Cartas: la verdad antes que la venganza

CAPÍTULO 6 (parte 1)

Ya eh cumplido mi primer año de mi sentencia para ser sincero se resume en mi tratando de ser aceptado por la pandilla de edwin y ser mas servible como un vigilante pues fueron varias las veces que casi nos atrapan en la movida como dice edwin y también me rompía la cabeza al tratar de hacer bien cada una de las manualidades que nos ponían a hacer eran unas flores de papel de color, unas pulseras, unos crucifijos y también algunos cuadros de madera con imágenes del señor Jesucristo, enserio fue muy difícil para mi seguir el ritmo para hacer todas las cosas que tenia que hacer mas que una cárcel era como trabajar gratis y sin poder salir, durante los primeros seis meses pude aguantarlo pero después de esos seis meses cada día era frustrante y agotador, hoy es jueves veinte de marzo del año dos mil,  mi novia cumplió su promesa y me manda cartas todos los días ella me contaba que aun seguía arreglando sus datos al parecer su visa expiro y tenia que arreglar otros papeles para poder sacarla nuevamente y que mientras pasaba eso ella tuvo que buscar un trabajo temporal y un cuarto en renta aun así tiene una gran actitud y espera con ansias poder verme pues me dijo que a penas recupere sus datos y regrese ella a los ángeles ahorrará dinero para venir aquí al distrito federal de México y vendrá a verme, eso decía su carta mientras que yo le mande cartas contándole cada cosa que hacia cada día con la pandilla, al principio se molesto conmigo por que pensó que estaba vendiendo drogas así que tuve que explicarle que o no vendía drogas, que yo solo era el que se aseguraba de que ningún guardia se fuera a dar cuenta que ellos vendían drogas, además le dije que lo hacia para que me protegieran y no me fueran a hacer algo malo, también le mande una donde le conté que me entere que la secretaria del jefe de celadores fuese una cómplice, edwin me dijo que ella recibe el veinte por ciento de nuestras ganancias y que supuestamente ellos se quitan las ganas con ella, al principio no comprendí a que se refería con eso hasta que en una noche nos toco ir a visitarla por así decirlo y lo que escuche me hizo entender a que se refería, a mi me invitaban a hacerlo pero les dije que no, le mande la carta contándole de la secretaria a mi novia y se volvio a molestar un poco por lo de la secretaria así que le mande una explicándole que no tenia ninguna intención de estar con ella y solo así confió en mi, después de un rato me quede con edwin en las gradas.

-hey jonathan, esta noche iremos a visitar a la secretaria Fabiola, estas seguro qué no quieres un rato a solas con ella? yo puedo cubrirte para que no te descubran- me dijo Edwin estando conmigo en las gradas del patio.

-No gracias tengo una novia y yo le soy fiel, jamás le engañaría-le dije con una gran sonrisa como de orgullo.

-oh debe ser una gran chica-me dijo el sorprendido y con una sonrisa.

- Claro que lo es y lo vale- le conteste aun con una sonrisa.-para mi ella es la mejor de todas, es tan simple en sus gustos, ella no necesita maquillarse para verse hermosa, no necesita que le de grandes lujos para quedarse conmigo y amarme, para mi ella es perfecta-le dije dando un suspiro como un loco enamorado.

-Valla esa chica, se ve que es increíble además te trae en las nubes amigo-me dijo edwin y yo Sonreí mas por que realmente tiene razón ella me vuelve loco de solo pensar en ella.

-a todo esto a ti por que te metieron en este lugar?-Me preguntó con curiosidad.

-pues me culparon de un homicidio que no cometí- le dije y automáticamente mi sonrisa se borró por completo me enoje un poco de solo recordar lo malo que pase en ese tiempo.

- qué fue lo que pasó?-me preguntó el aún con más curiosidad y sorprendido por mi cambio de humor tan repentino pero no tengo una mejor cara que poner de solo recordar al tipo y todo ese accidente mas me molesta que el dejo a unos padres sin su unico hijo.

-Pues estaba de vacaciones con mi novia en Veracruz y una noche cuando regresamos al hotel en la calle encontramos a un tipo encapuchado que traía un arma- dije apretando los puños.- y yo le pedí a mi novia que se fuera a pedir ayuda y ella me hizo caso y se alejó sin que el hombre se diera cuenta, luego el hombre encapuchado ataco a otro hombre tumdandolo contra el pavimento y le disparó en la cabeza y cuando se dio cuenta de que yo estaba cerca él me disparó en la pierna y me arrastró hasta dónde estaba el cuerpo de aquel hombre y luego lanzó un disparo al cielo y salió corriendo dejando la pistola en el suelo, yo la tomé e intente dispararle para detenerlo pero falle y para cuando llegó la policía yo aún seguía disparando y gracias a eso creyeron que yo era el asesino y por eso estoy aquí.

 




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