Tus ojos son como El Sol y La Luna
encontrándose frente a mí,
ningún amor de la tierra se compara al que siento por ti,
la vida me vio llorar
y me envió un regalo del cielo,
aunque no sepa mucho de esto,
podría jurar que es eterno.
Tu mirada,
es el camino a mi felicidad,
Tu sonrisa,
es lo que me enseña a amar.
He rogado toda mi vida
por un amor como el tuyo,
he decidido que mi ser
te debe dar tributo.
Como los frutos rojos son tus labios,
tan anhelados, tan deseados
¡Quien diría que estaría envuelta en tus brazos!
¡Quien diría que llegaría a amarte tanto!
Como el cantar de aves
es tu melodiosa voz,
te admiro en todo tu derredor,
un canto triste nunca oirás de mis labios,
porque sé que fui hecha para quedarme a tu lado.