Cartas: la verdad antes que la venganza

CAPÍTULO 5

-Si su señoría, encontramos al acusado jonathan, culpable del asesinato de "__" -dijo un hombre de la corte del jurado y yo sentí una enorme tristeza.

-entonces condeno al acusado jonathan, a quince años de prisión-dijo el juez y tal como lo dijo mi abogado, me reducieron la sentencia, no me encontraba muy feliz ya que aun sigo pensando que es una gran injusticia pero a final de cuentas es menos el tiempo que estaré en una prisión así que no puedo quejarme del todo, después de ese día decidí mandarle una carta a mi novia contándole como fue mi juicio y lo difícil que seria para mi el no verla ni hablarle por un largo tiempo y que esperaba que ella fuera capaz y sobre todo paciente para esperarme esos diez años para poder estar juntos de nuevo y aun que no lo mencione en la carta aun tenia planeado pedirle matrimonio y alfin estar juntos para toda la vida.

Al día siguiente durante la mañana me dirigi al comedor donde nos daban una especie de avena o algo asi pero para ser sincero, no era algo que yo deseara comer, luego regrese a mi celda y uno de los guardias me entrego un sobre, me sente en mi catre y me di cuenta que era una carta de ella así que algo emocionado comencé a leerla    

<Hola jonathan.
Eh leído tu carta y de verdad lamento mucho el no a ver podido ir a ayudarte, me deprime que te tengas que quedarte en ese lugar sin realmente ser culpa tuya, y me dolerá mucho no tenerte serca, yo aun sigo arreglando el problema de mis datos y pues también aun sigo aquí en Veracruz, me sentiré muy sola sin ti a mi lado, imagino que tu estarás igual que yo, así que te prometo tratar de escribirte todos los días y esperó tu hagas  lo mismo, te amo mi amor.

Atte: paola leticia >

Cuando termine de leer la carta automáticamente se reflejo una sonrisa en mi rostro, después guarde la carta debajo del colchón de mi catre, me resalte un poco al escuchar que abrieron el portón de barrotes de mi celda.

-es hora del receso-me dijo el guardia que abrió el portón de mi celda para después marcharse, me dirigí a los patios donde estaban todos los demás presos y comence a caminar un poco asustado tratando de no llamar la atencion de ninguno de los demas presos pues se muy bien que ninguno de ellos me trataria como a un nuevo amigo.

-tu marica-me dijo un tipo asercandose detras mio junto con su pandilla.-ven a hacerme una paja ya-dijo mostrándome una sonrisa burlona y los de su pandilla se burlaron mientras yo solo permanecía en silencio mirando al suelo y tratando de caminar un poco mas rapido.-que te pasa acaso eres mudo o sordo quizás?-siguió hablándome y al no contestarle me detuvo de golpe y me tomo del cuello y estaba a punto de golpearme.

-hey tu sueltalo-le dijo otro preso quien también venia con su pandilla.-dije sueltalo oh tendremos que hacerte entender de otra forma-le volvió a decir sonriendole mientras los demás de la pandilla amenazaban chocando uno de sus puños con la palma de su otra mano a lo que el hombre me soltó dejándome caer para después mirarme con odio para luego irse con todo y su pandilla.

-gracias por la ayuda-le dije como pude pues por culpa de ese tipo me faltaba aire y me dolia la garganta.

-deberías tener cuidado, aquí casi no hay buenas personas y si había, seguramente perdieron todo su lado bueno-dijo el asercandose a mi y acercandome su mano para ayudarme, yo la tome y me levante sacudiendome un poco el polvo de la ropa.-soy edwin, edwin domingez-me dijo y me extendió su mano aun con una sonrisa se nota que es muy carismatico. 

-jonathan bridgeth-le dije estrechando su mano y regresandole la sonrisa.

-quiero que te unas a nuestra pandilla-me dijo a lo que me sorprendí y asuste un poco, pense que me pondrian a matar personas o algo asi.

-tranquilo-dijo burlándose un poco.-no queremos que mates a nadie, solo queremos que seas como un vigilante-me dijo con una sonrisa y parece que leyo mi mente y de sierta forma mi miedo desaparecio pero ahora me sentia confundido.

-y exactamente que tengo que hacer-les pregunte un poco confundido.

-mira la cosa esta así, nosotros vendemos drogas aquí adentro y tu mi amigo tendrás que vigilar que no venga ningún guardia, no tendrás que vender drogas ni entregarla nada de eso solo tienes que vigilar-me dijo y estaba inseguro de aceptar su propuesta o no.-además, si estas con nosotros nadie puede acerté o decirte absolutamente nada-me dijo el y me puse a pensar un poco y me di cuenta de que es una gran idea así posiblemente me evite de problemas así que acepte su propuesta además de que me dijo que se me pagara mi servicio, aun no entiendo de que me servirá tener dinero si aquí no tengo nada interesante que comprar. Así paso el día y decidí escribirle una. Carta a mi novia contándole lo que me ocurrió el día de hoy, después de escribir la carta sin darme cuenta ya era hora de dormir y por lo agotado que estaba solo toque la cama y me quede profundamente dormido.




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