Isabella:
—Es perfecto —Afirmo.
—Debemos celebrarlo —Se va acercando lentamente.
—¿Cómo? —Pregunté con una sonrisa en mi rostro.
—No se, tengo muchas ideas —Responde cerca de mí rostro.
—¿Tienes muchas ideas o me tienes muchas ganas? —Cameron sonríe travieso.
—Ambas, pero te tengo más ganas que ideas —Responde pasando sus brazos por mi cintura.
Nuestros rostro se acercan, hasta rosar nuestros labios. Cameron no permite que nuestro labios se peguen completamente, lo cuál es una tortura. Se mantiene en simples roces, lo observo diciendole mucho con mi mirada. Entonces sucede, sus deliciosos labios se pegan a los míos, Cameron empieza lento pero yo no le sigo ese paso, ya que el mio es un beso con rapidez y hambre.
Las manos de Cameron pasan de mi cintura a mi cadera, comienzo quitándole la camisa que se interpone para poder tocar su marcado abdomen, pasó mis dedos dibujando todos sus cuadritos, luego su pecho. Dejó mi mano al lado de su corazón puedo sentir como late con fuerza.
Mi blusa desaparece al igual que mis shorts, dejándome solo en mi ropa interior de encaje. Quito el cinturón de Cameron, desabrocho el botón de su jean permitiéndome sentir su dureza, bajo su jean hasta que el pueda sacarlo por completo. Cameron me toma por la piernas y comienza a bajar sus besos a mi cuello, donde succiona un poco. Sube un poco hasta mi oreja y muerde, logrando robarme un leve jadeo.
—Dime Isabella, ¿cómo quieres que te lo haga hoy? —Susurra con la voz ronca.
Siento sus dedos pasar sobre mi tanga, provocando mil cosas en mi. Soy incapaz de responder a su pregunta estoy muy exitada y mi mente está en blanco.
—Nena, responde a mi pregunta —Exige mientras quita mi brazier.
—¡Su alteza, sus padres lo solicitan con urgencia en la sala de reuniones! —Tocan con fuerza la puerta.
—Mierda —Murmura Cameron. —¡Diles que en un momento llegó! —Grita Cameron de vuelta.
—¡Cómo usted ordene! —Responde.
—Bien nena esto será rápido, ya luego te lo haré de mil formas —Su mirada vuelve a mi.
—¿Qué? Tus padres te están esperando —Lo veo incredula.
—Pueden seguir esperando unos minutos, pero tu no —Le quita importancia.
Lo siguiente que sucede es que Cameron me acuesta sobre la cama, quita la única prenda que poseo, luego quita la de el dejando a la vista a su enorme amigo. Abre mis piernas y se adentra en ellas para luego colocarse en mi entrada.
—Tranquila cariño, será rápido —Susurra besando mis pezones.
Cameron se adentra en mi hasta que nuestros cuerpos se funden en uno solo, hubo un pequeña molestia pero es normal ya que es mi segunda vez estándo con él. Sus labios llegan a los míos de nuevo y comienza a moverse, rápido y con firmeza. Da una, dos, tres y cuatro estocadas hasta liberarnos a los dos, vaya que fue rápido.
—Fue increíble preciosa, pero luego lo haremos mejor. Ahora debo irme y tú necesitas una pastilla —Se levanta y comienza a vestirse mientras habla.
—¿Pará qué una pastilla? —Pregunté.
—Pará qué puedas entrar en el vestido, sino quieres estar embarazada —Comenta obvio.
—Cameron, pero yo no me tomé nada el día que lo hicimos en la ducha y tú tampoco usaste protección, recuerda que te dije que quería quedar embarazada, pero jamás pensé en que después no podré entrar en el vestido —Digo asustada.
—Iremos a hacerte exámenes Isabella, no importa si no entras en el vestido. De cualquier forma te casaras conmigo con o sin vestido —Sonríe con cariño.
—Eso lo se, pero luego hablamos tengo sueño y tú debes ir con tus padres —Murmuró.
—Trataré de volver pronto —Me da un beso en los labios —Te amo —Dice.
—Yo también —Digo.
—¿Tu también que? —Interroga con una sonrisa de lado.
—Yo también te amo —Me da un último beso.
—Me voy —Con esto se da la vuelta y sale dejándome sola en la gran habitación.
Pero bueno me da igual, quito las sábanas de la cama y me adentro en ella, luego enciendo el aire acondicionado. Pará dejarme ir por el sueño y el cansancio.
[...]
Siento que la cama se unde a un lado, luego siento como el brazo de Cameron se cuela por mi cuerpo. Además de que su cuerpo se acerca al mío, su cabeza se coloca cerca de la mía.
—A veces deseo estar más tiempo contigo del que me gustaría —Murmura bajo.
—Tienes responsabilidades al igual que yo —Opino, aun con los ojos cerrados.
—Desearía no tenerlas, Isabella no quiero llegar a las tres de la mañana el resto de mi vida y encontrarte dormida —Menciona.
—Cameron sabes que eso no pasará siempre solo algunas veces y a pesar de eso siempre saldremos adelante porque no solo somos una pareja también un equipo y estamos para apoyarnos mutuamente —Me giro para verlo.
—A veces me pregunto que hice para merecer-te —Un brillo precioso aparece en sus ojos.
—Me has dado amor y comprensión es lo único que necesito de ti —Le aseguro.
—Eres lo mejor que tengo Isabella, y si estuvieras embarazada no importa porque yo de cualquiera de las formas sere tu esposo y tu mi esposa, solo debes de dejar de escuchar a todos los que te critican, porque solo son celos y envidia de que yo te escogí a ti sobre todas ellas —Sus palabras son suaves y cariñosas.
—Cameron prométeme que sobre cualquier cosa, no vas a dejarme sola —Lo miro esperando su respuesta.
—Jamás te dejaré, te lo prometo cariño —Deja un casto beso en mis labios.
—Me alegra saber eso, pero debemos dormir tenemos Instituto mañana —Me doy la vuelta para darle la espalda.
—No puedo ir —Me informa.
—¿Por qué? —Curioseo.
—Tengo unos deberes aquí en el palacio, la coronación está a la vuelta de la esquina y la boda igual, mis padres quieren que me haga cargo de todo personalmente me tienen como un loco de aquí para allá —Suelta un suspiro.