregarle una sonrisa a todo el mundo, pero luego tus recuerdos me caen como balde con agua fría y toda mi buena actitud se viene abajo.
Tal vez sea como ha dicho mi padre: “Es parte de crecer y madurar, luego vendrá algo mejor”. ¿Luego? ¿Cuándo? ¿Cuándo tenga 70 años, viva sola, vieja y con 5 gatos?
Sinceramente no creo que pueda volver a empezar todo con otro chico y me refiero a los mensajes, llamadas, citas y todo eso (ya que cuando comencé a hablar contigo me parecía imposible).
En fin, tengo que comenzar a empacar, ya son las 8:30 p.m. y ni siquiera me he preocupado por tomar una ducha, ¡NO VUELVO A BEBER!
Carta 12
Liz