Capítulo 23

Sexta Carta.

29/diciembre/1971.

Señorita Sol Carter.

1 año aguantando la mierda de Orfanato en la que me encontraba, aguantando a la insufrible señorita Sol quien cada día se volvía menos soportable, estaba tan cansado de escucharla un día, tras otro, así que le hice al mundo el favor más grande.

La noche del 28 de diciembre estábamos todos sentados a la mesa cenando, y Luz Moore, la consentida de todos en este Orfanato, ella no me caía mal pero, a veces era un poco insoportable, así que cuando ella quiso que le cediera mi lugar en la mesa me negué, pero como la chantajista que era empezó a llorar como loca, la señorita Sol me miro de mala manera y me dijo que le cediera el lugar.

-Pero, yo llegue primero- regla #6 nadie es superior a ti, nunca dejes que alguien inferior te dé ordenes.

-Fred Willars, cédele el lugar a Luz.

-No le voy a ceder mi lugar.

-¡Basta! Te vas a la cama sin cenar- regla #7 Nunca dejes que alguien te alce la voz, aplica también la regla #6, así que la ignore y volví a mi plato.

-Fred Willars, obedezca.

-Usted no es nadie para decirme que hacer- no sé en qué momento Sol se levanto y me llevo directo al cuarto del castigo dejándome encerrado allí.

Al día siguiente, fue como si nada, me abrió la puerta y me dejo salir, me dio el desayuno y mi lista de tareas, ella no sabía en lo que se había metido, cuando nos dejaron salir fuera fui a una tienda sin que nadie se percatara de que me estaba alejando, en la noche justo a la hora de la cena lleve conmigo lo que nos libraría de la señorita Sol, lo aplique en su plato correspondiente y volví a mi cuarto hasta que nos llamaran a cenar, y cuando lo hicieron no vi la hora de ver como la señorita Sol caía al suelo por el veneno que había puesto en su plato, todo paso justo a mi lado y cuando me levante a tomarle el pulso, solo me atreví a decir.

-Está Muerta- con un brillo de malicia en mis ojos, la pobre señorita Sol estaba triste, y que mejor manera de ser feliz, que partiendo de este triste mundo.

-¿Qué se siente irse a dormir sin probar un bocado señorita Sol?- Le sonreí a su tumba y volví al Orfanato.