Capítulo 46

Enseguida le hace señas disimuladamente a Andrés para que la acompañe a la cocina y este se disculpa y luego la sigue.

—     ¿Qué clase de sorpresa es esta? — pregunta irritada, más respira hondo para calmarse. — Andrés, no estoy lista para esto, temo que si intentas hacer esto terminará mal. — dice más calmada.— Además hoy no estoy en mis mejores días.

—     Está bien, todo estará bien. — la trata de convencer. — ¿recuerdas cuando ayer me hiciste ir a esa cena con mi familia? — ella asiente confundida ¿entonces esto se trataba de una venganza? — me di cuenta de algo, me di cuenta de que la familia es muy importante y no me gustaría que estuvieras enojada con la tuya. Sólo dale una oportunidad, es lo único que pido. — le pide y ella asiente no muy convencida.

Y con eso volvieron a la sala.

—     Buenos vamos a sentarnos. — motivo Andrés.

…

Habían pasado ya varios minutos y nadie decía una palabra, sólo se limitaban a comer en silencio, era la cena más incómoda que habían tenido en sus vidas. Entonces Andrés decidió romper el silencio.

—     ¿Cómo van los negocios, señor Blackk? — pregunta para crear conversación.

—     Bien, de hecho, vamos a ampliarnos a nuevos países, nuevos horizontes. — responde orgulloso.

 —     Que mal que no tenga tanta suerte con su familia, hay sólo sabe ser un fiasco. — susurro Mary.

Más los demás lograron escucharlo claramente. Enseguida Andrés tomó su mano para que lo mirará y al hacerlo la reprendió con la mirada y está rodó los ojos.

—     Disculpen, si no estoy a gusto lo expresó, no sé ser hipócrita y me disculpo por eso. — dijo y luego les sonrió, no quería escucharlo y que Andrés la obligará no ayudaba.

De pronto el señor Harry lanza una carcajada, llamado la atención de todos, pues ella no lo estaba felicitando precisamente.

—  Me recordaste a tu madre, te pareces mucho a ella. — dice con una sonrisa.

— ¿a sí? ¿por qué? — pregunta curioso Andrés.

— Es que cuando la conocí me dijo algo muy similar. — río. — Ella trabajaba en un café y yo me había portado algo grosero con ella, entonces me derramó una taza de café caliente encima. — dice sorprendido a Andrés y llamando la atención de Mary. — ella me pago los daños, pero aun así yo podía ver la sonrisa de satisfacción en su rostro, por lo que mi condición para no demandar el local, fue que se disculpara. — negó con la cabeza, mientras sonreía

— ¿Y qué pasó? — pregunta intrigada Mary, sorprendiendo a su padre y a Andrés, pues no pensaron que siquiera prestará atención.

—  Su jefe le exigió que se disculpara, pero ella sólo sonrió y se acercó a mi para decirme en voz alta:

«es un maleducado y se lo merecía, no me arrepiento de haberlo hecho y lo volvería a hacer una y otra vez sólo por tener el placer de verlo quemado. — pero lo que más enfadó fue su cara de inocente cuando dijo. — ¡oh por Dios! ¿En serio pensó que me disculparía? Lo siento señor, pero yo no soy fan de la hipocresía. — luego se dirigió a su jefe y le dijo. — renuncio.»

Terminó de contar haciéndolos reír.

— Definitivamente era una mujer excepcional. — sonríe y Mary le devuelve la sonrisa, lo cual le sorprende y lo alegra al mismo tiempo.

— Mamá no cuenta mucho de cómo o cuándo se conocieron. — admite curiosa.

Él baja la mirada triste.

— No la culpó, fui un dolor de cabeza para ella. — dice triste. — pero mejor no hablar sobre eso.

— Y tu… — trato de decir. — tu otra familia ¿cómo pasó eso? — pregunta curiosa.

— Pues… eso fue antes de conocer a tu madre, mi familia ya me había comprometido y yo… no sé, sólo acepté lo que ellos querían, pensé que el amor llegaría luego y pensé que sí, pero luego conocí a tu madre y… — suspira con una sonrisa melancólico.

— Todo cambió. — completó Andrés pensando en Mary y él asiente.

— Luego ella me dijo que estaba embarazada y tuvo a tu hermana. — sonríe melancólico. — me gustaría que se llevarán bien, Liana es una gran chica si la conoces bien te….

Intenta decir más es interrumpido por Mary.

— ¿Dijo Liana? — él asiente. — disculpe es que conozco a una persona con ese nombre. — Pero seguro muchas personas tenían ese nombre.

— ¿Andrés no te lo dijo? — preguntó confundido.

Mary miró a Andrés de inmediato con el ceño fruncido, este estaba cerrado los ojos con fuerza, como si su peor pesadilla se hiciera realidad.

— ¿Qué no me dijo? — pregunta confundida. — ¿Qué me tenías que decir, Andrés? — ¿Por qué ninguno decía nada? — ¡¡hablen ya!! — grita irritada.

— Liana es tu hermana. — dijo su padre.

Mary lo miró obvia, eso ya se lo había dicho, más al ver sus caras se dio cuenta de que había algo que no estaba viviendo. Entonces su mente hizo click dejándola atónita.

— ¿Hablas de la misma Liana con quien salía Andrés? —  pregunta para confirmar.

— La misma. — asiente.

Su primera reacción fue reírse ¿debían estar bromeando? Buscó un rastro de risa o diversión en sus rostros, pero ambos estaban serios, entonces trago en seco, era verdad. — paso las manos por su cara hasta su cabello con frustración y sorpresa, era como si su mente hubiese dejado de funcionar por un momento. — debía ser una maldición ser hija de ese hombre, pero ahora comenzaba a entender todo.

Ella fue la misma que fue al hospital, la misma que empujó aquel día, pero eso no era lo peor, lo peor era que él lo supo todo este tiempo, él lo sabía y la protegió, la seguía protegiendo aún ahora, no le había contado nada, se sintió traicionada.

— ¿Desde cuándo?  — pregunta hacia Andrés.

— ¿Eh? — pregunta sin entender.

— ¿Desde cuándo sabias todo esto? — volvió a preguntar, con rabia en su voz.

Él desvía la mirada con temor.

— Mary… — intentó interceder su padre temeroso, más fue detenido por ella.

— Estoy hablando con mi esposo, por favor no te metas. — lo frena. — ¿Desde cuando Andrés? — insiste.