Mis días y noches son amargas, no te veo y no te escucho nada.
Solo espero que el tiempo pase con rapidez y así una vez volverte a ver.
Recuerdo ese día, esa mirada, esa señal del destino que nos llevo a conocernos al alba.
Si es es verdad que existe ese tal hilo rojo, creo que supo entretejer nuestros destinos.
Creo que supo que nuestras miradas estuvieron destinadas a fundirse en una sola, que nuestra respiración se entre cortara al estar tan cerca que alguno de los dos tendría que respirar por el otro, y que si el tiempo se empeñaba en apartanos, él mismo carecería de sentido.
Quedamos marcados con el fuego en nuestros cuerpos. El calor de esa noche jamás se apaciguará. Con cada segundo en la lejanía el infierno en el interior de nuestros seres se incrementa cual luna cerca del mar.
Vuelve pronto dueño de mi alma, que el fruto de ese encuentro espera ansioso a tú encuentro.
Jamás el tiempo me ha herido tanto como lo hace ahora,
cuento a lo que él le llama horas, cual yo le llamo tormento, solo por volver a sentir el calor de tú cuerpo, lo húmedo de tus besos, el gemir que se te escapaba al cochar nuestros universos
Y la locura que se desetaba, por unir mi cielo con tú.
Nada me preparó para lo que sentí en esa unión, no valió caricias y besos ajenos. Nada borró de mi cuerpo tú rastro que aun quema al tacto.
Dejarte partir fue mi maldición, no lograr que te quedarás es mi penitencia.
Solo puedo soñar con que el destino vuelva a unirme ti y así una vez más volverte a sentir.
Busco en mi cuerpo señales del paso que tuvo el tuyo, miro si existe alguna aguja medidora que me diga que estoy en reserva y que necesito el combustible llamado tú. Y aunque digan que recordár es vivír, Prefiero vivirte, en vez de estar Recordándote.
Att: tú y yo
Mariangeles💖
Escrito que sale en colaboración del buen Amigo Rodgers...