Capítulo 57

Entró al hospital, con el bol de sus galletas favoritas, tal y como se lo había pedido y ya estaba ansiosa por dárselo, por lo cual se apresuró en llegar, más es detenida por el doctor Hernández.

 —     ¡Hola Héctor! Espero que este bien esto, le traje estas galletas a mamá pa… — trato de excusarse, más es detenida por él.

 —     Mary. — la mira con seriedad y tomó sus hombros.

 —     ¿Qué pasa? — lo miró extrañada, aún con una sonrisa.

 Más él permaneció serio, por lo cual su ceño se frunce.

 —     Tu madre… — la mira con dolor, sin saber cómo decirlo.

 —     Ella… — lo invita a terminar, Entonces algo hace clic en su cabeza. — no. — niega con la cabeza, dejando caer las galletas.

 —      Lo  siento mucho Mary ella falleció hace unos minutos. — dijo con tristeza.

 —      No. — volvió a negar y sus ojos se llenaron de lágrimas. — ¡¡¡no!!! ¡No puede ser! — dijo convencida. — tú lo dijiste, ella estaba respondiendo bien al tratamiento y eran más de un año la… ¡No! — se negó a aceptarlo.

 —     Se que te lo dije y no sé qué pasó, pero ella tuvo un paro respiratorio hace unos momentos y no pudimos hacer nada, lo… lo siento. — trató de abrazarla.

 Más ella lo alejó al instante y trato de ir a la habitación más él la detuvo.

 —     Mary… — trata de detenerla.

 —     ¡¡¡No!!! ¡¡¡Suéltame!!! ¡¡Eres un mentiroso!! — Lucho para liberarse, mientras las lágrimas recorrían su rostro. — ¡¡¡me estás mintiendo!!! Ella está bien ¡¡¡tú lo dijiste!!!  — se libera y corre hacia la habitación.

 Cuando entró las enfermeras la estaban cubriendo con las sábanas, por lo que Mary se acercó de inmediato y las detuvo.

 —     ¿¡¡¡¡Qué están haciendo!!!!? ¡¡¡Déjenla!!! — las empezó a alejar.

 Enseguida Héctor la detuvo abrazándola fuertemente desde atrás.

 —     Mary, detente ellas sólo hacen su trabajó. — trata de convencerla.

 —     ¡¡¡No!!! ¡¡¡Suéltame!!! ¡¡¡Suéltenla!!!  — empezó a patalear para lograr librarse de su agarré, cuando vio que se la empezaban a llevar, entonces su desesperación aumentó. — ¡¡¡a donde se la llevan!!! No!!! ¡¡Suéltenla!! — trata de liberarse. — ¡¡por favor Héctor!! — le suplico, aun tratando de liberarse. — ¡¡¡¡Mami!!!! ¡¡¡No!!! ¡¡¡Mami!!! ¡¡¡¡Suéltenla!!!! ¡¡¡¡Déjenla!!!! ¡¡¡Por favor!!!! ¡¡¡Por favor!!! ¡¡¡Por favor no se la lleven!!! ¡¡¡Por favor!! — siguió repitiendo aun cuando se habían ido.

 Al ver que se iban dejo de forcejear y se tiró al suelo llorando desesperada.

 —     Me dejaste sola, ¿¡¡por qué!!? ¡¡¡Mami!!! ¡¡¡No!!! — dijo mientras lloraba.

 Mientras Héctor la abrazaba tomó el teléfono y llamó a Tatiana y luego a Andrés que se encontraban entre los contactos de Mary, pues no sabía que hacer o que decir.

 Tatiana al recibir la llamada y ver quien hablaba, además de los gritos de Mary supo lo que había pasado enseguida, por lo que dejó el plato que tenía en la mano caer al suelo llamando la atención de Esteban, quien corrió rápidamente hacía ella, para luego sostenerla entre su brazos. Entonces las lágrimas inundaron sus ojos mientras ella lloraba, por lo que él tomó el teléfono.

 —     Iremos enseguida. — dijo para luego colgar.

 Mientras Andrés estaba hablando con Liana cuando sus teléfonos sonaron y cada uno tomo su teléfono para contestar.

 —     ¿Estás sola? — fue lo primero que dijo.

 Por lo ella rápidamente salió hacia afuera extrañada.

 —     Ahora si ¿Qué es lo que pasa? — pregunta con preocupación.

 —     Lo logré, elimine a una ya sólo falta la otra, pronto no sabremos nada de ellas, pero para eso necesito tu ayuda. — dice dejando a Liana confundida.

 —     ¿De que estas hablando? — pregunta nerviosa.

 Entonces ve a Andrés salir de su oficina rápidamente y lo sigue aún con el teléfono en la oreja.

 —     ¿Qué pasa? — pregunta siguiendo a Andrés.

 —     La madre de Mary, acaba de fallecer. — dijo rápido dejando helada a Liana. — tengo que irme ya.

 Entonces ella vuelve en si y cuelga la llamada.

 —     Pero no así, yo te llevaré, no vas a conducir de esa manera. — dijo seria y el asintió y le dio las llaves.

 …

Héctor aún abrazaba a Mary cuando colgó la última llamada, más enseguida ella volteó y empezó a golpearlo en el pecho ente lágrimas.

 —     Tu me lo dijiste, dijiste que ella estaba bien. Eres un mentiroso. — sigue llorando, entonces él la abraza con más fuerza deteniendo sus golpes.

 —     Perdóname, no se que pasó, justo está mañana estaba bien y de pronto pasó esto, no… no se que pasó. — dijo dolido y frustrado.

 —     Eres un mentiroso. — siguió repitiendo. — me mentiste. — dijo aun llorando — me dijiste que todo estaba bien, me dijiste que la tendría a mi lado por más tiempo. — dice hipando con fuerza, sentía que le estaban extirpando el corazón junto a todos los miembros de su cuerpo uno a uno y sin anestesia. ¿por qué se había ido? ¿por qué la había dejado?  Todavía la necesitaba, la necesitaba a su lado.

 Justo en ese momento vio a Tatiana entrar rápidamente a la habitación, entonces se acercó a ella y la abrazó con fuerza mientras ambas lloraban.

 —     ¡¡Ella se fue Tatiana!! ¡Me dejo! ¡Me dejo sola! — dijo entre gritos de dolor, agarrando su pecho con sus manos, pues sentía que se le salía el corazón.

 —     No, estoy aquí, no estás sola. — le aseguró mientras lloraba.

 La ayudó a ponerse de pie, con la ayuda de Esteban, para sentarla en uno de los asientos, más ella seguía en posición fetal, sumergida en su dolor, mientras repetía una y otra vez que estaba sola y ella la había dejado.

 Momento después vieron a Andrés entrar, sólo hasta entonces ella se puso de pie hasta llegar a él y abrazarlo con fuerza, pues sentía que era su lugar seguro.

 —     Se fue. — dijo mientras lloraba en su cuello. — Ella se fue, me dejó, me dejó sola. — dijo entre gemidos de dolor. — me dejó.

 —     No — le susurró. — tranquila, estoy aquí, nunca me iré de tu lado, no estás sola. — besó su frente y acarició su espalda. — todo va a estar bien te lo prometo. — dijo con voz tranquila.