Cartas de un demente

Capítulo 4

Salía de allí en un estado lamentable y de shock, cubierto de la sangre de ellos, de…

Abrí con lentitud los ojos y pude visualizar a un hombre mirándome fijamente.

-¿Quién es usted? ¿Y qué hace en mi habitación?

-Aquí las preguntas las hago yo, usted prefirió que viniera yo pues aquí me tiene señor Willars.

-Dígame Fred, detesto que me llamen por mi apellido.

-Pues acostúmbrese y vaya a hacer sus necesidades lo espero en la sala de interrogatorio.

Irritante, esa sería la palabra correcta para describir a ese hombre.

-Supongo que ya sabe que la detective Stone no está aquí por su culpa.

-Quiero que vuelva.

-Pues coopere.

-¿Qué quiere saber?

-¿Cómo?, ¿Cuándo?, ¿por qué?, ¿quién?, ¿qué?, todo

-Muchas preguntas

-Que tienen una respuesta, hable.

-Bien empecemos por la mitad del Todo.

Como: Pues fue un incendio.

¿Cuándo?: Pues obviamente ustedes trataron de salvar a esas personas divagantes en la vida ese día, ustedes saben que día fue.

¿Por qué?: esa pregunta y él quien se la responderé a Stone así que no tengo nada más que decir.

-La detective Stone no volverá a hablar con usted señor Willars.

-Pues nunca sabrán ni el ¿por qué?, ni los ¿Quiénes?

-No complaceré sus absurdos caprichos y mucho menos le voy a permitir lastimar a Ana.

-Ahora entiendo.

-¿De qué demonios habla ahora?

-A usted le gusta la detective.

-No vine a esto señor Willars.

-Yo no vine para perder el tiempo John.

-¿Disculpe?

-¿Usted también es sordo?

-¿Eh? No, no soy sordo.

-Pues no será sordo, pero es gago.

-Déjese de idioteces ¿Cómo sabe usted como me llamo? No recuerdo haberle dicho mi nombre.

-Yo lo sé todo John Cáceres, creo que la sesión termino y no hasta mañana, la sesión ha terminado hasta que Ana Stone vuelva.

Escuche como el gorilote me gritaba que me dejara de tonterías y volviera, pero seguí a paso firme hasta llegar a mi habitación en donde para mi sorpresa estaba...

-Detective Ana.

-Fred ¿Qué hace aquí? Se suponía que estaba en el interrogatorio y deje de tutearme.

-Sí, pero me fui, sabe que esculcar cosas ajenas es un delito ¿no?

-No si soy policía y tengo una orden.

-Como quiera.

-Algo tiene que tener escondido Fred.

-Mmmm ¿Qué cree?

-Que como todo demente guarda algo.

-Está en lo correcto detective.

-¿Y que es ese algo Fred?

-Son mis tesoros.

-¿Dónde están?

-Aquí no, no pondría mis valiosos tesoros en un lugar tan putrefacto.

-Entonces, ¿están en su casa?

-No.

-¿Y donde rayos están?

-Usted es la detective, averígüelo, ah y creo que ya debe irse la sesión término hasta mañana agente.

 



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En el texto hay: asesinato misterio suspenso

Editado: 23.11.2019

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