Isabella:
Después de la visita de Cameron me dedique a aprender las reglas del palacio, a como ser una buena futura reina y claro con la ayuda de la reina que es como una segunda madre por sus ocurrencias. Ahora estoy almorzando con mis suegros si es que les puedo llamar.
—¿Quieren saber algo? —Interroga la reina.
—Dinos querida que averiguaste ahora —La alenta su esposo.
—Tengo mucho de no hacer el fruti fantástico —Ríe.
—¿Qué es el fruti fantástico? —Pregunto el rey.
—El sexo —Responde con simpleza.
Suelto una fuerte carcajada al escuchar su respuesta y al ver a mi suegro casi ahogándose. ¿Un momento ahogándose? Abro mis ojos y corro a ayudar a la reina con su esposo
—Mi amor ¿estas bien? ¿Te pusiste así por lo del fruti fantástico? Si es por eso no te preocupes existen los rápiditos —Menciona preocupada.
—Deja de decir esas cosas mujer —La regaña con la voz un poco ronca.
—No tiene nada de malo, Isabella tiene rápiditos con Cameron en las mañanas —Ahora la que comienza a toser soy yo.
—Dios santo ¿tan alto gimo? —No puedo evitar preguntar.
—Bueno querida, si eres muy expresiva te lo he dicho antes —Habla con obviedad.
—¡Dios mío que vergüenza! —Exclame con pena.
—No hay problema querida, lamento que mañana no tendrás delicioso hasta la noche —Se disculpa.
—Usted me va a matar —Le aviso.
—No eres a la única querida —Se me une el rey.
—No sean dramáticos, ni que fuera un pecado hablar de eso en este castillo —Se indigna.
—Perdón sus majestades pero acaba de llegar la princesa de Grecia al palacio —Informa uno de los guardias de seguridad.
—¿A que a venido ella aquí? —Pregunté extrañada.
—A venido a conocer a el príncipe Cameron y a hablar sobre alianzas futuras entre nuestros Reinos —Informa el chico.
—Si me disculpan, debo hacer unas cosas —Hago una reverencia.
—Isabella querida no es lo que piensas —Avisa el rey.
—Tranquilos no pienso nada malo —Les regalo una sonrisa.
—Entonces quedate a recibir a nuestra visita, eso daría una mejor imagen en una futura reina. —Propone la reina.
La verdad es que no quiero quedarme aquí, pero si me voy pensaran que me lo estoy tomando mal o que tengo celos, bueno tal vez esto último si lo tenga. Porque vamos yo no me trago ese cuento de que viene a conocer a Cameron.
Pero al final aceptó a quedarme, me coloco derecha detrás del rey y la reina. Camino con firmeza, que es lo que debo demostrar. No dejaré que una chica me intimide. Tal vez no tenga las curvas que ella tiene, su cabello rubio largo, sus voluminosos atributos o sus ojos color zafiro. Si definitivamente yo a la par de esta chica soy un fideo.
—Princesa Shenoa un placer tenerla en nuestras tierras —Saluda la reina. —Permitame presentarle a la prometida de mi hijo la princesa Isabella futura reina de Inglaterra —Me sorprendo al escuchar el título que me dio.
—Bienvenida —Saludo con la sonrisa más forzada y falsa que puedo dar.
—Gracias por su bienvenida, el placer es mío de poder visitar un hermoso país como Inglaterra —Su voz es algo ¿chineada? No se como describirla.
—Lamentablemente mi prometido no la puede recibir porque a salido del reino y regresa mañana —Justifico a Cameron.
—No tengo problemas con eso, también puedo hablar con el rey aquí presente —Contesta con amabilidad.
No se porque pero no me cae para nada bien esta chica, seguramente porque es la ex prometida de Cameron o porque tiene cara de que no rompe ni un plato aunque eso tampoco lo creo. Su aura me da una mala espina simplemente me incomoda su presencia en el palacio.
Cameron:
Los celos y la desesperación juntos no son grandes amigos, de solo saber que al salir del palacio quedó Javier con Isabella en el me pone celoso y me desespero por volver pronto. Lamentablemente no pude quedarme en casa hoy porque hay asuntos del reino que se deben corregir, el auto de estaciona frente a la casa de mi tía Mónica y mi primo.
El chófer se baja del auto y me abre la puerta del auto para poder bajar de el interior de este, camino con postura y autoridad a la puerta para luego hacer un puño con mi mano y tocar la puerta. Unos minutos después la puerta es abierta por una chica morena de ojos negros, ella al reconocerme hace una leve reverencia en respeto a mi.
—Bienvenido príncipe, su tía se encuentra en el despacho junto a su primo —Su voz sale con un deje de nervios.
—Gracias —Menciono.
Paso al interior de la casa, la cual apesta a un aroma repugnante pero lo reconozco es el perfume de mi tia el cual es horrible, la verdad estoy ansioso por volver al palacio lo mas rápido posible detesto estar lejos de Isabella y su aroma.
Camino por los pasillos hasta llegar a la puerta de el despacho pero me detengo al escuchar las voces de mi "familia" hablar de mi e Isabella además de mis padres.
—Madre no creo que sea buena idea, si nos llegan a atrapar nos mandaran directamente a la guillotina —Declara mi primo.
—Nadie se dará cuenta cariño, simplemente cortamos los frenos del auto de mi querido cuñado, después un carro aparece sorpresivo y no puede frenar, por haber muerto el rey sigue su amada esposa, y como Cameron no está casado no podrá asumir el trono, tu por otro lado serás rey y enamoraras a Isabella para destruir completamente a Cameron. —Explica Mónica con una voz mala.
—Isabella es guapa pero prefiero a la princesa Shenoa la cual acepto ayudarme y justo ahorita debe estar en el palacio real —Opina Cameron.
—Muy bien querido como tu desees, ahora hay que ver que le decimos a tu primo por el dinero que esta haciendo falta, no le podemos decir que lo hemos robado nosotros —Comenta.
—¡No deben decirme absolutamente nada! —Los sorprendo.
Holaaaa!
¿Cómo está?
Perdón por durar tanto en actualizar últimamente tengo unas dudas con la historia, pero estoy tratando de escribirla completa para luego publicar capítulos seguidos.