Capítulo 33

Desde ese día Mary no había vuelto a ver a su "padre" y para ella eso estaba más que bien , había hablado con su madre y todo estaba bien entre ellas.
...
Era lunes y su primer día de trabajo por lo que Andrés le había puesto a elegir una cantidad enorme de ropa de oficina (que ella juró pagarle) por lo que había aprovechado para comprarles algunos a Tatiana.

La verdad es que estaba muy nerviosa, por ser su primer día y ser la misma empresa dónde trabajaba el amor furtivo de Andrés, él que por cierto también regresaba hoy a la empresa, además llevaba el acta de matrimonio para presentarla ante la Junta.

Ese día Mary decidió vestirse con algo simple para al mismo tiempo formal, se vistió con una blusa blanca de cuello y mangas largas, pero al mismo tiempo era fresca y algo clara, por lo que decidió llevar una blusita de tirantes por dentro y falda de vuelo negra, igual que las pantimedias y unos zapatos con algo de tacón también negro, y hizo hondas en su cabello para luego soltarlo.

— Mary. — lo vio entrar sin permiso a su habitación, por lo cual lo fulminó con la mirada, a pesar de ya estar vestida. — lo siento. — le dedicó una sonrisa. — es que me tengo que ir.

Ella lo miro sin entender.

— Está bien, nos vemos. — dice tomando su bolso.

Él la mira con el ceño fruncido.

— Pero contigo Mary. — dijo obvio.

Mary lo miró con sorpresa y confusión.

— Andrés no creo que sea buena idea que la nueva empleada llegue a la oficina con el jefe, acuérdate de nuestro trato. — trata de hacerlo entender.

Andrés frunce el ceño.

— Si pero la nueva empleada es la esposa del jefe, si quieres te dejó en el estacionamiento, no voy a dejar que vayas en taxi. — dice autoritario.

Ella lo mira mal.

— No soy una niña pequeña Andrés, se cuidarme sola. — se queja.

Él la mira con una ceja alzada.

— Tu madre me encargó que te cuidara, así que vas conmigo o pierdes el empleo. — dice con una sonrisa.

le sonríe, que excusa más barata — pensó ella.

— ¿Quién dice? — dice y lo miró retandolo.

— Pues tu jefe. — dice con suficiencia.

Mary lo mira con odio tenía razón era su jefe, luego suspira y ve la hora, se le iba a ser tarde si seguía discutiendo con él.

— Está bien, está bien, pero me dejas antes de llegar. — dice y él asiente victorioso.

...

Enseguida se subieron al coche el chofer arrancó y Mary aprovechó para ver a Andrés disimuladamente, estaba leyendo unos informes, y llevaba el mismo traje aburrido de siempre, y el mismo peinado que lo hacía ver mayor. — rodó los ojos enseguida.— Aunque aún así se veía guapo.

— Te molesta como estoy vestido. — preguntó de repente sin quitar la vista de los informes. Ella desvió la vista avergonzada. — cambialo.

Ella volteó a mirarlo sorprendida y confundida a la vez.

— ¿Qué?

— Que cambies cualquier cosa que no te guste de mi atuendo. — dice simple.

Ella lo mira dudativa, ¿Realmente podía hacer eso? ¿No era eso muy raro? más se encogió de hombros luego se acercó un poco a él y lo despeino un poco, haciéndolo reír. Al terminar de arreglar su peinado, se acercó a su saco, quitando los botones del mismo, por lo que enseguida en sube la mirada de sus informes para mirarla con confusión, más ella estaba concentrada en su tarea.

Quitó el último botón dejando ver la camisa negra que llevaba, entonces colocando su cabello detrás de sus orejas se dispuso a arreglar su corbata, más él la detiene, por lo que ella sube la mirada para verlo.

— Si sigues así, te juro que voy a hace algo más que besarte. — le dice en un tono serio.

Entonces sus ojos se abrieron con fuerza y de inmediato se aleja nerviosa. se aclara la garganta algo incómoda.

— Pensé que había dicho que podía hacerlo. — dice algo tímida.

— Pero no pensé que fueras a hacerlo. — admite. — ¿Algo más que quieras cambiar? — la mira de reojo.

Niega con la cabeza.

— Nada. — dice roborizada.

Él la mira con gracia.

— ¿No crees que este peinado es muy informal para presentarme ante la Junta directiva hoy?

Ella lo mira.

— No es tan informal, ni tan formal, que ellos sean mayores no significa que tu tengas que actuar como un viejo, cuando eres joven. Pareces un cuadro antiguo, siempre con ese peinado.— desvía la mirada.

— Bien y así no me vería mucho mayor que mi esposa. — dice con gracia, pues sabía que esto la ponía nerviosa.

...

Ella le pidió que la dejará una esquina antes que la empresa, por lo cual cuando llegaron se preparó para bajar más él la detuvo.

— ¿Y tú anillo? — le pregunta al ver su dedo vacío con el ceño fruncido.

De inmediato ella se removió incómoda.

— Pues... Te dije que no lo usaría, menos en la oficina, los anillos son iguales; todos se van a dar cuenta de que estamos casados. — él la miraba con una mirada indescifrable, por lo decidió añadir.— Solo no quiero rumores de que entre a la empresa por estar contigo, además ya sabías todo esto y aceptaste.

Se encoge de hombros. Y se despide de él, para luego salir, más él no respondió nada y sólo bajo la vista a sus informes. No supo porque pero sintió que él se había decepcionado por eso, pensó en decirle que si llevaba el anillo y que lo tenía colgado en su cuello en una cadena, pero ¿Con qué objetivo haría eso? ¿Con qué propósito se sentiría él así? si quizás sólo era su imaginación ¿A caso eran algo? él no le había dicho nada, ¿Eran novios, esposos o tal vez nada? no lo sabía. Además quizás ni siquiera le había importado, definitivamente ella imaginaba cosas.

Bajo del coche y empezó a caminar a la entrada del edificio, encontrándose con Tatiana. Ambas entraron y la recepcionista les indicó donde tenían que dirigirse, más como iban a departamentos diferentes tuvieron que separarse, no sin antes desearse suerte.

Mary respiró hondo y se dirigió hacia el departamento de finanzas. Al llegar vio a varias personas mirarla, más sólo una llamó su atención era la misma mujer que la había entrevistado para el puesto en un principio y eso la hizo sentir nerviosa.