Sinopsis |Motivos para escapar|

Hubo una vez un crimen... 
 

Este es el túnel de Friday, uno de los lugares que aunque no lo sepas es de los más temidos del mundo y queda en las afueras de Friday, Estados Unidos. Para llegar a él hay que manejar por una carretera llamada Big Elm.

A principios del siglo veinte Friday era apenas un poblado rural en vías de desarrollo, uno de los primeros problemas al que se enfrentaron era el de resolver una vía de comunicación entre el poblado y el valle contínuo a la ciudad. La opción de construir una carretera sobre la montaña era un ambicioso proyecto de mucho trabajo y capital, así que obtaron por otra igual de ambiciosa pero sustancialmente más viable, un túnel que atraviesa la montaña......

Es así como en 1920 con aproximadamente cuarenta metros de largo dió inicio a la construcción del túnel que facilitaría el tránsito de los recidentes. Fue nombrado El Túnel de Hampton, en honor a la adinerada familia del mismo apellido, que había contribuído con el capital para la obra.

A día de hoy, el ormigón en el que está construído presenta fisuras y hay grafitis que cubren prácticamente todo el frente, además de grietas y pozos llenos de agua acumulada de lluvia.

El túnel fue un lugar bastante común. Una ruta más, bastante utilizada por los habitantes de Friday. Poco más de cien años después, el  túnel pasó de ser la novedad y la solución a los problemas de comunicación a ser un lugar decadente en total estado de abandono.

Está claro que en algún punto de su historia, el túnel dejó de ser utilizado como vía de tránsito por sus propios habitantes. La pregunta es:

¿Qué fue lo que ocurrió para que fuera desestimado de esa forma?

Hay varios hechos que se teorizan como el punto donde inició todo, pero en la que la mayoría coincide tiene que ver con el hecho  que involucra a un bebé de apenas pocas semanas de nacido. En 1930 un evento abominable golpeó a los recidentes de la zona, un vagabundo invadió la residencia de la familia Hampton, miembros prominentes de la sociedad local, que tenían su mansión no muy lejos del túnel del mismo nombre.
El criminal entró en la casa durante la madrugada mientras todos dormían y comenzó a tomar todos los objetos de valor a su alcance, fue entonces cuando el señor Hampton escuchó los ruidos y se levantó para preparar su arma. El intruso huyó a uno de los cuartos donde se encontraba el bebé recién nacido de la familia y lo tomó como rehén.

Manteniendo al bebé al frente huyó del lugar.

A sabiendas de que siendo atrapado podía ser linchado por la comunidad, el hombre se introdujo en el bosque con la intención de ocultarse. El mejor escondrijo que econtró fue aquel viejo túnel.

No sabía que hacer con el bebé que no dejaba de llorar, entonces decidió arrojar al pobre recién nacido a un pozo de agua cerca del lugar. Cuando fue capturado el hombre confesó el crimen, pero el cuerpo de ese bebé jamás fue recuperado.

Luego del espantoso crimen el vagabundo fue condenado a  la silla eléctrica por asesinato.

Las cosas para la adinerada familia Hampton no hicieron más que empeorar. Luego del espelusnante crimen la gran depresión del veintinueve dejó en banca rota a la familia, un día el señor Hampton simplemente enloqueció; lleno de dudas y a punto de perder su propiedad asesinó a toda su familia con un hacha.

Pero al parecer a él no fue al único que le pasó, algunos dicen que mucha gente en la zona simplemente enloqueció y para evitar que más casos así se sucitaran las autoridades prefirieron desaparecer los registros .

Ya sea por la sugestión de los habitantes o que realmente fuera el eco de un hecho atroz, lo cierto es que la gente comenzó a reportar el lamento y el llanto de un recién nacido cuando atravesaban el túnel.

La vía comenzó a ser evitada, algunas personas tenían el hábito de dejar regalos de bebé; desde juguetes, chupones y mamilas. Pero la costumbre fue desapareciendo con el tiempo.

Por lo menos dos foráneos habían escuchado y descendido para revisar el túnel creyendo que podría tratarse de un niño perdido. Andando entre la oscuridad, uno de ellos perdió el equilibrio , tropezando y fracturandose el cráneo en la acera de concreto.

Otro, había escuchado el sonido, investigado y concluído que venía desde un pozo muy estrecho donde no podía entrar. El sujeto volvió hasta Friday e intentó conseguir ayuda, pero nadie quiso acompañarlo hasta el túnel. El hombre había sido testigo de algo tan terrible que fue encontrado  al día siguiente deambulando confuso y perturbado por el bosque .

Sus cabellos extrañamente se habían puesto de un tono blanco, luego de esta dos tragedias hay quienes sin embargo quisieron dar una oportunidad a la zona de tránsito.

Entre los años cuarenta  y cincuenta el túnel era utilizado como punto de encuentro para los enamorados y amantes que lo utilizaban para encuentros fortuitos; donde podían aprovechar el silencio y el aislamiento . Las jóvenes parejas de enamorados preocupados por esconder sus relaciones amorosas se valían de la total privacidad ofrecida por aquel sitio y por supuesto las historias de tragedias y fantasmas también servían de combustibles  para avivar aún más las llamas del peligro y la emoción.