Cásate conmigo Mary

Capítulo 54

Momento después de que sus padres se fueran la ve entrar la casa y se acerca, más al verlo allí ella pasa totalmente de él y se dirige apresuradamente hacia las escaleras, pero él la detiene.

—      ¡Mary! — la llama para qué voltee a mirarlo.

—     ¿Qué? ¿ ¡Qué es lo que quieres ahora!? ¿No fue suficiente? ¿Quieres gritarme ahora también? — lo mira con congoja.

—     Necesitamos hablar… — se detiene al ver las vendas en su cuello y trata de acercarse, más ella lo aleja.

—     ¿¡Hablar de que!? — lo mira desafiante. — ¿¡¡sabes cuánto esperé en estos días que dijeras eso!!? ¿¡¡Ahora quieres hablar!!? No quiero. — dijo recia con dolor en sus ojos.

Se intenta zafar de su agarré, más él se aferra más.

—     Lo siento… yo… Perdóname, yo te vi con él y me puse celoso y luego tu… ¿por qué no me dijiste que habían sido novios? Además, te regalo flores y bombones. — trató de explicarse.

—     Espera. — lo mira confundida. — ¿no me enviaste tú las flores? — él niega con la cabeza, dejándola pensativa.

—     Me tuve que enterar por él que había sido novios. — la mira dolido.

Ella lo mira con gracia.

—     ¿Hablas de Alfredo? — él asiente. — ¿No te había dicho que no era nada? Si te lo digo es porque para mí no lo es.— Explica.

—     Pero para mi si. — insiste.

—     ¡Ay Andrés! ¡¡Por el amor de Dios!! ¿¡Estabas celoso porque no te lo dije!? ¿¡¡Porque no te dije que fuimos novios falsos en la Universidad!!? ¿¡Quieres decir que es mi culpa!? ¿Qué la defendieras, que me mintieras, que me ignoraras y te besaras con ella en mi cumpleaños? — lo miró con rabia. — Dices entonces que todo fue mi culpa, por no decirte que él fue el chico de quién te hable, quien salía con mi maestra de italiano. — para ese entonces ya había perdido toda la paciencia. — sabes que sí, yo tuve la culpa, pero por creer que tú por una sola vez en la vida estarías de mi lado. — dijo con lágrimas en los ojos.

—     ¿tu cumpleaños? — la ve, sorprendido.

—     Mi cumpleaños, era mi cumpleaños. Y… — su voz tiembla. — yo esperaba que fueras tú el primero en felicitarme, pero no, espere que fueras el primer en abrazarme, pero no, no, yo siempre me equivoco cuando se trata de ti. — lo mira con dolor.

—     Perdóname, — baja la mirada. — yo… vi el vídeo de la Pelea sé que fue ella quien lo provocó, pero ¿qué querías que hiciera? En ese momento la vi indefensa y tú era quien la agredía. — dijo atormentado.

Ella lo miró con una sonrisa de dolor.

—     ¿Indefensa? ¿Agresora? — levanta tu cabello y le enseña los vendajes en su cuello. — ¿esto te suena a alguien indefenso?

—     Yo... — trata de decir, más es interrumpido por ella.

—     ¡¡No!! No digas nada, ¿sabes lo que esperaba? — lo mira con los ojos llenos de lágrimas. — yo esperaba que te pusieras de mi lado, esperaba que me apoyaras a mi — se señala y traga fuerte. — ¡¡¡a tu esposa!!! O ¿es que ya no lo soy? — lo mira con dolor. — eso era lo que yo esperaba, yo esperaba que creyeras en mí. — le sonríe. — Pero ¿sabes qué? — dijo un poco más calmada. — otra vez me equivoque, pero era de adivinarse, — lo miró con amargura. — porque otra vez volví a confiar en ti, en ti y en tus palabras sin respaldo. Prometiste cuidarme y no hacerme daño, pero eres tú el que me clava todas las espinas ¿dime cómo? ¿cómo me vas a proteger si eres tú quien me lástima? Quien me dejó sola

Da la vuelta y sube las escaleras, para luego entrar en su habitación y limpiar con furia sus lágrimas, no quería llorar, no ahora, no por él. Recogió el abrigo y su bolso y se fue para el hospital, simplemente esa noche no quería verlo. Más Andrés estaba decidido a que ella lo perdonará así que la siguió hasta el hospital.

...

Enseguida llegó Mary saludó a su madre con un abrazo.

—     ¿Cómo amaneció mi persona favorita en el mundo entero? — dijo Mientras la abrazaba.

—     ¿Sigo siendo la primera? — dijo graciosa, con una ceja alzada.

—     Claro ¿quién sino? — pregunta con el ceño fruncido.

—     Andrés por ejemplo. — le señala hacia la puerta.

Y al voltear lo ve parado en la puerta, suspira pesado ¿Qué rayos no entendía de “no”? Ella sólo rodó los ojos y lo vio con enojo, por lo que su madre se dio cuenta al instante que estaban peleados.

—     Pasa Andy — dice su madre sorprendido a Mary.

Esté pasó enseguida, aprovechando la oportunidad.

—     ¿Cómo está la suegra más bella del planeta? — le dedica una sonrisa.

—     Esperando que estés cumpliendo tus promesas. — lo mira con advertencia.

Y este sonríe algo incómodo. Esto llama la atención de Mary.

—     ¿Qué te prometió Andrés mamá? — la mira confundida.

—     Nada en especial. — dijo restándole importancia. — ¿no me van a decir que es lo que pasa? — pregunta expectante.

 Enseguida ambos la miraron con sorpresa.

—      ¿De qué hablas mamá? — pregunta haciéndose la desentendida.

—      Sabes de lo que hablo ¿o acaso creen que pueden engañarme? Tengo más edad, experiencia y astucia que ambos. Así que hablen ¿por qué están peleados?

—     Nada importante. — dice Mary desviando la vista.

—     Está bien voy a adivinar, es una chica ¿No es cierto? — dice esperando sus reacciones.

—     Mamá, olvidarlo ya. — insiste Mary.

—     Entonces es verdad, es una chica. Entonces debe ser la ex novia de Andrés, de la que su madre me habló. — sigue y Mary resopla con fuerza, cuando se la daba en detective no había nadie que la pudiera detener. — y tú la besaste.

Esto atrajo la atención de ambos, imposible que sólo lo hubiese adivinado.

—     Y Olvidaste su cumpleaños ¿cierto? — dijo dejándolos atónitos.

—     ¿Cómo…? — dijo Mary asombrada.

—     ¿Cómo lo se? — completo con una sonrisa. — porque ustedes no saben disimular, además de que Tatiana me contó que pasaste tu cumpleaños con ella, además si hay otra mujer y tú estás enojada sólo me queda pensar que algo pasó entre los dos. — concluye y une sus manos. — Andrés se que eres una buena persona y por eso te confíe a mi única hija, no hagas que me arrepienta, cuídala por mi ¿Quieres? Y no la hagas sufrir, Ella es todo lo que tengo y yo soy todo lo que tiene, quiero estar segura de que será feliz a tu lado por eso júrame que aunque yo no esté presente, seguirás cuidado de ella y haciéndola feliz siempre.



#3395 en Novela romántica
#1049 en Chick lit

En el texto hay: amor, disputafamiliar, dulce

Editado: 12.02.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.