Capítulo 36

Alexander había escuchado las soluciones que plantearon los abogados una vez él les explicó la situación, mando a traer toda la documentación sobre la adopción.

Al parecer…

Kate Howard era una mujer muy inteligente

Ante que Mely naciera. Estipulo que en caso de fallecer la tutela de su hija le quedaría a Paige debido a diferencias irreconciliables con su familia.

Así que su esposa es la tutora legal, lo cual al casarse lo convierte a él en el tutor de Mely. En caso de que servicios sociales hubieran determinado que ellos no son aptos para la pequeña, los abuelos biológicos de Mely, no serían considerados para la adopción.

El trámite de adopción los certifica como padres legales de la pequeña, así que no hay mucho que los Howard puedan hacer.

En caso que ellos decidan tomar acciones legales, se encontrarían en un callejón sin salida en una lucha contra los mejores abogados que jamás podrían ostentar a contratar.

El trato de no decirle nada a Paige para no estresarla, ya tenía suficiente con el embarazo y los diseños para la nueva temporada como para asustarla con una idea que era muy improbable que sucediera. Pero una semana después.

Una visita inesperada arruino sus planes.

Sam decidió ir a New York a ver a su hermana, pero sus intenciones eran de todo… menos honestas.

—Hola Paige— dijo entrando al estudio de la mansión Ambrosetti, desde donde se encontraba trabajando Paige.

—Sam, ¿Qué haces por acá? — pregunto Paige extrañada.

Su familia normalmente no la visita, y menos su hermana.

—Quería ver como estas. Mamá me ha contado que has estado delicada por el embarazo.

Paige rodó los ojos.

—No estoy delicada, es Alexander el exagerado— dijo con una sonrisa— la doctora me recomendó que reposara un poco debido a los cambios, pero tal parece que mi querido esposo, escucho que no debería de mover un dedo.

—No crees que muy protector— dijo Sam con malicia; le molestaba ver a su hermana contar lo cuidadoso que es Alexander.

—Claro que sí, pero esta es su forma de cuidarme; él sabe los limites, como jamás cuestionar el hecho de que seguiré trabajando— dijo sonriendo, lo cual a Sam la molesto más.

—Siento decirte que yo opinó diferente— dijo paseándose por el estudio observando a Paige— es una persona muy posesiva— aseguro de forma lenta dejando que la idea entrara en la cabeza de su hermana— al menos están juntos evitando que los padres de Kate les quiten a Mely.

Sam se sintió bien al ver la expresión pálida de su hermana.

Las palabras “Les quiten a Mely” la estaban alterando más de lo que esperaba.

—¿De que estas hablando Sam?— pregunto Paige con la voz ronca.

—¿Qué? ¿No lo sabias?— dijo fingiendo apuro— yo...no debería haber dicho nada...

—Ya lo dijiste, ahora ¡Me explicas a que te refieres! — dijo molesta

—Mamá… se enteró que los padres de Kate están construyendo un caso para obtener la custodia de su nieta.

Paige fue todo lo que escucho antes de caer al suelo nuevamente desmayada. La idea de perder a su hija… era demasiado fuerte para ella.

Samantha disfruto de ver la preocupación en el rostro de su hermana antes de verla desvanecerse ante sus ojos.

¡¿Qué ocurrió?!

Se apresuró a colocarse a su altura y a examinarla, la presión se le estaba bajando y tenía las manos heladas, ella se apresuró a llamar al servicio y pedir que llamaran a una ambulancia. Ella sabía que si no le daban la atención necesaria a tiempo, él bebe podría sufrir daños.

Grace llego rápidamente y al ver la escena se apresuró a llamar la ambulancia, y a continuación a Alexander.

Él estaba en una junta cuando Andrea entro sin permiso.

—Señor Ambrosetti— dijo la pobre secretaria entrando a la sala de juntas sin tocar.

— ¿Que ocurre Andrea?— preguntó Alex al ver el rostro de apuro de la joven.

—Es su esposa, al parecer algo ha ocurrido y ha sido trasladada al hospital privado.

Alexander salió como alma que lleva el diablo de la empresa, y se dirigió de nuevo al hospital, no sabía que había ocurrido con Paige, pero lo averiguaría.