Hola, extraño mi nombre es Luca, quizás has podido encontrar estas cartas en algún lugar solitario y escondido, pero eso no importa, no sabía como hablar de esto así que he decidido hacer cartas sobre toda la mierda que vivo, suena estúpido o quizás un poco fuerte para ti, pero así es como lo siento, nunca supe cuando comenzó todo de hecho aún no lo sé y quizás nunca lo sepa, te escribo mis problemas porque a veces esa es la mejor forma de expresarse o bueno la mejor forma que yo encuentro.
Hoy fue un día bueno, me desperté y fui a la escuela me alegraba ir, podía ver a las personas que consideraba amigos y podía reírme un rato, siempre fui de muy buenas calificaciones aunque nunca fui el popular si no un simple estudiante entregado a su deber de estudiar, quisiera saber el porqué todo a veces se me complicaba y el porqué a veces mis amigos se burlaban de mí y me miraban raro, pero dentro de lo personal nunca me importo solo sonreía y seguía adelante, mis profesores me prestaban atención era como un trofeo para ellos me presumían y les decían a la clase que yo era un alumno ejemplar, me llevaron a concursar en distintos lugares donde se reunían estudiantes como yo para ver quien era el mejor, recuerdo a los maestros sonreír y presumir a su querido alumno, siempre ganaba y me llevaba esos puntos extra que me ayudarían en la escuela para seguir teniendo mi perfecta puntuación, llegaba a casa y mi madre me felicitaba por eso, aun recuerdo esa vez que me hizo un pastel por haber sido el mejor a mi padre sonreír por mis buenas calificaciones y amis hermanos un poco envidiados por eso, pero sabía en el fondo que ellos me amaban, más sin embargo mis compañeros de clase no se alegraban tanto a ellos les alegraba más ir a fiestas y convivir, recuerdo que en esos tiempos no me dejaban ir a fiestas, no tenía amigos que me invitaran y mucho menos el permiso de mis padres, sus palabras siempre estaban presente en mi mente "Si quieres ser alguien en la vida no necesitas ir a fistas" o el típico "Hay solo se drogan y se alcoholizan" "Sus padres no los quieren y por eso los dejan ir" esas frases se quedaron tan presentes en mí que siento como si se hubieran impregnado en mi piel recordándome que mi único oficio en esta vida era ser el mejor y no fracasar. Pero a veces me escondía en mi cuarto en aquellas noches silenciosas donde solo la luna me podía ver donde la oscuridad se hacía presente y la soledad me daba la mano para ser mi mejor amiga, ahí en medio del caos lloraba y sabía que estaba mal porque yo era un joven fuerte, porque los niños no lloran ¿cierto?