Cartas De Nuestra Graduación

CARTA (ELLA)- DESPUÉS DE…

 

 

     Y heme aquí, después de tanto tiempo. Ya lista para el futuro y convertida en adulta.

     ¡Claro! ¡Como si fuese tan fácil!

     ¿Sabes? En las noches interminables, llenas de pensamientos tormentosos convertidos en neblinas tenebrosas, me he preguntado muchas veces, ¿Qué significa realmente ser un adulto?

     Esa duda sigue revoloteando a mí alrededor como mosquitos que tratan de drenarme la sangre. Es algo que me debilita hasta conseguir hundirme en un abismo.

     Cada palabra, cada pensamiento que sale de mi mente suena como un eco tormentoso en una cueva oscura llena de silencio, en donde lo único que se escucha es el lamento interior.

     ¿Qué significa convertirse en un adulto?

     ¿Se requiere dinero, sabiduría o positivismo?, ¿Tal vez negativismo o algo mas intermedio como el objetivismo?,  ¿Significa saltar la cuerda haciendo malabares?, ¿Significa saber cómo vivir en compañía del estrés?, ¿O saber cómo entablar relaciones personales y de negocios solo por interés?,  ¿Significa quedarse callado ante las cosas que no están bien?, ¿Significa ser diplomáticamente ciegos ante el mundo y quién te interesa?, ¿Significa ser moralistas sin moral?, ¿Significa proteger mintiendo por el bien?.

     ¿Es todo eso junto y más?

     Yo realmente, realmente quisiera saber qué significa ser un adulto.

     Y tal vez, solo tal vez me pregunte a mi misma: ¿Verdaderamente quiero llegar a la adultez?

     Estoy completamente segura de que la mayoría de personas en el mundo entero están deseando desesperadamente volver a sus tiempos felices y sin preocupaciones que trae la niñez.

     Momentos dulces que con el tiempo se van difuminando hasta convertirse en algo inentendible y borroso.

     Ante todas las cosas que han venido apareciendo dentro de mi cabeza. Lo confieso. Tengo miedo.

     De terminar siendo algo que no soy. O mejor dicho, terminar sacando al exterior algo de mí que no sabía que existía pero que siempre estuvo allí. Miedo de perderme a mí misma y convertirme también en un “ogro” o algo peor.

     Pero entonces, si no lo hago, si no tomo la forma que los demás quieren o me impongan, seré consumida y crucificada en medio de la humanidad. Si es que se les puede llamar humanos.

     No todo es malo y no todo el mundo cumple con esos estereotipos señalados por mí. Más eso  no quita el temor de que en algún momento en la vida tendré que enfrentarme con alguien así.

     Y es que hasta estas alturas es que en parte me doy cuenta a medias de lo que significa ser adulto.

     Quizás significa fallar y levantarse nuevamente a pesar de las dificultades; quizás significa tener que echar a un lado los temores y avanzar aun cuando se tiembla como una frágil hoja; quizás significa tener la suficiente responsabilidad para encargarte de otros; quizás significa cargar con los pecados propios y de personas ajenas; quizás significa tener que rebajarse contra alguien solo para sobrevivir aun en contra voluntad; quizás significa estudiar o trabajar algo ajeno a nuestros verdaderos  gustos; quizás significa tener que echar a un lado ciertas cosas emocionales para la supervivencia primitiva en esta vida.

     Quizás eso y mucho más.

     Porque la adultez por mas malvada que suene, es algo inevitable. Por más solitaria que parezca, tiene sus lados buenos. Porque la adultez quizás no es perderse a uno mismo sino encontrarse y reconciliarse desde el interior. Porque quizás significa una etapa nueva en donde descubriremos una nueva gama de sentimientos diferentes y emocionantes.

     Más responsabilidades, más temores, más dilemas. Seguiremos lleno de esos sentires sea la edad que sea.

     Tengo miedo a lo desconocido y no soy la única. Y en un momento como éste lo único que puedo hacer es prometerme a mi misma que no me convertiré en un “adulto promedio”.

     Seré lo que yo decida y me guste ser. O por lo menos ese será mi objetivo hasta que sea corrompida.

     Porque nada en este mundo permanece, y algo como los sentimientos y pensamientos que vuelan tan rápido y tan drásticamente, que es imposible impedir su cambio o evolución.

     Quizás nos veremos dentro de cuantos días, meses o años. Sea como sea, espero reunirme con una total “yo” que no haya perdido su independencia ante el mundo.



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En el texto hay: relatocorto, graduacion, grandes amistades

Editado: 04.02.2021

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