Carta 2

Llevo 5 días sin ir a la escuela, es difícil estar ahí sin ti, sentir que cada parte de mi cuerpo aún recuerda cada momento que vivimos juntos. “Vivir juntos”, creerán que estoy loca por hablar asi pero somos, éramos asi, no podíamos vivir sin el otro, estando juntos nuestras vidas se volvían una, una vida para dos personas.

¿Cómo vives media vida?

Para mí la respuesta es fácil, no lo haces. Ya no vives, solo existes, solo miras al resto vivir y esperas con ansias unirte a la otra persona, quien era tu media vida. A pesar de sentir que ya no vivo, las personas siguen pendientes de mí. Incluso las personas nuevas, a quienes nunca había visto, hablan de lo que no conocieron, de lo que no vivieron. Todos hablan de ti, adorarías esto. Sé cuanto adoras, adorabas que todos hablaran de ti. Te recuerdo diciendo: “Si hablan es porque estás haciendo bien y si hablan con envidia es porque estás viviendo bien.”  Nunca me dijiste que significaba que hablaran con tristeza de ti, pero he sacado mi propia conclusión: “Si hablan de ti es porque vives, pero si hablan de ti con pena es porque ya no vives.”

Decidí que no me importa que hablen, tú eras la única persona que me importaba lo que dijera de mí, pero sin ti aquí eso ya no me importa, nada importa. Iré a la escuela para que todos sigan con sus vidas y ya no se preocupen por mí.

A veces creo que te veo en los pasillos, haciendo felices a todos, diciéndoles que la vida es UNA y la muerte es el final para todos, que todos vamos a morir, que todos merecemos morir. Pero tú no, tú no merecías morir, merecías la vida más hermosa que cualquier persona hubiera jamás merecido, pero que cruel es el destino, porque no solo te llevo lejos a ti, también me mato a mí.