Narra Logan
—¿Ya han llegado todos? — le preguntó a Emma al ver que me estaba esperando en una de las grandes puertas del hotel.
—Sí señor — respondió Emma a mi pregunta junto a un asentimiento — Debo advertirle que han llegado dos señores más — agrega antes de que yo tomara el pomo de la puerta.
—¿Quienes? — le pregunto, haciendo memoria si fui yo quien hablo con ellos y olvide decírselo a Emma.
—El señor Thomás Thompson —
—¿Y el otro? — suspiro al recordarlo. Fue quien le faltó el respeto a Sol.
—Es un muchacho más menor — informa — Su nombre es Jaden.. Jaden O’Brien —
—¿Y él, que hace dentro? — le pregunto completamente confuso.
—Por lo que me dijo, ha venido en representación de su padre, Ángelo O’Brien y quieren hacer negocios con usted —
—¿Has dicho, Ángelo O’Brien? — le pregunto al recordar el mismo nombre de destinatario que le hice el depósito hace unos días.
—Sí señor — afirma.
—¿Cuantos son? — le pregunto.
—Diez empresarios con sus asistentes —
—Entremos ya entonces —
Abro la puerta e inmediatamente todas las miradas viajan a mí.
—Buenos días a todos — saludo con seriedad al ver a Thomás.
—Buenos días — me devuelven el saludo descoordinados.
—Comencemos — doy la orden enseguida a Emma al sentarme en mi silla de la cabecera.
—Nos gustaría escuchar sus propuestas señor Roy — le pide Emma quien es la que toma mejores apuntes que yo y por supuesto, está sentada a mi izquierda.
—Por supuesto — dice de acuerdo el hombre de unos cuarenta años.
Al ponerse de pie comienza a exponer mientras que su asistente nos reparte a todos una carpeta color blanca con el contenido de lo que habla. Y me entrega dos. Tanto lo que les entregó a los demás, como su propuesta de contrato.
Él es el dueño de los restaurantes y esta es la primera vez que nos vemos, ya que antes solo habíamos hablado por teléfono.
Ante su demostración de ayer por la noche, quedé bastante conforme con la actitud y responsabilidad de sus empleados.
La atención y eficiencia de ellos es prioridad para no tener problemas más adelante.
Luego de una media hora termina de exponer todos los beneficios que él ofrece y me cede la palabra.
Me aclaro la garganta para hablar claro.
—De acuerdo con lo escuchado, esta bastante bien — digo pensativamente con mis codos sobre la mesa y mis manos unidas — Sin embargo, aparte de la cantidad de empleados que usted ofrece, debe saber que muchos de estos hoteles también ofrecen servicios de celebraciones privadas, lo que debería tomar en cuenta con la cantidad de empleados y la cantidad de trabajo que se les debe asignar —
—Estoy de acuerdo con eso señor Logan, pero eso también debería aumentar el porcentaje de ganancias para nosotros — propone.
—En eso concuerdo — digo junto a un asentimiento — Debe saber que el precio por algo más privado, aumenta y es justo que también aumenten las ganancias para su compañía —
—Me alegra que nos entendamos —
—Emma — le llamó.
—¿Sí señor? — pregunta.
—Anota para una junta con Roy y el representante dentro de dos semanas más en Nueva York —
—Enseguida — junto a un sentimiento anota rápidamente.
—Mi asistente se contactará con usted para hablar sobre el contrato y las fechas que pondremos, la idea es que usted organice muy bien a sus empleados y que se sepan comportar correctamente — advierto a Roy.
—Por supuesto señor Logan, usted arme un contrato junto a mis peticiones y cuando este listo, me llama con anticipación y me tendrá en Nueva York junto a mi hijo, quien estará al tanto de todo —
—¿El será su representante? — le pregunto mirando de reojo a Emma para que tome en cuenta esto.
—Sí señor Logan. Es quien está manejando algunas sucursales y precisamente llegará en unos días, por lo que no pudo asistir a la junta — lo excusa.
—Bueno — murmuró algo disconforme.
—¿Señor? — pregunta Emma hacia mi al quedar en silencio. Le asiento en afirmación para que continúen — Gracias señor Roy — agradece Emma, haciendo una larga línea en su libreta para no confundir las propuestas — Jaden O’Brien, nos gustaría saber qué hace usted aquí — pide Emma sin intenciones de ofender.
—Lamento llegar sin invitación, pero hace unos días el señor Logan, hablo con mi padre y nos hemos puesto a investigarlo un poco — cuenta.
—Me encantaría que aclarara, porqué a ser sincero, no comprendo su presencia en esta junta — reúno paciencia porque presiento que esto se alargará más de lo que planeamos.
—Mire señor, al pasar lo que paso, intentamos contactar con su asistente pero por lo visto ha estado muy ocupada para atender llamadas — aclara con cierto desagrado.