Capítulo 50

Mientras en el bar Liana se había cansado de buscar a Andrés y minutos después Esteban había llegado y se había unido a la búsqueda.

—     ¿Lo encontraste? — le preguntó a Esteban al reunirse frente al bar.

—     No, pero no puede estar muy lejos si estaba tan borracho como dices, tu ve a la oficina y revisas allá y yo buscaré en los alrededores. — dice y comienza a caminar a buscarlo.

No entendía ¿Qué le estaba pasando? Él no era así, no hacia esta clase de estupideces, eso sonaba como algo que haría él, pero no Andrés, sólo esperaba que no fuera a armar un alboroto y salir en todos los periódicos mañana.

…

Mientras Mary había llegado a la oficina en el coche de Alfredo.

—     Mary — la detuvo. — ¿Estas realmente segura de tu matrimonio? ¿Realmente confías en él? — se acerca hasta estar a centímetros de su rostro. — sabes que sólo debes decir lo que espero escuchar y yo pondría el mundo a tus pies, por un beso de tus labios.

Ella lo mira sorprendida, más al instante pone su mano al frente alejándolo.

—     Te lo diré una última vez, yo confío en Andrés, este matrimonio es lo que quiero, así que lo lamento pero no tomaré tu oferta. — dijo sin ninguna duda.

Bajo la mirada algo decepcionado, parecía muy segura de él, quizás debía rendirse. si ella era feliz, no tenía más remedio que aceptarlo, quizás había llegado tarde está vez.

—     Lástima. — de encogió de hombros. — ¿Segura que no quieres que te lleve?

Ella niega con la cabeza.

—     No, con traerme hasta aquí basta, me vendrán a buscar en un rato, pero gracias.

Él se inclina para besar su mejilla, más ella lo aleja y lo ve con advertencia por lo que él ríe y niega con la cabeza, más su sonrisa se desaparece y su ceño se frunce de inmediato.

—     Tu confías en él ¿pero qué hay de él? ¿confía en ti? — dijo de pronto.

Mary lo miró confundida, sin entender a que se refería y él señala con la cabeza detrás de ella, topándose con un Andrés tambaleante que caminaba hacia ellos, por lo que los ojos de Mary de abrieron con sorpresa.

—     Piénsalo bien. — le susurra antes de irse.

Mary suspira hondo ¿No era suficiente con tener  que trabajar en su cumpleaños, también debía lidiar con esto? ¿Cómo fue a aparecer borracho delante de el inversor? Eso era falta de profesionalismo, pero más importante ¿por qué estaba borracho? Sea como sea tendría que decir adiós a los planes de visitar a su madre o ver películas con Tatiana.

Lo ayudó a entrar su oficina y encendió su teléfono para llamar a Adrián para que los fuera a buscar, pero como no había mucha señal allí salió para hacer la llamada.

Por otro lado Liana había llegado a la oficina y al encontrarla abierta lo empezó a buscar, estaba a punto de subir cuando escuchó los balbuceos de Andrés, que la guiaron hasta el departamento de finanzas.

—     ¿Cómo llegaste hasta aquí? — pregunta acariciando su rostro. — estaba muy preocupada por ti mi amor.

Lo miro atentamente detallando su rostro, está loca por hacer esto, lo deseaba desde hace tanto tiempo, por lo que se acercó hasta estar muy cerca de sus labios y lo besó. Enseguida él correspondió al beso, tomando su rostro para intensificar el beso sorprendiendo a Liana.

Justo en ese momento Mary estaba volviendo de hablar por teléfono por lo que al abrir la puerta se detuvo en seco sin terminar de abrirla, iba a entrar, quería abofetearla en ese preciso instante, pero se detuvo al ver que él intensificaba en beso, ¿Le estaba correspondiendo al beso?  su cuerpo enteró de paralizó y sus ojos de llenaron de lágrimas sin quererlo.

Enseguida se volvió y salió de allí ¿Qué era aquella sensación? Era diferente a lo que hubiera sentido antes, le dolía mucho el pecho y sus ojos no dejaban de mojarle la cara, era como estar en shock, triste y decepcionada, pero al mismo tiempo quería golpearlo, quería que él sintiera lo mismo que ella sentía en ese momento. Caminó un par de pasos para alejarse de ellos, sin saber a dónde iba realmente, para luego detenerse, al hacerlo se recostó de una pared y se deslizó hasta caer al piso, descargando todo lo que sentía, sentía que literalmente le había roto el corazón y los pedazos estaban volando por todos lados cortando cada pedazo de su ser ¿por qué se sentía así? Era sólo un beso y él estaba borracho, pero aún así sentía que su respiración se cortaba y no podía dejar de sollozar, él lo había prometido, había prometido no hacerle daño, pero lo hacía, lo seguía haciendo con cada cosa que hacía.

Definitivamente había tenido malos cumpleaños, pero este los superaba con creces estaba segura. Esperaba una sorpresa, pero no está clase de sorpresa, él se ganaba el premio al peor regalo de la historia.

…

Mientras ellos habían dejado de besarse, Liana lo miró con una sonrisa, sabía que todavía sentía algo por ella, no se podía olvidarla tan rápido, más su sonrisa se borra por completo cuando escucha lo que dice.

—     Mary, no me dejes. — balbucea.

Entonces lo miró con dolor, la había confundido con ella, pensó enojada y dolida, no podía creerlo. Se levantó totalmente dolida y se marchó dejándolo allí, sencillamente no podía creer como ella se le había metido en la cabeza, pero de una forma u otra lograría separarlos, no podía perderlo, no podría soportarlo.

Minutos después Mary recibió la llamada de Adrián para informarle que ya había llegado, por lo cual ella limpió su rostro y se apresuró en levantarse, no debía dejar que esto la consumiera, se levantaría aún con todos los huesos rotos, debía seguir siendo fuerte, por ella, por su madre, por Tatiana y por ellas no debía dejar que la siguieran lastimado, debía ser fuerte como siempre, porque como siempre, estaba sola.

No sabía si Andrés se iría con Liana o si no, por lo que no le dijo a Adrián que entrará a ayudarle, se levantó de allí y limpio su ropa, como si nada hubiese pasado y luego volvió a su oficina y lo vio allí, al parecer lo habían dejado votando, recogió sus cosas y salió.