Capítulo: 4

Capítulo: 4
—Señor, comprendo perfectamente que arruiné la vida de su hija, pero no puedo casarme con alguien que no conozco—respondo abrumado por lo que acaba de decir, definitivamente no debe estar bien de la cabeza al proponerme tal cosa. 

—¿Quieres ser actor verdad? —cuestiona dejándome asombrado, cómo sabe eso y que tiene que ver eso con casarme con su hija. 

—Sí, pero cómo usted sabe eso y no tiene nada que ver con... —intento decirle cuando soy interrumpido por él. 

—Tiene mucho que ver, soy Robert Noa—responde 

—El director de la película Después del amor... 

—El mismo, de esa y mucha más—contesta dejándome asombrado. 

—Soy su fan—respondo aislándome un poco del tema principal de conversación. 

—Puedo convertirte en un actor talentoso, y darte el papel protagónico en mi próxima película. —dice dejándome asombrado y totalmente desconcertado—Ahora la pregunta es ¿qué precio estás dispuesto a pagar para cumplir tus sueños? 

—Desde los ocho años quiero ser actor y estoy dispuesto a lo que sea para lograrlo—contesto convencido.

—Entonces cásate con mi hija. —repite.

—Pero es que uno debe casarse por amor ¿usted cree que su hija se casaría con un desconocido? —cuestiono confundido, pues su petición es algo fuera de lo común. 

—Según estudios científicos las mujeres en pareja se vuelven mucho más atractivas, son más respetadas, eso sin contar que el desgraciado de Michel humilló a mi hija e hizo creer ante el mundo que nadie se fijaría en ella. Quiero desmentirlo delante de todos haciendo que ella se case con un mejor partido... 

—Usted me confunde ¿por qué ella aceptaría? ¿por qué no deja que su hija sea feliz y se enamore de verdad? —cuestiono.

—Ella no cree en el amor, ni en que puede ser feliz al lado de otra persona, pero yo estoy seguro de que puede hacer muy feliz a quien sea que esté con ella—

—Cada palabra que dice me confunde más—afirmo con total sinceridad. 

—Me estoy muriendo—dice dejándome asombrado—me queda poco tiempo de vida y nadie en mi familia lo sabe y para el momento en que lo haga quiero que mi hija esté lejos de su madre y de su hermana que no hacen más que lastimarla y hacerla sentir inferior. Alicia es de muy buen corazón y nunca se iría lejos de su familia ni siquiera por su propio bienestar porque es una niña de casa y muy poco egoísta. Pero luego de casarse y vivir lejos de ellas y lograr su sueño se va a dar cuenta de su potencial y ya no volverá a donde no era valorada. 

—¿Su hija sabe esto? —cuestiono con duda. 

—No, no, ella no sabe nada. 

—¿Y por qué ella aceptaría casarse conmigo? —pregunto porque nadie en su pleno juicio se casaría con alguien solo porque su padre lo halla elegido. Ya no estamos en esa época. 

—Porque ella también al igual que tú tiene un sueño que cumplir y estoy seguro de que está dispuesta a sacrificar lo que sea para lograrlo. —dice con orgullo. 

—¿Qué sueño? —

—Es nuestro secreto, solo ella y yo lo conocemos—contesta.

—Deberías contarle toda la verdad, podría incluso pensar mal de usted —le sugiero. 

—Cuando tengas hijos me entenderás. Alicia es demasiado humilde, demasiado buena, demasiado insegura, demasiado ingenua. Necesita zafarse de las cadenas que la limitan para poder despegar o de lo contrario pasará el resto de su vida humillada, quiero que ella vea que sola, sin su familia cerca puede vivir una vida plena y feliz siempre y cuando aprenda a quererse ella misma. 

—Todo esto es demasiado dramático, demasiado iluso. —opino muy confundido. 

—Soy director de cine y televisión, crear drama es mi especialidad—responde sonriendo. 

—¿Qué enfermedad tiene?

—Un tumor cerebral que está creciendo cada vez más, pero eso es irrelevante ahora... 

—Lo siento mucho—pronuncio sin saber como consolarlo. 

—He vivido plenamente, lo único que necesito para morir en paz es ver a mi hija en paz, siendo feliz—agrega extendiéndome una tarjeta de contacto—este es mi número, cuando tomes una decisión no dudes en llamarme. No demores demasiado en decidir... 

—No va a hacer falta que lo llame—digo tomando la tarjeta —yo nunca, pero nunca, por nada del mundo desaprovecharía la oportunidad de cumplir mis sueños—termino diciendo y una sonrisa enorme se dibuja en el rostro del señor, no es que esté de acuerdo con todas las mentiras que está diciendo, ni en la manera en la que manipula a su hija para lograr que sea feliz, pero si pierdo esta oportunidad con la edad que tengo mi sueño de ser actor habrá terminado para siempre—ahora queda de su parte convencer a su hija para que acepte. 

—Lo haré, puedes estar seguro. Pero tienes que guardar mi secreto—exclama y asciento con la cabeza—nos vemos muy pronto hijo—dice alejándose y entrando a su auto. Yo entro a mi automóvil y me recuesto al asiento sin arrancarlo, no iré a mis citas de hoy tengo demasiadas cosas que pensar ¿cómo es que la vida puede cambiarnos tanto en un instante?