Noche de confesiones

Cuando salí del consultorio ya Taylor me esperaba para ir a darles el pésame a los familiares de los tripulantes, me sorprendió en sobremanera que la seguridad estuviera tan reforzada

-¿qué pasa Taylor, porque tenemos más protección de lo habitual?- pregunte cuando estábamos en el auto

-no sabemos qué pasó realmente Marlene, asi que de ahora en adelante tendremos más seguridad- su voz fue tajante, al parecer no quería hablar del tema y respete eso, la verdad es que no quería seguir hablando, ya tenia suficiente con el ruido de mis pensamientos.

llegamos y fuimos recibidos por los familiares; estaban velando a los seis compañeros juntos.

-lo siento mucho señoras- era tan triste pasar por la pérdida de un ser querido

-gracias señora- dijeron al unísono. Nos sentamos un momento , pero Taylor se veía paranoico, no se separó en ningún momento de mi, miraba para todos lados y a cada segundo llamaba a alguno de los de seguridad para saber si había algún sospechoso, así que para calmarlo y estar yo en calma le pedí que nos fuéramos, hoy habíamos tenido un día agobiante y necesitamos descansar.

Al llegar a la casa la cena estaba lista, pero ver todo aquello me revolvió el estomago, así que le pedí a Luci un plato de frutas y un jugo.
 

-¿pasa algo contigo?...desde que fuimos al hospital has estado actuando de manera extraña, ¿estas bien?- indago Taylor mientras cenábamos; ya tenía una decisión tomada y no iba a dar marcha atrás, siempre supe lo que haría solo que no lo había expresado en voz alta como lo haría ahora
 

-estoy embarazada Taylor- dejó la cuchara a medio camino,, su cara se desencajó y pude notar cierta tristeza

-¿quién es el padre?, ¿es Mathew?, ¡por Dios Marlene!, por lo menos debiste esperar que termine este acuerdo, eres...

-antes que digas cualquier ofensa de la que luego te vayas arrepentir es tuyo Taylor- le mire fijamente

-no me vengas con eso Marlene, nunca hemos tenido contacto...

-debo recordarte el día que termine en el hospital- mis lágrimas no se hicieron esperar y empezaron a brotar como manantial, ese recuerdo aún dolía, no tanto, pero aun me sentía marcada

-lo siento- se paró de su silla que estaba frente a la mía y tomó asiento a mi lado -fui un degenerado contigo, me deje llevar de las cizañas de April y te pido perdón por eso- tomo mi mano y la llevó hasta su boca dándome pequeños besos; para que mentir si desde que pasó aquello lo odie mas porque nunca me habia perdon , siempre estuvo allí conmigo según el por apariencias, pero la verdad es que si hubiera querido solo iria por segundos, no se quedaría a dormir o estar llamando a cada momento para saber de mi

-¿y que has pensado al respecto?-

-yo... quiero ser madre Taylor, con o sin tu apoyo voy a tener este bebé, no quiero que te sientas responsable o comprometido por mi decisión- fui bastante clara, no estoy de acuerdo con el aborto y ahora que lo conozco un poco más a él me aferro más a la idea de tenerlo

-¿quieres decir que voy a ser papá?- su cara fue de felicidad y pude notar como una lágrima se perdía en su mejilla, yo le mire fijamente y asentí a su pregunta -¿puedo?- señalando para tocar mi vientre y asentí nuevamente, este le acarició y gritó a todo pulmón -¡VOY A SER PAPÁ!- y cargado de aquella felicidad me beso, un beso cálido, pausado, agonizante, con tal delicadeza, como si fuera a romperme si aumentase el ritmo -lo siento- se despegó y dejó su frente unida a la mía, nuestras respiraciones eran un poco agitadas -me he enamorado de ti Marlene y no sabes lo feliz que me hace saber que tendré un bebé, no se si has notado que estoy haciendo mi mejor esfuerzo para mostrarte la mejor versión de mi, ya que la peor la conoces, nada me haría más feliz en este mundo que también llegues a sentir algo por mi-

-vas por buen camino- le regale una sonrisa como tonta -solo quiero saber algo que no he dejado de preguntarme y...¿April?- su cara cambió y se puso de pie

-hace un mes terminé nuestra relación, desde que supe lo que sentía por ti terminamos y encuanto le dije la muy...me robo medio millón de dólares- halo sus cabellos y se puso  frente a mí -pero eso no importa, ahora te tengo a ti y a nuestro bebé que viene en camino- acarició mi vientre
 

-Taylor en la vida aparte de los blancos y negros, también hay grises y yo no quiero una vida gris, no  ahora que tengo a una personita que va a depender de mi, no quiero una vida descolorida o vacía para él y quiero estar segura de que hago bien dándote una oportunidad-

-no te vas arrepentir Marlene- me regaló una sonrisa -¿ya fuiste al doctor, sabes el tiempo o sexo?-

-fui hoy con mi ginecologa y dice que tengo diecisiete semanas de gestación, no quise saber el sexo, quiero que sea una sorpresa-  estaba feliz de poder hablar de esto y saber que Taylor está de acuerdo con mi decisión

-bien, por lo pronto vamos a descansar hoy has tenido un día muy agitado, ya debes dormir- luego de darme una ligera caricia en mi nariz me ayudó a ponerme de pies y me llevó hasta la habitación.

-que aún no se el sexo mamá, quiero que sea una sorpresa- mi mamá daba brincos de alegría

-te lo dije hija, te dije que posiblemente tendrías una linda historia  de amor- acarició mi rostro y de pronto se puso a llorar
 

-mamá-

-no es nada hija, solo lloro de felicidad, seré abuela- sonrió limpiando sus lágrimas -¿y cuantos meses tienes?- acarició mi vientre

-tengo cuatro meses- dije emocionada

-eso quiere decir que quedaste embarazada al poco tiempo, quién diría, la que siempre estaba quejándose de Taylor - me miró con picardía

-¡MAMÁ!-

-ya, está bien, no dire nada- simuló cerrar su boca con candado -ven, te voy a preparar un consomé de pollo, ese que tanto te gusta- caminamos hasta la cocina y mi movil empezo a sonar