Como pude y sin torcer mi tobillo por la altura de mis tacones llegué hasta Matt, quien se estaba por subir a su auto
-¡Matt!- grité al ver que aún me faltaba por llegar, miró hacia atrás y cerro de golpe la puerta del auto para encontrarse conmigo
-te juro que no amo y nunca eh amado a nadie más que a ti, Taylor es... -tome un suspiro- es algo difícil y vergonzoso que explicar, te prometo que más adelante te diré pero por favor...
Mis labios fueron callados por un suave y cálido beso, correspondí al mismo, dándole riendas sueltas a lo que siento, necesitaba por un momento pensar en mí, no es que sea una mártir, pero estar casada con alguien como Taylor era más que un castigo.
-Bravo, bravo- escuché esas palabras con sotana, seguida de varios aplausos -me sorprende que alguien que se vende como una santa, ya esté sacando lo zorra-
No me inmute ante aquellas palabras, por lo contrario una sonrisa broto de mis labios
-a ver, hasta donde yo supe, el puesto de zorra te lo llevaste tú con todas sus condecoraciones, April- Matt tenía cara de no entender, pero le hice una señal de que espere.
-todo este tiempo llorando por los rincones y miren, la muy cínica tenía quien limpiara sus lágrimas, aunque mirándolo bien -escaneo a Matt de arriba hasta abajo- no está mal el pañuelo que encontraste, ¿Desde cuándo lo tienes?
-no todas las mujeres somos como tú, ¿No deberías estar calentándole la cama a Taylor?, digo, es para lo único que eres buena- reí, no me percate que esta se abalanzó sobre mí, hasta que Matt se interpuso entre nosotras
-ahora entiendo todo- dijo Matt, mientras escuchamos a lo lejos que alguien (obviamente Taylor) llamaba a April, esta nos miró a ambos y se fue. -¿Ella es la amante de TÚ ESPOSO Y ME QUIERES USAR A MÍ PARA QUE EL SIENTA LO MISMO MARLENE?
-no Matt, yo jamás te haría algo así-
-¿Sabes que?, Mejor no digas nada...luego hablamos- se marchó y esta vez no quise detenerlo.
Volví a la fiesta y allí visualice a lo lejos como descaradamente April coqueteaba con Taylor y esté muy de dientes afuera. Camine hasta donde estaban y de camino tomé una de las copas de vino que llevaba un camarero
-¡Osito!- dije entusiasmada -te estuve buscando y no te encontraba-
-ah sí, mira que extraño, Taylor también te estuvo buscando- dijo April
-pues ya no te menos que buscarnos osito, aquí estoy- me acerque más a él y sin pensarlo dos veces lo besé, sí señoras y señores, besé a Taylor y sin querer (previamente premeditado) dejé derramar el líquido de mi copa en el vestido blanco de April
-¡Mi vestido!- chilló la muy estúpida
-¡Oh por Dios April!, Lo siento mucho- hágase notar el sarcasmo.
-eres una...
-si quieres te presto alguno de los que aún tengo aquí, amiga- está me mató con la mirada y Taylor estaba que hechaba humo, pero todo me vale un pepino. -ven, creo que aún no olvidas donde esta-
La acompañe hasta mi habitación y una vez allí la encerré, la escuché gritarme cuánta pestes pasaron por su mente
-sabia que no querrías irte de la fiesta y por eso te dejare aquí toda lo noche, para ver si así aprendes a dejar tranquilo a quien lo esta- y volví a hacia la fiesta, agradecí que mi habitación era un pequeño penthouse fuera de la casa, lo que significa que nadie la escucharía.
Minutos después se acabó la fiesta y volví a la que se hace llamar mi casa
-debemos hablar Marlene- dijo Taylor una vez cruzamos el marco de la puerta.
-no tenemos nada que hablar- seguí subiendo las escaleras
-te equivocas, me vas a explicar que fue ese numerito que armaste con Matt y luego, como si eso fuera poco vas y montas otro junto a April, ¿A qué estás jugando?-
Gire sobre mis talones para responder
-no se- alzando mi hombro derecho -dime tú Taylor que eres el maestro, el mejor que eh podido tener- y seguí mi camino.