—Su mirada de molestia es un tanto evidente cuando nos ve juntos — responde enseguida mirándome con sus ojos examinadores.
—Nunca ha habido nada más allá de conversaciones. Diría que somos buenos amigos — le digo omitiendo la declaración tan extraña que ha hecho Paúl hace unos pocos días.
—¿Él lo sabe? — pregunta con seriedad.
—Claro que sí. Lo conozco de hace un par de años y sabe cuál es su lugar aquí — le digo mirando mis manos.
Logan se queda en silencio y también yo hasta que llegamos al último piso y salgo yo primero y luego él.
—Espero que no te lo tomes a mal lo que te he preguntado. Creo que es bueno saber ciertas cosas para mantenerme al tanto de aquellas situaciones e intervenir cuando sea necesario — habla Logan dándose la vuelta antes de abrir la puerta del cuarto al tener la tarjeta.
—Lo sé. Solo que es extraño contarle mis cosas a otra persona — murmuró un poco bajo pero sí lo suficientemente alto para que él lo escuche — Ni siquiera Jessi o Maik están al tanto de ciertas.. Cosas —
—No te presionaré para que me lo cuentes. Pero tampoco haré como que no veo ciertos momentos que te afectan de forma negativa Linda — dice acercándose a mi mientras pone su mano en mi mejilla y la acaricia.
—Eres demasiado observador — susurro suspirando.
Viendo una sonrisa asomar por sus labios.
—Se debe ser muy observador para saber de ti. Ahora entremos — dice acercándose y dejando un beso en la punta de mi nariz. Le veo alejarse de mí y darse la vuelta para abrir la puerta mientras que yo suelto un suspiro y comienzo a caminar para entrar al verle caminar hacia dentro también.
—Estaré en el cuarto — hablo mientras caminamos pasando por el living.
—Te puedo ser de ayuda si es que quieres — dice entrando a la pequeña cocina mientras que yo pego mi espalda a la pared y me cruzo de brazos mirando lo que hace.
—Debes de tener trabajo que hacer.. Supongo — susurró lo último viéndolo sacar un vino de uno de los muebles.
—Debo hablar con Harry y Emma luego. Mientras tanto, tengo mi tiempo para ti — dice sirviendo en dos copas el vino.
—Gracias Logan — le digo.
—De nada Linda — dice guiñando un ojo y tomando ambas copas dirigiéndose a mí — Ten, te ayudará a relajarte — dice tendiéndome la copa. Por lo que sin contradecir tomó la copa.
—Gracias de nuevo — le digo soltando una risa y mostrándole la copa.
—No es nada. Vamos a ver el problema — dice tomando un sorbo de vino y con la otra mano mostrando el pasillo detrás de mí.
—Bien —
Doy media vuelta y ambos nos dirigimos al cuarto al estar ahí mi computador.
—¿Quién es el que registra que todo esté en orden? — pregunta Logan cuando nos encontramos sentados en el sillón del cuarto y yo con el computador sobre mis piernas ya encendido.
—Iker e Izan — le digo mirando los comprobantes en donde sale la cantidad de cada vino, con sus preciosos y el total de cada pedido — Desde hace bastante tiempo son ellos los que hacen el conteo. Y a veces ha pasado que ha faltado pero no cantidades tan grandes y no habían reclamos porque ellos se daban cuenta enseguida — le digo echando mi mechón de pelo detrás de mi oreja.
—¿Quién más tiene acceso a las cargas? —
—Bueno.. — dejo de hablar para pensar unos segundos — Los choferes deben parar cada cierto tiempo para ver la carga, para cargar gasolina y pasar a comer a las sucursales que hay en carretera. Por lo que dé haber tenido algún robo, ellos se darían cuenta y lo hubieran notificado — le digo sin entender los enormes testamentos que me han enviado al no recibir lo que ellos han pedido.
—¿Estás segura que revisan las cargas cada vez que van a hacer entregas? — pregunta plantando la duda ahora en mí.
—Debería ser así — murmuro abriendo los otros correos que también ha pasado lo mismo.
—Deberías hablar con Iker o Izan. Puede que ellos sepan algo más — dice sacándome el computador de mis piernas al asentir.
—Tienes razón — le digo sacando mi celular de mi pantalón y buscando su número enseguida.
—Habla Iker Davis —
—Iker, soy Sol — le digo escuchando un ruido y una maldición por lo bajo — ¿Todo bien por ahí? —
—Sí, Sí — responde rápido aclarándose la garganta — Estoy buscando el bendito libro que aún no encuentro —
—¿En Washington? — le pregunto extrañada.
—No, No. Aquí en Nueva York. Supongo que Colin ya soltó la sopa —
—Eso creo ¿Qué piensan ustedes?, ¿Ya han hablado con los compradores dando una solución? — le pregunto colocando el celular en altavoz al entender la seña de Logan.
—Nos han estado llamando toda la mañana pidiendo explicaciones — murmura soltando un suspiro — Izan se está encargando de tranquilizarlos mientras que yo sigo buscando el libro.
—Iker soy Logan — habla él.